¡El Mesías es Eterno, el Principio y el Fin!
Según el Apocalipsis, el Cordero de Dios es Dios.
Demos alabanza al Mesías, pues es digno de adoración y no meramente ángel o humano. Los seres celestiales lo adoran (vea Apoc 5:9-14, 14:7). Es un pecado gravísimo, si no es Dios; es el peor, adorar lo que no es deidad(Apoc 19:10) –
Yo me postré ante sus pies para adorarle, pero él me dijo: “¡Mira, no lo hagas! Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios!”
Dios es el Alfa y Omega (Apoc 1:8, 21:6), y también Jesús! (Apoc 22:12-13).
¡A quien adoramos como Dios Eterno, El es Dios Eterno!