Posts Tagged ‘Espiritu’
¿Servimos al Señor por la Ley o en el Espíritu Santo?
El Señor anunció, «viene la hora cuando ni en este monte ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre» (Juan 4:21). Qué increible, entonces, que tantos creyentes quieren regresar al altar de Jerusalén, y tratan de buscar la justicia por medio de la Torá, en vez de vivir por el Espíritu de Dios. Aquí está una cita valiosa del libro de Charles Leiter “La Ley de Cristo”, que básicamente es una colección de versículos bíblicos.
«Es muy significativo que en el Nuevo Testamento, el pecado NO es definido principalmente en términos de violar una lista de prohibiciones, sino en términos de dañar, entristecer, resistir (Hechos 7:51), mentir (Hechos 5:3), poner a prueba (Hechos 5:9), insultar (Hebreos 10:29), blasfemar (Mateo 12:31-32), y ofender de otras maneras a una Persona viviente – el Espíritu Santo.
«Por otro lado, la vida piadosa es definida en términos de vivir en el Espíritu (Gálatas 5:25), andar en el Espíritu (Gálatas 5:25), ser guiado por el Espíritu (Romanos 8:14), producir el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22), ser lleno del Espíritu (Efesios 5:18), sembrar para el Espíritu (Gálatas 6:8), regocijarse en el Espíritu (Lucas 10:21), abundar en la esperanza por el poder del Espíritu (Romanos 15:13), orar en el Espíritu (Efesios 6:18), adorar en el Espíritu (Filipenses 3:3), estar en el Espíritu (Apocalipsis 1:10; Lucas 2:27), hablar con las palabras enseñadas por el Espíritu (Lucas 12:12; Hechos 6:10; 1 Corintios 2:13), obedecer las restricciones puestas por el Espíritu (Hechos 16:6-7), ser consolado por el Espíritu (Hechos 9:31), servir en lo nuevo del Espíritu (Romanos 7:6), pensar en las cosas del Espíritu (Romanos 8:5), hacer morir las acciones carnales por el poder del Espíritu (Romanos 8:13), ser fortalecido por el Espíritu (Efesios 3:16), conservar la unidad del Espíritu (Efesios 4:3), amar en el Espíritu (Colosenses 1:8), tener el gozo del Espíritu (Hechos 13:52; Romanos 14:17; 1 Tesalonicenses 1:6), con el poder del Espíritu guardar la preciosa enseñanza que se te ha confiado (2 Timoteo 1:14), predicar el evangelio por el poder del Espíritu (1 Pedro 1:12), echar fuera demonios por el Espíritu (Mateo 12:28), y prestar atención a lo que el Espíritu dice (Apocalipsis 2:7,11, 17, 29; 3:6, 13, 22).
«A estos versículos, se pueden agregar muchos más. No es sorprendente, entonces, que Pablo en 2 Corintios 3 se refiera al Nuevo Pacto entero como ‘el ministerio del Espíritu’ (2 Corintios 3:8).”
Del libro de Charles Leiter, The Law of Christ, disponible en Amazon.com
¿Resoluciones de Año Nuevo o Milagros del Nuevo Pacto?
Durante muchos años, yo no hice resoluciones de Año Nuevo. Mi razonamiento era:
- ¿Por qué hacer una gran cosa solo porque el planeta ha girado alrededor del sol hacia un punto arbitrario en el espacio?
- ¿Por qué tratar de ser mejores personas en este único día cuando yo debería hacerlo todo el tiempo?
- ¿Son las resoluciones relevantes para mí, puesto que yo no necesito dejar de fumar, tomar o apostar?
Yo he llegado a pensar diferente. Durante los últimos 5 años más o menos, yo he hecho una sola resolución de Año Nuevo el 31 de diciembre, basada en mi propio estudio de la Biblia y de la naturaleza humana.
La palabra nos revela a nosotros que hay dos métodos para hacer resoluciones.
Método A: “Yo voy a tratar verdaderamente de ser una mejor persona en esta área.” [1] Pero ¿no sabemos todos lo que pasa? La resolución viene aclarada, usualmente en unos pocos días o semanas. “45 por ciento de estadounidenses hacen resoluciones, pero sólo un 8 por ciento las mantienen.” [2] Avergonzados, empujamos nuestro noble plan a la parte de atrás de nuestras mentes, Lee el resto de esta entrada »
¿Necesitamos el Espíritu para interpretar la Biblia?
“Padre, dirígenos en la Palabra con tu Espíritu.” Así se dice al principio de los mensajes cristianos. Y de hecho, sin el Espíritu, no tenemos ninguna posibilidad de éxito.
En 1 Cor 2:14, Pablo dice: “Pero el hombre natural no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura; y no las puede comprender, porque se han de discernir espiritualmente” (1a Cor 2:14). Cuando el apóstol usa las palabras “espiritual” (pneumatikos) o “espiritualmente” (pneumatikōs), por lo general él habla del Espíritu de Dios, no del espíritu humano. Por lo tanto, uno podría traducirlas con el sentido de “lo que tiene que ver con el Espíritu de Dios;” el final de 2:14 es “porque se han de discernir por el Espíritu.”
Cada cristiano afirma el rol central del Espíritu en la interpretación de la Biblia. Sin embargo, hay dos modelos de “hermenéutica” que lo dejan atrás.
Modelo A dice: “Abra la Biblia, no importa dónde, no importa si ya está en el púlpito, y el Espíritu le mostrará la verdad.” En Modelo A, si alguien dice, por ejemplo, que usted descuida el contexto; que su interpretación no es correcta, entonces su respuesta es “Sí, pero ‘la letra mata.’” [1]
Modelo B es practicado por unos pocos dentro de mi sector teológico. “La hermenéutica es la ciencia de interpretar correctamente la Biblia usando el método gramático-histórico tomando en cuenta el impacto directo del contexto en el cual se dio la Palabra de Dios. Se sigue la interpretación literal de las palabras…Provee las herramientas para ser un buen intérprete de las Escrituras.” [2] Es decir, haga esto y la palabra transformará a la grey de Dios. Si alguien habla de la importancia del Espíritu, la respuesta es, “Sí pero, es peligroso, es la tendencia de los neopentecostales.” O la respuesta es, “Bueno, no mencionamos el Espíritu Santo, sin embargo es dado por sentado.” Por favor, no lo demos por sentado.
No creo en el Modelo A, que suena sumamente espiritual, precisamente porque excluye el Espíritu: implica que no lo necesitamos durante la preparación de nuestros mensajes; el Espíritu llega solamente al último momento, cuando estamos predicando.
Pero cada vez más, también rechazo el Modelo B, el puramente “científico” y secular. Implica que la interpretación de la Palabra es algo mecánico: dé un giro a la manivela, y saldrá la verdad trasformadora. Quizás necesitamos el Espíritu al momento de “aplicar” la Biblia, pero no para interpretarla.
Busquemos el Espíritu por oración ardiente [haz clic aqui]. No podemos pedir que el Espíritu suba al bus en esta parada y que se baje en la otra. El tiene que estar presente durante todo el viaje:
la preparación,
la exégesis en su contexto,
la aplicación contemporánea,
la obediencia personal del predicador,
la proclamación y la formación de discípulos.
NOTAS:
[1] Este uso de “la letra mata” es una tergiversación clásica de un versículo de otra carta de Pablo, 2ª de Cor 3:6. En su contexto, el apóstol no habla de cómo interpretar la Biblia, sino de dos Pactos: el antiguo Pacto de la “letra,” el cual es por Moisés; el Nuevo por el Espíritu. Uno sencillamente tiene que leer 2ª Cor 3 con cuidado para ver que “la letra mata” significa “la vida bajo el Antiguo Pacto, sin el Espíritu, resulta en la muerte.”
[2] Cito esta definición de un sitio web, cuya dirección no ofrezco, pues se encuentra en varios sitios.
«¿Necesitamos el Espíritu para interpretar la Biblia?» Por Gary Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica