Razon de la esperanza

La verdad de Dios para el pueblo de Dios

Archive for the ‘Cuerpo de Cristo’ Category

Hay mujeres explorando la Buena Nueva de Dios. ¡Qué bueno escucharlo¡ ¿Verdad?

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En marzo, Logos publicó un lindo anuncio en su página de Facebook, presentando comentarios bíblicos escritos por “mujeres que manejan las palabras para la gloria de Dios”. De los que destacaban, yo acababa de utilizar el comentario de Karen Jobes para ayudarme a traducir un pasaje de 1 Pedro, con gran provecho; por no hablar de la ayuda que me ha prestado su material de clase mundial sobre la Septuaginta.

Hubo una serie de comentarios positivos, hubo 84 me gusta o me encanta. Por otro lado, 12 eran Jajaja, Estoy Enojado o Lágrimas.
Por no hablar de los comentarios negativos, que solían ser breves y desdeñosos. Algunos ejemplos:

* «¡Logos se ha vuelto liberal!» Lee el resto de esta entrada »

¿Por qué Pablo escribiría sobre La Cena del Señor?

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Cuando celebramos la Comunión, usualmente leemos 1 Corintios 11. Es una práctica correcta, pero otra capa de estudio de la Biblia es preguntarse: ¿Por qué Pablo trajo esto a colación, aquí, en esta carta? No fue para enseñarles el ritual, porque habían estado celebrando la comunión durante años. Entonces, ¿por qué ahora?

Pablo no entra en detalles sobre lo que exactamente estaban haciendo mal. La explicación en la que estoy a favor es que hay dos cenas: una cena privada y más adelante, la cena del Señor como parte de la reunión completa de la iglesia.

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Entrevista con Gary Shogren sobre las versiones de la Biblia

El 2 de junio 2023, los hermanos de la Escuela de Alejandría me invitaron amablemente a ser entrevistado sobre mis diversos ministerios de predicación, escritura, enseñanza y también sobre la traducción de la Biblia. En particular, hablamos de mi revisión de la Biblia Textual 4ª edición (BTX-IV), Parte 1 y Parte 2.

HAGA CLIC AQUÍ para ver el vídeo. Gary

«Entrevista con Gary Shogren sobre las versiones de la Biblia», Gary S. Shogren, PhD en Nuevo Testamento, profesor de Seminario ESEPA, San José, Costa Rica

Resumen de la 1a epístola a los Corintios

Un resumen de 1a de Corintios, basado en mi comentario de CLIE

Para adquirir una copia de mi comentario, está disponible de CLIE.


¿Por qué no abandoné la iglesia? Un testimonio.

¡Gracias, Arnulfo Giron, por traducirlo!

Publicación tras publicación anuncia que los jóvenes se van de la iglesia. He leído algunas buenas ideas sobre los problemas y las soluciones.

Me hace reflexionar: ¿Por qué yo no abandoné la iglesia?

He aquí la historia completa: Primero fui a la iglesia porque eso era lo que la familia hacía; más tarde llegué a creer que era parte de mi nueva vida y necesario para mi crecimiento; luego un lugar donde podía ministrar: la iglesia se convirtió en mi llamado y desde los 22 años en adelante he estado en el ministerio a tiempo parcial o completo.

Todo para decir que, mi iglesia no tuvo que esforzarse mucho para captar mi interés. ¡Y mientras estaba en el seminario, la asistencia a la iglesia era obligatoria de todos modos!

Pero por qué no dejar todo eso de lado, porque más allá de estos puntos, había fuerzas “centrípetas” que me empujaron hacia la iglesia. Y voy a agregar algunas ideas de amigos de Facebook, que me ayudaron a trabajar en este artículo.

Fui desafiado a tener una fe de primera mano. Este factor se menciona con frecuencia en estos días, y tengo que estar de acuerdo, es el número 1 en importancia. Por supuesto, mis padres me habrían agraviado si hubiera tratado de dejar de ir a la iglesia. No obstante, llegó un punto (cuando cumplí 14 años), en que pasé a otro capítulo de mi vida: dije, “Esta es mi iglesia; esta es mi fe; esta es mi vida que estoy viviendo, y esta es la nutrición espiritual que yo necesito.” A manera de cliché: comencé a viajar en mi bicicleta cuatro millas montañosas de ida y vuelta para ir a la reunión de oración entre semana. Y sí, incluso bajo la lluvia.

Nuestro amigo de Facebook agrega esto: “Vivimos en una sociedad que alienta a sus adolescentes a no tomarse la vida en serio o actuar como adultos. Debemos estar abiertos a la posibilidad de que los jóvenes de nuestros días estén especialmente mal equipados para la vida devocional. Si ese es el caso, entonces mucha culpa también recae en manos de los padres y las escuelas. Consecuentemente, es parte del trabajo de la iglesia tomar una postura predictiva contra los aspectos de la sociedad que los rodea, que socavan la capacidad de los jóvenes para mantener un compromiso duradero con Dios y la iglesia.”

Nos enseñaron a cultivar el discernimiento espiritual. En alguna parte aprendí que hay verdad y error, y que no debemos tomar la palabra de un adulto por algo. Hoy a los jóvenes se les enseña en la escuela que no existe la verdad absoluta, y en la iglesia se les dice que la hay. El resultado es que tienden a resistirse cuando el predicador dice: “Soy el pastor, y lo que les estoy diciendo es la verdad absoluta, así que créanlo”. Yo no acepto ese tipo de dogmatismo de nadie, y los jóvenes tampoco deberían hacerlo.

Nuestra narrativa central era la Biblia, no “Crepúsculo” o “Juego de Tronos” o incluso Tolkien. ¿A qué narrativa central relacionamos los acontecimientos de nuestra vida, nuestros pensamientos, nuestras lealtades?

Hubo liderazgo que hizo preguntas y escuchó. No siempre, pero a veces mis líderes se mostraron capaces de tomar en cuenta nuestras opiniones. Un año incluso le pedimos al pastor que despidiera a los líderes de nuestro grupo de jóvenes; en verdad no pertenecían a ese puesto importante. En muchas iglesias, el juicio habría llovido sobre los muchachos. No así en nuestro caso: esa semana salieron los pastores de jóvenes, y poco después tomó el relevo otra pareja, que eran fenomenales. No era gran cosa, no había largas conferencias sobre por qué no podíamos ser más sumisos.

Una amiga de Facebook dice que ella aconseja a personas que fueron lastimadas emocional, sexual y físicamente por personas que decían ser cristianas. Muchas iglesias prefieren mantener el estatus quo, en lugar de aceptar que pudieran estar dañando a sus miembros. Los jóvenes necesitan tener la libertad de hablar cuando alguien los está lastimando. Ella continúa diciendo que, en su ministerio de consejería, ayuda a aquellos que fueron dañados en iglesias que enfatizaron programas sin relaciones personales.

Yo era parte de una tribu. Muchos de los amigos de la iglesia de mis padres también estaban entre mis amigos y me hicieron sentir como parte del círculo. Acampamos juntos, jugamos billar en varios sótanos. Cuando estaba en casa de vacaciones de la universidad, los visitaba como hacía con amigos de mí misma edad.

Un amigo de Facebook dice esto (note la importancia de tener amigos adultos en la iglesia): ¡Mis amigos me llevaron a la iglesia y me mantuvieron dentro! Eran mi familia espiritual. ¡Junto con sus amados padres! Si no fuera por ellos, probablemente nunca hubiera ido a la iglesia por vez primera.

Otro dice: Cuando algunos amigos comenzaron a manejar, mis padres sabiamente nos permitieron ir a la iglesia con ellos en la noche – ¡unos 15-20 de nosotros fuimos a la iglesia juntos, por nuestra propia decisión! Por supuesto, ellos vinieron varias veces para asegurarse de que fuera legítimo, pero tener esa libertad de elegir era importante.

Mi iglesia no se promocionó como el único partido en el juego. No me di cuenta de lo que eso significaba hasta que visitamos otras iglesias, y se hacía claro desde el púlpito que este era el lugar donde Dios estaba obrando con una unción especial. Mi iglesia, por otro lado, se presentaba como un lugar donde uno podía encontrarse con Dios y ya. Los jóvenes van a resolver esto por sí mismos, por lo que es mejor reconocer el punto de antemano.

La política no nos dividió, o si dividió a los adultos, se lo deben haber guardado para ellos. Si mal no recuerdo, en mi juventud, algunos miembros de la iglesia estaban a favor de la guerra en Vietnam, otros en contra. Algunos pensaban que Nixon era un sinvergüenza, otros no. De lo que estoy bastante seguro es que a los disidentes políticos no se les informó desde el púlpito que estaban siendo desleales a Dios y a la patria, al menos no de la manera que lo hemos experimentado en la iglesia evangélica en los últimos 25 o más años. El Enfoque a la Familia, tal vez irónicamente cuando consideramos su retórica, ha observado que “los millennials se están desvinculando cada vez más de las iglesias y las personas que practican lo que ellos ven como una retórica política conservadora estridente”. [1] Pasé la mayor parte del último cuarto de siglo fuera de los Estados Unidos. Probablemente el mayor choque cultural que recibí fue este: cuando salí del país, el evangelicalismo era una religión; cuando regresé, descubrí que se había transformado en una ideología política.

Me dieron espacio. Cuando comencé un estudio bíblico para adolescentes, supongo que alguien debió aprobarlo, aunque no recuerdo quién ni cómo. Mi sensación hoy es que la actitud general era: “Claro, ¿por qué no?” ¿Somos positivos, “¡sí, vamos!” líderes a los ojos de los jóvenes?

Grandes líderes juveniles. Los líderes de nuestro grupo de jóvenes no se parecían en nada, pero con la única excepción (ver arriba) todos eran cristianos ejemplares, buenos oyentes y obviamente disfrutaban pasar tiempo con nosotros. Nuestro grupo de jóvenes siempre fue pequeño: 8-12 personas.

No todo se nos entregó. Sería una generalización verdaderamente tonta decir que, ¡Los adolescentes de hoy! ¡Solo quieren que se les entregue todo! No iremos por ese camino. Expresémoslo de manera positiva: vale la pena pedir que los adultos jóvenes, los adolescentes e incluso los niños más pequeños compartan la carga de trabajo. Cualquier padre sabe que los niños necesitan participar en los quehaceres para sentirse verdaderamente parte de la familia; lo mismo ocurre con la iglesia.

Para mí, eso comenzó temprano: a menudo teníamos cenas en la iglesia los sábados por la noche, y luego, cuando los niños (de 9, 10 años) empezábamos a correr alrededor del edificio, siempre había algún hombre que se acercaba para decir: “¡Está bien, muchachos, demos un buen uso a parte de esa energía! ¡Desmontemos estas mesas y sillas y volvamos a colocarlas en los salones de la Escuela Dominical!”. Lo cual estábamos felices de hacer; ¡solo tenía que mencionarlo! Nos estaba indicando que éramos parte de la iglesia: las damas nos habían preparado una buena cena y ahora era el momento de hacer nuestra parte. (Más tarde, tal vez, uno de esos mismos niños se haría cargo antes de que un adulto tuviera que preguntar, y nos uniríamos y simplemente lo haríamos). Hoy, me parece escuchar a más y más pastores quejándose de que nadie quiere trabajar en la iglesia. Bueno, preguntémosles. O, además, preguntemos qué creen ellos que se necesita hacer en la iglesia.

Un amigo de Facebook dice: la iglesia me proporcionó una estructura y una estabilidad que nunca había experimentado en casa. La influencia de hombres piadosos en mi vida en ese momento me enseñó más acerca de ser un hombre que nada ni nadie. Realmente disfruté trabajar con los hombres de la iglesia en varios proyectos, limpiar la iglesia después de los servicios, cualquier cosa. No quería dejar el lugar. La gente allí me aceptó y me hizo sentir valorado.

Me invitaron a participar. No soy participativo por naturaleza, por lo que a veces la “invitación” era más como “persuasión”. No puedo enumerar todas las pequeñas y medianas tareas que me encargaron en la iglesia. Pasado cierto tiempo, comencé a ofrecerme como voluntario para hacer cosas y no esperé a ser invitado.

Un amigo de Facebook añade: Brinde a los niños un lugar para servir de alguna manera. Ujier, ayudar en la guardería, enseñar a los niños más pequeños en la iglesia juvenil, etc. Les ayuda a sentirse parte de la iglesia, que es lo que son.

Me desafiaron a actuar como un adulto. Una vez le preguntaron a una madre sabia cuál era su secreto para criar niños. Desearía poder rastrear la fuente de la cita. De todos modos, ella respondió: “Yo no estoy criando niños. ¡Estoy criando hombres!” Cuando pienso en los jóvenes que dejan la iglesia hoy, mi impresión no es que estén decidiendo irse, sino que no están decidiendo quedarse. Necesitamos mostrar a los niños y jóvenes que un nivel maduro de firmeza y resolución son parte de nuestro caminar con Cristo.

Ed Stetzer lo resume de esta manera: “No podemos posicionar a nuestro estudiantado ministerial a pensar y a actuar como si fuesen un tanque de retención de cuatro años con pizza. Al contrario, necesitamos preparar a los adultos jóvenes para los desafíos espirituales que vendrán y las preguntas de fe que enfrentarán”. [2]

Un amigo de Facebook comenta: Debemos esperar que las señoritas y los jóvenes actúen como adultos y los traten como adultos. Tendemos a dejarlos vivir en el mundo “adolescente”. Proveerles una buena formación bíblica y teológica. Padres, mostradles el gozo de servir a Cristo. Haz cosas fuera de la iglesia por los pobres, los huérfanos, las viudas. Pida a los niños que ayuden. Anímelos a “actuar como hombres”.

Había otros factores más mundanos. Uno era: si no ibas a la iglesia los domingos en un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra, bueno, no había mucho más que hacer. Nada en los 2 1/2 canales de TV que podíamos recibir, ni videojuegos, etc.

PARA CERRAR: Oremos por los jóvenes uno por uno; aquí es donde tiene lugar la batalla. Y en adición, como ya hemos sugerido, asegurémonos de expresar nuestro amor grupal por los pequeños, adolescentes y jóvenes adultos, expresándoles ágape de una manera que ellos puedan descifrar correctamente.

NOTAS:

[1] http://www.focusonthefamily.com/about_us/focus-findings/religion-and-culture/~/media/images/about-us/focus-findings/FF%20-%20Millenial%20Faith%20Retention%20FINAL.ashx. Nuestra traducción.

[2] http://www.christianitytoday.com/edstetzer/2014/december/real-reasons-young-adults-drop-out-of-church.html?paging=off. Nuestra traducción.

“¿Por qué no abandoné la iglesia? Un testimonio.” Por Gary S. Shogren, PhD, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica

La Lectura oral de las Escrituras en la Iglesia Primitiva y Hoy – ¡nuestra entrada número 300!

Ponencia dada en Seminario ESEPA, el 23 de abril 2021.

La ponencia en ingles aqui.

Para descargar el PDF:

Resumen: “En la iglesia primitiva, la lectura oral extensiva de las Escrituras era una necesidad (1 Tim 4:13; Ap 1:3; en el siglo dos, Justino Mártir, Primera Apología 67; el Canon de Muratori; Tertuliano, Apología 39), debido al elevado analfabetismo existente en la iglesia. Hoy en día la tasa de alfabetización mundial para adultos es del 86% y está aumentando; y en Costa Rica es del 97%. La iglesia asume tácitamente que los creyentes leerán la Biblia durante la semana, y que las lecturas en el culto pueden reducirse al mínimo, escogerse al azar, o limitarse a textos ya conocidos. Argumentaremos que la antigua práctica sigue siendo muy necesaria, incluso en una época en que la alfabetización es generalizada.”[1]

Introducción

En las cartas pastorales, Pablo enfatizó el rol de las Escrituras; nuestro texto principal será: “En tanto que llego, dedícate a la lectura pública de las Escrituras, y a enseñar y animar a los hermanos.” (1 Tim 4:13 NVI)

Por favor, tómese unos pocos segundos y piense acerca de esta frase, “la lectura pública de las Escrituras.” En el último culto al que usted asistió: aparte del sermón, ¿cuáles textos bíblicos recuerda que alguien haya leído a la congregación? ¿Y qué impacto tuvieron en los oyentes?

Yo planteo la pregunta: Pablo dice “dedícate a la lectura pública de las Escrituras”; de lo que presenciamos hoy en día, ¿Vemos ese mismo nivel de dedicación, de devoción, de compromiso a la lectura de porciones sustanciales de la Biblia en voz alta durante las reuniones de la iglesia?

Mi tema de esta noche es “La Lectura oral de las Escrituras en la Iglesia Primitiva y Hoy”. Yo no me había dado cuenta de esto cuando escogí este tópico, lo popular que es este tema hoy. De hecho, la mayoría de mis recursos fueron escritos en el siglo 21, y un nuevo libro de Justo González salió tan recientemente que yo no pude acceder a él a tiempo.

I. Lectura Pública de la Biblia en la Iglesia Primitiva

Las reuniones de la iglesia apostólica incluyeron la lectura extensiva de la Escritura. Una razón para esto era la baja tasa de alfabetismo entre los cristianos. Quizás tan pocos como el 10 o 15% de los creyentes en Filipo o Éfeso o Roma eran letrados.

Y tan tarde como 1820, solo alrededor del 12% de la población global podía leer. La tasa de alfabetismo se ha disparado desde entonces. Según la UNICEF ahora se encuentra cerca del 86% y está aumentando; la cifra en Costa Rica es alrededor del 97% (Burton). E incluso si una persona no puede leer, puede escuchar grabaciones de libros, incluida la Biblia. Así que, ¡nunca ha sido un mejor tiempo para ser un lector con los ojos o con los oídos!

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¡Desastre eterno por delante!

Yo creo en Salvo, Siempre Salvo. Entonces, cómo interpreto la apostasía?

Ahora que dos cristianos muy conocidos han renunciado a su fe, he aquí algunos pensamientos acerca del otro 99% de nosotros:

La apostasía es una posibilidad para cada cristiano
Cada cristiano está en riesgo.
Cada cristiano está en un constante riesgo.

Bueno: ¿cómo puedo yo, que creo en la seguridad eterna, decir esto? ¿No se supone que debemos decirles a todos que yo tengo la seguridad absoluta de mi salvación?

NO.

La verdad de “una vez salvo, siempre salvo” de ninguna manera elimina la doctrina bíblica de que “hay personas que han profesado a Cristo, se han bautizado, se unen a la iglesia, hacen buenas obras, y luego se apartan de ella.” La apostasía ocurre todo el tiempo, pero las miles de las otras personas que se deslizaron este mes pueden haberlo guardado para sí mismas.

Lo que nos confunde, al menos en la tradición en la que crecí, es que tenemos un séquito de etiquetas desordenadas. Me enseñaron que, si una persona se aleja de la iglesia, de caminar con Cristo, de confiar en Dios, que bueno, esa persona es un “cristiano reincidido”. O “alejado del camino”. Lee el resto de esta entrada »

¡Pruebe Arnold, comentario de Efesios!

¡Recomiendo el comentario de Efesios por nuestro amigo Clinton Arnold! Es parte de la serie Comentario Exegético-Práctico del Nuevo Testamento (CEPNT), publicado por Andamio; Arnold también es el editor de la serie. He aquí una descripción de la serie. Se puede comprar de Andamio, de Amazon, de Kindle, y de Logos. También puede comprar mi comentario de 1-2 Tesalonicenses allí.

 

 

Aquí una selección:

Humanidad atrapada en la esclavitud 

Toda la humanidad está atrapada sin poder escapar de una forma triple de esclavitud. 

Pablo utiliza la palabra “muertos” para caracterizar esta esclavitud. Alguien que está muerto ha perdido toda habilidad para funcionar, razonar o sentir. Lo que resulta irónico es que en el retrato que Pablo hace de los muertos en este pasaje éstos mantienen su habilidad para caminar y actuar. Simplemente han sido separados del Autor de la vida y no tienen deseo alguno ni habilidad para complacerle o para relacionarse con él, su Hacedor. Pablo enseña en este pasaje que no hay nada que puedan hacer los muertos para ganarse el favor de Dios y especialmente su salvación. No hay señal de que ni siquiera lo deseen porque toda su vida está bajo el control de tres fuerzas poderosas que determinan su conducta diaria y su modo de pensar.

Ha quedado demostrado que el mundo, el diablo y la carne son poderes persuasivos que llevan a la humanidad a cometer actos que se desvían del carácter santo y justo de Dios. En el NT hay numerosos testimonios sobre estos tres poderes esclavizadores en las enseñanzas de Jesús, Juan, Lucas, Pedro y Santiago, aunque utilicen un vocabulario distinto. Estas tres fuerzas juntas forman una atadura ineludible, una trampa mortal que mantiene a la humanidad alejada de Dios y sobre una senda diaria de pecado tanto de pensamiento como de conducta.

Podríamos decir que una de estas fuerzas es externa a nosotros, otra es interna, y la otra obra poderosamente a través de las primeras dos además de directamente. La “edad de este mundo” es el medio político, social, económico y cultural insano e impío en el que vivimos. Representa el mal organizado en forma de presión social, ideología, sistemas y estructuras que nos proporcionan un guion de cómo vivir la vida separados de Dios y de sus propósitos. La “carne” es la tendencia e inclinación interior al mal. Es nuestra condición de criatura, infectada por las implicaciones de la caída de Adán, la que nos impulsa a actuar de forma contraria a la que Dios desea que hagamos. Representa una inclinación hacia nosotros mismos y a alejarnos de Dios. “El príncipe de la potestad del aire,” el diablo, es un espíritu inteligente y poderoso que es absolutamente malvado e intenta realizar el mayor mal posible en las vidas de los individuos y a través de ellos en la sociedad.

Los gentiles y judíos que viven en la época de Pablo no tendrían problema alguno para entender y aceptar el diagnóstico de Pablo sobre el dilema humano. Algunos de los gentiles, no obstante, les puede haber resultado difícil entender la inclinación interior al mal que Pablo denomina la “carne,” especialmente si han vivido bajo la influencia de cualquier forma de estoicismo. Puede que estén más dispuesto a aceptar el “mundo” y la idea de los espíritus malignos. Los occidentales de la época contemporánea, por el contrario, a menudo tienen muchas más dificultades para aceptar la noción de un ser personal llamado diablo que influye en la humanidad a través de un ámbito de espíritus malignos. Algunos estudiosos han hablado de esto como lenguaje mitológico que refleja la visión obsoleta de Pablo que resulta irrelevante en nuestra sociedad moderna. Sin embargo, Pablo veía al diablo y a los espíritus malignos como una realidad con la que había que enfrentarse; y así lo han visto los creyentes a lo largo de los siglos, y en todas las culturas y grupos étnicos del mundo.

Cualquiera que sea la dificultad que se tenga para aceptar el diagnóstico de Pablo, este presenta una visión equilibrada en concordancia con el resto de la revelación bíblica y que es necesario integrar a la visión cristiana contemporánea sea cual sea su cultura.

«¡Pruebe Arnold, comentario en Efesios!» por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica

¡Coronavirus! ¿Ofrecemos la Cena del Señor, incluso cuando dos o tres NO estén reunidos?

Compartiré mi conclusión por adelantado: ¡por supuesto que sí! Y si podemos resolver eso, el principal problema se convierte ahora en la logística, no en la teología.

Primero algunos antecedentes. Las iglesias ofrecen servicios de adoración en línea: cultos o estudios bíblicos, por ejemplo, o grupos pequeños. Una iglesia menonita de que he escuchado está ofreciendo «auto-oración»: el pastor dijo que esperaba que las personas no de la iglesia les hicieran su primera visita en su propio carro, ya que no se sentirían «encajonadas» por el edificio físico.

Así que, vemos los muchos dones de Dios a través de su iglesia siendo entregados a distance: la enseñanza de la Palabra; adoración; oración.

Pero, ¿dónde deja eso la pieza faltante, la Cena del Señor?

lord's supper

Creo que muy pocos evangélicos le dan el peso adecuado a la Cena del Señor; por lo tanto, no considero que la «demora indefinida» para celebrar la muerte del Señor sea una pérdida aceptable, ni creo que sea demasiado difícil practicar la Cena del Señor en condiciones de distanciamiento social. Lee el resto de esta entrada »

Cómo prepararnos para la Santa Cena [Estudios de 1 de Corintios]

Pablo dijo a los creyentes, “cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa”. Ellos comieron y bebieron “sin discernir el cuerpo.” En este contexto particular, significa, Algunos tomaron la Santa Cena sin mostrar el debido respecto a los demás miembros del “cuerpo”, la iglesia de Cristo.

La expresión cada uno debe examinarse a sí mismo se saca de su contexto con mucha frecuencia. Se lee antes de la Cena del Señor, instando a los participantes a investigar en quietud su propia conciencia antes de participar, para evitar el peligro de ser juzgados cuando coman. Esta no es una práctica mal orientada.

Sin embargo, Pablo está apuntando en otra dirección. El examen tiene que ver específicamente con los pecados en contra del espíritu del evangelio: avergonzar al pobre, excluir a los no influyentes, convertir la conmemoración de la muerte de Jesús en una oportunidad para festejar y para exaltarse uno mismo por encima de los otros. Los corintios deberían dar un paso atrás y reevaluar su actitud completa hacia la cruz, hacia el evangelio, hacia la comunión y hacia los hermanos. Esto no puede llevarse a cabo en unos pocos segundos antes de la comunión y justo después de todos los errores relevantes que se han cometido.

Es relativamente fácil descubrir y confesar pecados de “comisión”, es decir, cosas que hemos hecho. Es más difícil, como vemos en esta epístola, detectar pecados sutiles de “omisión” en contra de los demás cristianos. ¿Quién está consciente de sus propios errores? ¡Perdóname aquellos de los que no estoy consciente! (Salmo 19:12)

PD Por supuesto, si alguien tiene otros tipos de pecado en su consciencia, uno debe tratar con ellos antes de participar en la Santa Cena. Por lo tanto, Calvino (Comentario sobre 1a de Corintios) con seguridad tiene razón al decir que: “Algunos restringieron esto a los corintios…pero yo soy de la opinión de que Pablo aquí, según acostumbraba, pasó de un caso particular a una afirmación general, o de un ejemplo a una lección completa”.

«Cómo prepararnos para la Santa Cena [Estudios de 1 de Corintios],» por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testament, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica