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La Lectura oral de las Escrituras en la Iglesia Primitiva y Hoy – ¡nuestra entrada número 300!
Ponencia dada en Seminario ESEPA, el 23 de abril 2021.
La ponencia en ingles aqui.
Para descargar el PDF:
Resumen: “En la iglesia primitiva, la lectura oral extensiva de las Escrituras era una necesidad (1 Tim 4:13; Ap 1:3; en el siglo dos, Justino Mártir, Primera Apología 67; el Canon de Muratori; Tertuliano, Apología 39), debido al elevado analfabetismo existente en la iglesia. Hoy en día la tasa de alfabetización mundial para adultos es del 86% y está aumentando; y en Costa Rica es del 97%. La iglesia asume tácitamente que los creyentes leerán la Biblia durante la semana, y que las lecturas en el culto pueden reducirse al mínimo, escogerse al azar, o limitarse a textos ya conocidos. Argumentaremos que la antigua práctica sigue siendo muy necesaria, incluso en una época en que la alfabetización es generalizada.”[1]
Introducción
En las cartas pastorales, Pablo enfatizó el rol de las Escrituras; nuestro texto principal será: “En tanto que llego, dedícate a la lectura pública de las Escrituras, y a enseñar y animar a los hermanos.” (1 Tim 4:13 NVI)
Por favor, tómese unos pocos segundos y piense acerca de esta frase, “la lectura pública de las Escrituras.” En el último culto al que usted asistió: aparte del sermón, ¿cuáles textos bíblicos recuerda que alguien haya leído a la congregación? ¿Y qué impacto tuvieron en los oyentes?
Yo planteo la pregunta: Pablo dice “dedícate a la lectura pública de las Escrituras”; de lo que presenciamos hoy en día, ¿Vemos ese mismo nivel de dedicación, de devoción, de compromiso a la lectura de porciones sustanciales de la Biblia en voz alta durante las reuniones de la iglesia?
Mi tema de esta noche es “La Lectura oral de las Escrituras en la Iglesia Primitiva y Hoy”. Yo no me había dado cuenta de esto cuando escogí este tópico, lo popular que es este tema hoy. De hecho, la mayoría de mis recursos fueron escritos en el siglo 21, y un nuevo libro de Justo González salió tan recientemente que yo no pude acceder a él a tiempo.
I. Lectura Pública de la Biblia en la Iglesia Primitiva
Las reuniones de la iglesia apostólica incluyeron la lectura extensiva de la Escritura. Una razón para esto era la baja tasa de alfabetismo entre los cristianos. Quizás tan pocos como el 10 o 15% de los creyentes en Filipo o Éfeso o Roma eran letrados.
Y tan tarde como 1820, solo alrededor del 12% de la población global podía leer. La tasa de alfabetismo se ha disparado desde entonces. Según la UNICEF ahora se encuentra cerca del 86% y está aumentando; la cifra en Costa Rica es alrededor del 97% (Burton). E incluso si una persona no puede leer, puede escuchar grabaciones de libros, incluida la Biblia. Así que, ¡nunca ha sido un mejor tiempo para ser un lector con los ojos o con los oídos!
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Tanta gente rechaza a Calvino, otra gente lo ama, y ¡poca gente lo ha leido! Por ejemplo, es un mito, chisme realmente, que la fe reformada rechaza la necesidad de oración. De hecho, hasta Juan Calvino incluyó en su Institución, una sección entera sobre la necesidad de oración. Nuestra dependencia de nuestro Padre Soberano nos hace aún más propensos a correr a él en oración.
Escuchamos a Calvino:
Nos dirá alguno: ¿Es que no sabe El muy bien sin necesidad de que nadie se lo diga las necesidades que nos acosan y que es lo que nos es necesario? Por ello podría parecer en cierta manera superfluo solicitarlo con nuestras oraciones, como si El hiciese que nos oye, o que permanece dormido hasta que se lo recordamos con nuestro clamor.
Los que así razonen no consideran el fin por el que el Señor ha ordenado la oración tanto por raz6n de Él, cuanto por nosotros. El que quiere, como es razonable, conservar su derecho, quiere que se le de lo que es suyo; es decir, que los hombres comprendan, confiesen y manifiesten en sus oraciones, que todo cuanto desean y ven que les sirve de provecho les viene de Él. Sin embargo, todo el provecho de este sacrificio con el que es honrado revierte sobre nosotros. Por eso los santos patriarcas, cuanto más atrevidamente se gloriaban de los beneficios que Dios a ellos y a las demás les había concedido, tanto más vivamente se animaban a orar.
En confirmación de esto basta alegar el solo ejemplo de Elías, el cual, seguro de! consejo de Dios, después de haber prometido sin temeridad al rey Acab que llovería, no por eso deja de orar con gran insistencia; y envía a su criado siete veces a mirar si asomaba la lluvia (1 Re. 18, 41-43); no que dudase de la promesa que por mandato de Dios había hecho, sino porque sabía que su deber era proponer su petición a Dios, a fin de que su fe no se adormeciese y decayera.
De Juan Calvino, Institución de la Religión Cristiana III, xx, 3. Aquí el libro.
Pablo y el sexo homosexual en su contexto griego [Romanos 1:26-27]
De vez en cuando en este blog estaré compartiendo sobre la epístola a los Romanos. Son selecciones y resúmenes de mi comentario breve sobre la carta en El Comentario Biblico Contemporáneo, que será publicado por Ediciones Kairos, Buenos Aires.
[26] Por esta causa, Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por relaciones contra naturaleza. [27] De la misma manera, también los hombres, dejando las relaciones naturales con la mujer, se encendieron en sus pasiones desordenadas unos con otros, cometiendo actos vergonzosos, hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución que corresponde a su extravío. Romanos 1:26-27 RVA
Este texto se ha interpretado tradicionalmente como una condenación de toda actividad homosexual ya sea entre mujeres o entre hombres.
La actividad homosexual en la sociedad greco-romana iba en el espectro desde las relaciones amorosas a la explotación abierta. Los jóvenes varones griegos de vez en cuando tenían relaciones sexuales mientras esperaban el matrimonio; y había quienes sostenían que tener relaciones sexuales con otro varón era una relación superior a la que se tenía con alguien del sexo “inferior”. Además, no era inusual que un hombre se involucrara sexualmente con varones más débiles, ya fueran esclavos, niños, jóvenes, o algún protegido. En términos actuales, entonces muchos o la mayoría de estos varones explotadores eran bisexuales. Aun el supremo dios griego Zeus, cuyo interés en las mujeres era insaciable, secuestró a un niño guapo llamado Ganimedes, a quien hizo su objeto sexual.
Mientras que en 1 Corintios 6 Pablo se enfoca en el comportamiento, no en la inclinación sexual, en Romanos 1 se refiere tanto al deseo como al comportamiento Lee el resto de esta entrada »
No me avergüenzo del evangelio [Romanos]
De vez en cuando en este blog estaré compartiendo sobre la epístola a los Romanos. Son selecciones y resúmenes de mi comentario breve sobre la carta en El Comentario Biblico Contemporáneo, que será publicado por Ediciones Kairos, Buenos Aires.
Romanos 1:16a – “no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen”
En la antigüedad, el concepto de honor y vergüenza era la clave para el comportamiento de toda persona. Entonces, el estatus se quedaba en riquezas, influencia, inteligencia, un buen nombre, poder militar.
En Roma especialmente los cristianos tuvieron que resistir la tentación de perseguir el estatus mundano. Sin embargo, lo que el mundo consideró débil fue en realidad la verdad poderosa de Dios. Entonces, Dios había escogido a las personas corintias que no tenían ninguna reputación para traer vergüenza a los sabios y a los poderosos (1 Cor 1:26-31).
Este cambio de valores se basa en la cruz de Cristo. En Rom 9:33, Pablo cita a Isaías 28:16 y 8:14 como profecía mesiánica: “He aquí pongo en Sión una piedra de tropiezo y una de escándalo; y el que crea en él no será avergonzado” (LBLA). Toda persona que tropiece sobre esta roca, porque piensa que el evangelio es para tontos, caerá, pero aquellas que tengan fe nunca “serán avergonzadas”. La confianza de Pablo tenía poco que ver con su habilidad de hablar bien o proponer un plan estratégico – descansaba en el hecho de que Dios nunca lo defraudaría.
Su confianza descansaba en el hecho de que el evangelio, que a los ojos del mundo es una pobre y débil filosofía, es poderoso, porque el Todopoderoso Dios ha escogido trabajar por medio de él.
Miles de judíos fueron crucificados en el siglo primero, pero solo en un caso particular un hombre fue resucitado y declarado Hijo de Dios y Salvador (1:4). “Su divino poder […] nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda” (2 Pedro 1:3), empezando con el nuevo nacimiento y el don del Espíritu Santo. Es por ello que el apóstol no sería silenciado — a pesar de la oposición al evangelio, había visto cómo tantas personas habían sido transformadas, empezando por él mismo, que había vencido cualquier incomodidad en su esfuerzo por compartir el mensaje. Se mantendría evangelizando, a pesar de la hostilidad que inevitablemente enfrentaría en Jerusalén, en Roma, y en España.
«No me avergüenzo del evangelio [Romanos],» por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
Bosquejo de la epístola [Romanos]
De vez en cuando en este blog estaré compartiendo sobre la epístola a los Romanos. Son selecciones y resúmenes de mi comentario breve sobre la carta en El Comentario Biblico Contemporáneo, publicado por Ediciones Kairos, Buenos Aires.
BOSQUEJO DE ROMANOS
Introducción (1:1-17)
Saludos (1:1-7)
Relación de Pablo con la iglesia de Roma (1:8-15)
Tema de la Carta: El evangelio, poder de Dios para la salvación de todos, y diligencia de Pablo para su proclamación (1:16–17)
La universalidad de la condenación venidera (1:18–3:20)
La condenación de quienes cometen los “pecados de los gentiles”: idolatría y corrupción sexual (1:18–32)
La condenación de quienquiera que peque, sea que respete la ley de Moisés o no (2:1–3:8)
Prueba en el AT de que los judíos son tan culpables como los gentiles (3:9–20)
La salvación en el evangelio de Cristo (3:21–5:21)
La salvación mediante la obra de Cristo y la fe en él (3:21–31)
Prueba del argumento paulino en los héroes del AT (4:1–21)
La fe en la resurrección de Jesucristo se tomará en cuenta como justicia (4:22–25)
Dos sectores en la humanidad: el de quienes están en Adán y el de quienes están en Cristo (5:1– 21)
La nueva vida en Cristo (6:1–7:25)
Muertos al pecado y a la ley, y vivos en Cristo (6:1–7:6)
El conflicto entre la naturaleza pecaminosa y la mente que se somete a la ley de Dios (7:7–25)
La nueva vida en el Espíritu y la liberación de la creación (8:1–39)
El Espíritu libera a los creyentes de la naturaleza pecaminosa en la vida presente (8:1–11)
El Espíritu completará su obra transformadora en los creyentes como “herederos de Dios y coherederos con Cristo” (8:12–17)
La creación será liberada de la corrupción junto con los hijos de Dios (8:18–25)
El Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios (8:26–27)
Nada podrá apartar a los creyentes del amor de Dios (8:28–39)
El problema histórico del nuevo pueblo de Dios y el pueblo de Israel (9:1–11:36)
La incredulidad de Israel y la elección de los gentiles se cumplen conforme a las Escrituras (9:1–10:4)
Israel puede recibir la justicia de Cristo si tan solo cree en él (10:5–21)
Tanto los gentiles elegidos por Dios como el remanente escatológico de Israel serán salvos (11:1–36)
La nueva vida en Cristo y el cumplimiento de la ley (12:1–13:14)
Los creyentes: sacrificio vivo, santo y agradable a Dios (12:1–2)
La vida cristiana en función del amor en la iglesia y en el mundo (12:3–21)
La vida cristiana y la responsabilidad política de los creyentes (13:1–8a)
La vida cristiana según el principio del amor fraternal (13:8b–10)
La vida cristiana entre el tiempo presente y el nuevo día (13:11–14)
La resolución de un conflicto particular de la iglesia en Roma (14:1–15:13)
Los creyentes rinden cuentas a Dios con respecto a sus decisiones éticas (14:1–12)
Los creyentes no deben causar daño a los demás, sino edificarlos (14:13–15:4)
Dios quiere que todos los creyentes vivan en armonía (15:5–13)
El ministerio sacerdotal de Pablo y su itinerario (15:14–33)
El ministerio de Pablo se centra en evangelizar áreas que no tienen iglesia (15:14–22)
Pablo planea visitar Jerusalén, luego Roma y más adelante, como pionero, España (15:23–33)
Conclusión (16:1–27)
Saludos (16:1–16)
Discernimiento espiritual (16:17–20)
Saludos y doxología (16:21–27)
«Bosquejo de la epístola [Romanos],» por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
Pablo viajará de Roma a España – [Romanos]
De vez en cuando en este blog estaré compartiendo sobre la epístola a los Romanos. Son selecciones y resúmenes de mi comentario breve sobre la carta en El Comentario Biblico Contemporáneo, que será publicado por Ediciones Kairos, Buenos Aires.
El propósito de Romanos es, (1) informar a los creyentes romanos acerca de su futuro viaje a Roma y, aún más importante, a España; (2) pedirles su apoyo para esta nueva iniciativa; (3) convencerlos de que era absolutamente necesario que España oyera el evangelio, pues todo el mundo tenía que oírlo.
¿Por qué quería ir a España (en latín oficial, Hispania)? Pues, porque se trataba de un territorio que todavía no había sido tocado por el evangelio, y porque parte del llamado de Pablo era servir de pionero: mi propósito ha sido predicar el evangelio donde Cristo no sea conocido, para no edificar sobre fundamento ajeno (15:20). Si el oyente o el lector de Romanos no siente la misma urgencia, quizás se deba a que todavía no ha entendido el evangelio, pues nos advierte que nuestros vecinos necesitan escucharlo.
Tenemos otros ejemplos de este reto, en Filipenses 4:15-16 y 2 Tesalonicenses 3:1-2. Pablo buscaba ayuda espiritual y económica.
Y ustedes mismos, filipenses, saben que en el principio de la obra del evangelio, cuando salí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en mis ingresos y gastos, excepto ustedes. Incluso a Tesalónica me enviaron ayuda una y otra vez para suplir mis necesidades. Filipenses 4:15-16
Por último, hermanos, oren por nosotros para que el mensaje del Señor se difunda rápidamente y se le reciba con honor, tal como sucedió entre ustedes. Oren además para que seamos librados de personas perversas y malvadas, porque no todos tienen fe. 2 Tesaloncenses 3:1-2
Entonces, la carta a la iglesia de Roma es misiológica, diseñada para reclutar a los creyentes romanos – y, por extensión, a nosotros – en la obra del evangelio.
«Pablo viajará de Roma a España [Romanos],» por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
La Carta a los Romanos – ¿Por qué y para qué? [Romanos]
De vez en cuando en este blog estaré compartiendo sobre la epístola a los Romanos. Son selecciones y resúmenes de mi comentario breve sobre la carta en El Comentario Biblico Contemporáneo, que será publicado por Ediciones Kairos, Buenos Aires.
Me he atrevido a hacerlo por causa de la gracia que Dios me dio para ser ministro de Cristo Jesús a los gentiles . . . Pero ahora que ya no me queda un lugar dónde trabajar en estas regiones, y como desde hace muchos años anhelo verlos, tengo planes de visitarlos cuando vaya rumbo a España. (Rom 15:15-16, 23-24 NVI)
Una ventaja de estudiar una carta del principio al fin es que uno tiene que meditar en la cuestión de, ¿por qué Pablo la escribió? y también ¿con cuál fin? He aquí mis observaciones:
La epístola a los Romanos habla a la iglesia latinoamericana en dos niveles: como un tesoro de amados textos del evangelio y como una carta misionera antigua, escrita para un momento específico del trabajo de Pablo entre las naciones. Ambos niveles son válidos, puesto que hoy en día el discípulo llega a conocer Romanos ante todo por sus claras formulaciones, tales como, la letalidad del pecado (“todos han pecado y están privados de la gloria de Dios,” 3:23), el regalo gratuito de la vida eterna (“la dádiva de Dios es vida eterna,” 6:23), y la transformación de la nueva persona en Cristo (“transformados mediante la renovación de su mente,” 12:1-2).
Más allá de eso, nosotros debemos entrar en la mente de Pablo y apreciar su plan para el final de la década de los años cincuenta d. C. – un viaje misionero mediante el cual llevaría el evangelio más lejos de lo que había llegado antes al oeste de Jerusalén. Entonces, vemos que Romanos, en su inicio, cuando fue llevada a Roma, era un claro llamado a los creyentes de la capital del imperio a que actuaran, en primera instancia, con el fin de que recibieran a Pablo, y, más adelante, para que patrocinaran su viaje para evangelizar España.
En Latinoamérica también nos estamos equipando para llevar el evangelio a las naciones. También nos beneficiaremos de conocer, no solo lo que Pablo declaró acerca de la salvación, sino por qué lo dijo a aquellos cristianos de Roma, y, por extensión, en qué consiste el llamado de Dios a nosotros a proclamar el evangelio.
«La Carta a los Romanos – ¿Por qué y para qué? [Romanos],» por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
Sanctificación como integridad
Estoy leyendo la Institución y esto me llamó la atención:
«…debemos poner ante nuestros ojos este blanco, al que han de ir dirigidas todas nuestras acciones. Hacia él hay que tender y debemos esforzarnos por llegar. Porque no es lícito que andemos a medias con Dios, haciendo algunas de las cosas que nos manda en su Palabra, y teniendo en cuenta otras a nuestro capricho. Pues Él siempre nos recomienda en primer lugar la integridad como parte principal de su culto, queriendo significar con esa palabra una pura sinceridad de corazón sin mezcla alguna de engaño y de ficción; a lo cual se opone la doblez de corazón; como si dijese, qué el principio espiritual de la rectitud de vida es aplicar el afecto interior del corazón a servir a Dios sin ficción alguna en santidad y en justicia.
«Mas, como mientras vivimos en la cárcel terrena de nuestro cuerpo, ninguno de nosotros tiene fuerzas suficientes, ni tan buena disposición, que realice esta carrera con la ligereza que debe, y más bien, la mayor parte es tan débil y tan sin fuerzas, que va vacilando y como cojeando y apenas avanza, caminemos cada uno según nuestras pequeñas posibi1idades y no dejemos de proseguir el camino que hemos comenzado. Nadie avanzará tan pobremente, que por lo menos no gane algo de terreno cada día. No dejemos, pues, de aprovechar continuamente algo en el camino del Señor…»
Juan Calvino, Institución de la Religión Cristiana 3.6.5. Se puede leer AQUI. ¡No lo critique antes de leerlo un poco!
«Sanctificación como integridad,» Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica