Archive for the ‘cristiano’ Category
¿El plagio es justificable? No, pues “no robarás”
Plagio en el púlpito
Hace unos meses, recibí una inquietante llamada telefónica de un miembro de cierta iglesia anglohablante. Conozco bien a esta señora, también su iglesia y a su pastor, pero no daré más detalles aquí.
Resumo lo que me dijo.
¡No sé ni por dónde empezar! Bueno, hay un señor en nuestra iglesia al que le encanta la predicación de nuestro pastor. El señor también sigue a otro predicador famoso en YouTube. Un día, el señor estaba mirando un sermón de YouTube, y tuvo la extraña sensación: “¿Estoy experimentando un déjà vu? Tengo la impresión de haber oído todo esto antes”. Y le ocurrió una y otra vez. Al final se dio cuenta de que su pastor simplemente estaba copiando sermones que el mismo famoso predicador ya había dado en YouTube. Era reacio a decir nada, pero decidió que estaba obligado. Los ancianos examinaron el caso y se dirigieron al pastor en estos términos:
“Hay pruebas, no de que de limite a tomar prestadas citas o partes de sermones sin dar crédito al autor, sino de que predica sermones enteros dados por otro. Esto llegó al extremo de que cuenta anécdotas que le sucedieron al otro, pero las representó como si le hubieran sucedido a usted mismo. Y de ninguna manera insinuó que se estaba apropiando de sermones ajenos”.
El pastor se enfadó, y se defendió. Nunca se disculpó ni admitió que había obrado mal por muchos años.
Llevo mucho tiempo pensando en este suceso tan perturbador. Y conté la historia de forma más breve, sin dar nombres, en Facebook (en español, ¡no en inglés!), como un cuento con moraleja para que todos los siervos de Dios sean honestos en sus ministerios. Señalé que era un ejemplo de “plagio”, utilizar material ajeno y fingir que es propio.
Fue en Facebook donde recibí una mayor sorpresa.
Lee el resto de esta entrada »¿Cómo se disciplina Pablo en 1 Corintios 9? Tal vez le hemos malinterpretado
Materia tomada de mi comentario de 1 Corintios.
Tendrás que respetar las reglas, someterte a una dieta, abstenerte de frivolidades. A determinadas horas, te guste o no, tendrás que ejercitar tu cuerpo ya sea que haga calor o frío; no beberás agua demasiado fría y a veces ni siquiera vino. En una palabra, tendrás que entregarte a tu maestro como si fuera tu médico. (Epicteto, Enquiridión 29.2), unas décadas después de Pablo
¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero solo uno obtiene el premio? Corran, pues, de tal modo que lo obtengan. Todos los deportistas se entrenan con mucha disciplina. Ellos lo hacen para obtener un premio que se echa a perder; nosotros, en cambio, por uno que dura para siempre. Así que yo no corro como quien no tiene meta; no lucho como quien da golpes al aire. Más bien, golpeo mi cuerpo y lo domino, no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado. 1 Corintios 9:24-27 NVI
Hay dos maneras de interpretar el punto de Pablo.
Uno: El más popular es que, golpeo mi cuerpo y lo domino, significa que Pablo viva de manera estricta, o para ser salvo, o quedar salvo, o mejorar su vida espiritual. Por ejemplo, Nicoll, First Corinthians, p. 2:855, etiqueta esta sección “El Ascetismo de Pablo”, que refleja un malentendido del significado de la palabra “ascetismo”. Pero bueno: un paralelo en este caso sería Fil 3:12-14, “olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante”. Esta interpretación enfatiza el siguiente contexto: “después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado” (v. 27) tiene su paralelo en la advertencia “tenga cuidado de no caer” (10:12).

Dos: En vez de eso, Pablo está usando el tropo del estricto entrenamiento para continuar describiendo su estrategia misionera, lo que hace en 9:18-23 – “Aunque soy libre respecto a todos, de todos me he hecho esclavo para ganar a tantos como sea posible … Me hice todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles. Todo esto lo hago por causa del evangelio, para participar de sus frutos”. Es decir, su autodisciplina tiene que ver con éxito evangelístico, representado “participar de sus frutos” en v. 23 y “obtener un premio” en v. 25. No importa si la metáfora diferentes aplicaciones en Filipenses 3 y 1 Corintios 9, así que, Pablo de vez en cuando usa la misma metáfora para ilustrar diferentes lecciones.
Lee el resto de esta entrada »La Biblia en un año: ¡mi plan favorito!
Nunca antes en la historia de la humanidad ha tenido tanta gente un acceso tan fácil a la Biblia – o a los libros sagrados de cualquier religión – como el que tenemos nosotros a las Escrituras.
Sin embargo, y me avergüenza admitirlo, sigo encontrándome con cristianos que aún no han llegado a leer la Biblia entera. O que han leído versículos o algunos Salmos. Es una pregunta delicada, pero intento hacérsela: «¿Y desde cuándo eres cristiano?». Si la respuesta es: «¡Sólo unos meses!», entonces es comprensible. «¡Desde hace algunos años!» no lo es. Incluso los ciegos y analfabetos pueden leer grabaciones de la Biblia en español.
Leer toda la Biblia en un año es un objetivo estupendo para cualquier año. Y mi plan de lectura favorito es el extravagantemente llamado «Plan Bíblico para los Vagabundos y Poco Autodisciplinados». ¿Por qué este nombre? Porque la mayoría de los planes de lectura se arruinan si te pierdes un par de días, te sientes culpable o fracasado y abandonas. Este tiene una característica especial: puedes faltar un día o incluso días, ¡y aun así no saltas las vías del plan! Sólo tienes que retomarlo donde lo dejaste. (Nota: está en inglés. No obstante, el hispanohablante puede seguirlo fácilmente.)
Haga clic AQUI para descargarlo.

Sólo se necesitan unas 70 horas para leer toda la Biblia, es decir, una media de 1 hora y cuarto por semana. ¡Pues yo he leído novelas de Tolstoi más largas que la Biblia!
«La Biblia en un Año – ¡Mi Plan Favorito!», recomendado por Gary S. Shogren, PhD en Nuevo Testamento

Antes de criticar el calvinismo o el arminianismo, ¡CONOZCA LO QUE REALMENTE PIENSA!
¿No es molesto cuando alguien insiste en que sabe lo que usted cree, y no acepta su palabra de que no lo hace?
Un amigo mío que trabajaba en un entorno musulmán escuchaba a menudo: “¡Ustedes los cristianos creen en una trinidad de Padre, Hijo y Virgen María!”. En este caso, el cristiano debería tener la última palabra, ya que “¡Creo que conozco mi propia religión!”.
Los no cristianos me han dicho: “Oh, usted es evangélico, por lo tanto, cree en XYZ”. O “Usted votó por fulano. Por lo tanto, ¡debes creer en ABC!”. Cuando sugiero amablemente que están equivocados, que “Debes estar pensando en otra persona”, ¡parecen dudosos!
El otro día, alguien acusó a los presbiterianos de ser “católicos”, porque bautizan a sus bebés. Un presbiteriano respondió que ese no era el caso, y que él bien la base de su propia teología.
La caracterización errónea de otra persona es la falacia del “hombre de paja”: cuando alguien afirma estar atacando las creencias de un oponente, pero en realidad está atacando algo que él mismo ha inventado. Es fundamentalmente deshonesto y poco ético. Es lo contrario de “decir la verdad con amor”.
En su Teología arminiana: Mitos y realidades (2006 en inglés, 2022 en español), Roger Olson cuenta una larga historia sobre cómo ha sido criticado con frecuencia por creer en un arminianismo que no sostiene; o incluso se le ha dicho que es básicamente católico o incluso que no es cristiano en absoluto.

Él escribe:
“Las cosas cambiaron cuando me inscribí en un seminario evangélico bautista y empecé a oír el término arminiano siendo usado de modo despectivo. En mis estudios en el seminario mi teología era equiparada al semipelagianismo. Ahora yo precisaba descubrir qué era el semipelagianismo… Durante las décadas de los ochenta y noventa, a medida que mi propia carrera evolucionaba, descubrí que mi mundo evangélico estaba siendo afectado por lo que un amigo reformado llamó «la venganza de los calvinistas». Diversos autores evangélicos y publicaciones empezaron a hacer duros ataques contra la teología arminiana, con informaciones incorrectas e interpretaciones erróneas. Oí y leí que mi propia forma de ser evangélico era llamada «humanista» y «más católica que protestante».”
Lee el resto de esta entrada »¿Por qué no abandoné la iglesia? Un testimonio.
¡Gracias, Arnulfo Giron, por traducirlo!
Publicación tras publicación anuncia que los jóvenes se van de la iglesia. He leído algunas buenas ideas sobre los problemas y las soluciones.
Me hace reflexionar: ¿Por qué yo no abandoné la iglesia?
He aquí la historia completa: Primero fui a la iglesia porque eso era lo que la familia hacía; más tarde llegué a creer que era parte de mi nueva vida y necesario para mi crecimiento; luego un lugar donde podía ministrar: la iglesia se convirtió en mi llamado y desde los 22 años en adelante he estado en el ministerio a tiempo parcial o completo.
Todo para decir que, mi iglesia no tuvo que esforzarse mucho para captar mi interés. ¡Y mientras estaba en el seminario, la asistencia a la iglesia era obligatoria de todos modos!
Pero por qué no dejar todo eso de lado, porque más allá de estos puntos, había fuerzas “centrípetas” que me empujaron hacia la iglesia. Y voy a agregar algunas ideas de amigos de Facebook, que me ayudaron a trabajar en este artículo.
Fui desafiado a tener una fe de primera mano. Este factor se menciona con frecuencia en estos días, y tengo que estar de acuerdo, es el número 1 en importancia. Por supuesto, mis padres me habrían agraviado si hubiera tratado de dejar de ir a la iglesia. No obstante, llegó un punto (cuando cumplí 14 años), en que pasé a otro capítulo de mi vida: dije, “Esta es mi iglesia; esta es mi fe; esta es mi vida que estoy viviendo, y esta es la nutrición espiritual que yo necesito.” A manera de cliché: comencé a viajar en mi bicicleta cuatro millas montañosas de ida y vuelta para ir a la reunión de oración entre semana. Y sí, incluso bajo la lluvia.
Nuestro amigo de Facebook agrega esto: “Vivimos en una sociedad que alienta a sus adolescentes a no tomarse la vida en serio o actuar como adultos. Debemos estar abiertos a la posibilidad de que los jóvenes de nuestros días estén especialmente mal equipados para la vida devocional. Si ese es el caso, entonces mucha culpa también recae en manos de los padres y las escuelas. Consecuentemente, es parte del trabajo de la iglesia tomar una postura predictiva contra los aspectos de la sociedad que los rodea, que socavan la capacidad de los jóvenes para mantener un compromiso duradero con Dios y la iglesia.”
Nos enseñaron a cultivar el discernimiento espiritual. En alguna parte aprendí que hay verdad y error, y que no debemos tomar la palabra de un adulto por algo. Hoy a los jóvenes se les enseña en la escuela que no existe la verdad absoluta, y en la iglesia se les dice que la hay. El resultado es que tienden a resistirse cuando el predicador dice: “Soy el pastor, y lo que les estoy diciendo es la verdad absoluta, así que créanlo”. Yo no acepto ese tipo de dogmatismo de nadie, y los jóvenes tampoco deberían hacerlo.
Nuestra narrativa central era la Biblia, no “Crepúsculo” o “Juego de Tronos” o incluso Tolkien. ¿A qué narrativa central relacionamos los acontecimientos de nuestra vida, nuestros pensamientos, nuestras lealtades?
Hubo liderazgo que hizo preguntas y escuchó. No siempre, pero a veces mis líderes se mostraron capaces de tomar en cuenta nuestras opiniones. Un año incluso le pedimos al pastor que despidiera a los líderes de nuestro grupo de jóvenes; en verdad no pertenecían a ese puesto importante. En muchas iglesias, el juicio habría llovido sobre los muchachos. No así en nuestro caso: esa semana salieron los pastores de jóvenes, y poco después tomó el relevo otra pareja, que eran fenomenales. No era gran cosa, no había largas conferencias sobre por qué no podíamos ser más sumisos.
Una amiga de Facebook dice que ella aconseja a personas que fueron lastimadas emocional, sexual y físicamente por personas que decían ser cristianas. Muchas iglesias prefieren mantener el estatus quo, en lugar de aceptar que pudieran estar dañando a sus miembros. Los jóvenes necesitan tener la libertad de hablar cuando alguien los está lastimando. Ella continúa diciendo que, en su ministerio de consejería, ayuda a aquellos que fueron dañados en iglesias que enfatizaron programas sin relaciones personales.
Yo era parte de una tribu. Muchos de los amigos de la iglesia de mis padres también estaban entre mis amigos y me hicieron sentir como parte del círculo. Acampamos juntos, jugamos billar en varios sótanos. Cuando estaba en casa de vacaciones de la universidad, los visitaba como hacía con amigos de mí misma edad.
Un amigo de Facebook dice esto (note la importancia de tener amigos adultos en la iglesia): ¡Mis amigos me llevaron a la iglesia y me mantuvieron dentro! Eran mi familia espiritual. ¡Junto con sus amados padres! Si no fuera por ellos, probablemente nunca hubiera ido a la iglesia por vez primera.
Otro dice: Cuando algunos amigos comenzaron a manejar, mis padres sabiamente nos permitieron ir a la iglesia con ellos en la noche – ¡unos 15-20 de nosotros fuimos a la iglesia juntos, por nuestra propia decisión! Por supuesto, ellos vinieron varias veces para asegurarse de que fuera legítimo, pero tener esa libertad de elegir era importante.
Mi iglesia no se promocionó como el único partido en el juego. No me di cuenta de lo que eso significaba hasta que visitamos otras iglesias, y se hacía claro desde el púlpito que este era el lugar donde Dios estaba obrando con una unción especial. Mi iglesia, por otro lado, se presentaba como un lugar donde uno podía encontrarse con Dios y ya. Los jóvenes van a resolver esto por sí mismos, por lo que es mejor reconocer el punto de antemano.
La política no nos dividió, o si dividió a los adultos, se lo deben haber guardado para ellos. Si mal no recuerdo, en mi juventud, algunos miembros de la iglesia estaban a favor de la guerra en Vietnam, otros en contra. Algunos pensaban que Nixon era un sinvergüenza, otros no. De lo que estoy bastante seguro es que a los disidentes políticos no se les informó desde el púlpito que estaban siendo desleales a Dios y a la patria, al menos no de la manera que lo hemos experimentado en la iglesia evangélica en los últimos 25 o más años. El Enfoque a la Familia, tal vez irónicamente cuando consideramos su retórica, ha observado que “los millennials se están desvinculando cada vez más de las iglesias y las personas que practican lo que ellos ven como una retórica política conservadora estridente”. [1] Pasé la mayor parte del último cuarto de siglo fuera de los Estados Unidos. Probablemente el mayor choque cultural que recibí fue este: cuando salí del país, el evangelicalismo era una religión; cuando regresé, descubrí que se había transformado en una ideología política.
Me dieron espacio. Cuando comencé un estudio bíblico para adolescentes, supongo que alguien debió aprobarlo, aunque no recuerdo quién ni cómo. Mi sensación hoy es que la actitud general era: “Claro, ¿por qué no?” ¿Somos positivos, “¡sí, vamos!” líderes a los ojos de los jóvenes?
Grandes líderes juveniles. Los líderes de nuestro grupo de jóvenes no se parecían en nada, pero con la única excepción (ver arriba) todos eran cristianos ejemplares, buenos oyentes y obviamente disfrutaban pasar tiempo con nosotros. Nuestro grupo de jóvenes siempre fue pequeño: 8-12 personas.
No todo se nos entregó. Sería una generalización verdaderamente tonta decir que, ¡Los adolescentes de hoy! ¡Solo quieren que se les entregue todo! No iremos por ese camino. Expresémoslo de manera positiva: vale la pena pedir que los adultos jóvenes, los adolescentes e incluso los niños más pequeños compartan la carga de trabajo. Cualquier padre sabe que los niños necesitan participar en los quehaceres para sentirse verdaderamente parte de la familia; lo mismo ocurre con la iglesia.
Para mí, eso comenzó temprano: a menudo teníamos cenas en la iglesia los sábados por la noche, y luego, cuando los niños (de 9, 10 años) empezábamos a correr alrededor del edificio, siempre había algún hombre que se acercaba para decir: “¡Está bien, muchachos, demos un buen uso a parte de esa energía! ¡Desmontemos estas mesas y sillas y volvamos a colocarlas en los salones de la Escuela Dominical!”. Lo cual estábamos felices de hacer; ¡solo tenía que mencionarlo! Nos estaba indicando que éramos parte de la iglesia: las damas nos habían preparado una buena cena y ahora era el momento de hacer nuestra parte. (Más tarde, tal vez, uno de esos mismos niños se haría cargo antes de que un adulto tuviera que preguntar, y nos uniríamos y simplemente lo haríamos). Hoy, me parece escuchar a más y más pastores quejándose de que nadie quiere trabajar en la iglesia. Bueno, preguntémosles. O, además, preguntemos qué creen ellos que se necesita hacer en la iglesia.
Un amigo de Facebook dice: la iglesia me proporcionó una estructura y una estabilidad que nunca había experimentado en casa. La influencia de hombres piadosos en mi vida en ese momento me enseñó más acerca de ser un hombre que nada ni nadie. Realmente disfruté trabajar con los hombres de la iglesia en varios proyectos, limpiar la iglesia después de los servicios, cualquier cosa. No quería dejar el lugar. La gente allí me aceptó y me hizo sentir valorado.
Me invitaron a participar. No soy participativo por naturaleza, por lo que a veces la “invitación” era más como “persuasión”. No puedo enumerar todas las pequeñas y medianas tareas que me encargaron en la iglesia. Pasado cierto tiempo, comencé a ofrecerme como voluntario para hacer cosas y no esperé a ser invitado.
Un amigo de Facebook añade: Brinde a los niños un lugar para servir de alguna manera. Ujier, ayudar en la guardería, enseñar a los niños más pequeños en la iglesia juvenil, etc. Les ayuda a sentirse parte de la iglesia, que es lo que son.
Me desafiaron a actuar como un adulto. Una vez le preguntaron a una madre sabia cuál era su secreto para criar niños. Desearía poder rastrear la fuente de la cita. De todos modos, ella respondió: “Yo no estoy criando niños. ¡Estoy criando hombres!” Cuando pienso en los jóvenes que dejan la iglesia hoy, mi impresión no es que estén decidiendo irse, sino que no están decidiendo quedarse. Necesitamos mostrar a los niños y jóvenes que un nivel maduro de firmeza y resolución son parte de nuestro caminar con Cristo.
Ed Stetzer lo resume de esta manera: “No podemos posicionar a nuestro estudiantado ministerial a pensar y a actuar como si fuesen un tanque de retención de cuatro años con pizza. Al contrario, necesitamos preparar a los adultos jóvenes para los desafíos espirituales que vendrán y las preguntas de fe que enfrentarán”. [2]
Un amigo de Facebook comenta: Debemos esperar que las señoritas y los jóvenes actúen como adultos y los traten como adultos. Tendemos a dejarlos vivir en el mundo “adolescente”. Proveerles una buena formación bíblica y teológica. Padres, mostradles el gozo de servir a Cristo. Haz cosas fuera de la iglesia por los pobres, los huérfanos, las viudas. Pida a los niños que ayuden. Anímelos a “actuar como hombres”.
Había otros factores más mundanos. Uno era: si no ibas a la iglesia los domingos en un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra, bueno, no había mucho más que hacer. Nada en los 2 1/2 canales de TV que podíamos recibir, ni videojuegos, etc.
PARA CERRAR: Oremos por los jóvenes uno por uno; aquí es donde tiene lugar la batalla. Y en adición, como ya hemos sugerido, asegurémonos de expresar nuestro amor grupal por los pequeños, adolescentes y jóvenes adultos, expresándoles ágape de una manera que ellos puedan descifrar correctamente.
NOTAS:
[1] http://www.focusonthefamily.com/about_us/focus-findings/religion-and-culture/~/media/images/about-us/focus-findings/FF%20-%20Millenial%20Faith%20Retention%20FINAL.ashx. Nuestra traducción.
[2] http://www.christianitytoday.com/edstetzer/2014/december/real-reasons-young-adults-drop-out-of-church.html?paging=off. Nuestra traducción.
“¿Por qué no abandoné la iglesia? Un testimonio.” Por Gary S. Shogren, PhD, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
Club de Lectura 2023 – 6 Libros de la Biblia hebrea
¿Quiénes somos? Soy profesor de seminario desde hace muchos años. Cada año abro un club en Facebook, cuyos miembros pueden aprender una nueva lengua antigua (hemos hecho arameo, latín) o leer la Escritura en el idioma original (toda la Septuaginta; la Torá hebrea; el Nuevo Testamento griego). Para este año que viene presentamos el grupo Escritura Hebrea 2023: Profetas y Poetas.
Nuestra meta: Leer ciertos libros de las Escrituras hebreas: Jeremías; Lamentaciones; Ezequiel; Eclesiástes; Proverbios; Job.
¿Por qué? No basta con leer un versículo aquí o un versículo allá. Para conocer realmente la Biblia en el original, hay que leer textos extensos, ¡incluso libros completos!
Dinámica del grupo. No es una clase, ni está dirigido por expertos. Asumimos que tú mismo serás tu propio supervisor, utilizando la plataforma de FB para dar y recibir ánimos y de vez en cuando plantear alguna pregunta.
Texto recomendado. Hoy en día somos bendecidos con varias herramientas. Recomendamos una de las “reader’s editions” de las Escrituras hebreas que day ayuda con el vocabulario menos conocido. De Zondervan’s A Reader’s Hebrew Bible: “Footnoted definitions of all Hebrew words occurring 100 times or less (twenty-five or less for Aramaic words.”).
¿Cuál nivel de hebreo es necesario para participar? Yo diría que un año completo o más. Si hace tiempo que no utiliza el hebreo – y esto incluye a muchos de nosotros – tiene dos meses para ponerlo en forma.
¿Cuánto trabajo supone? Avanzaremos desde un texto más fácil (Jeremías) y terminaremos con uno de los más difíciles (Job). En promedio, leeremos tres capítulos por semana. Para algunos esto será fácil de manejar; para otros, requerirá una inversión diaria de tiempo, especialmente en las primeras semanas.
Para unirse, vaya a Facebook: nuestra página está bajo el nombre 2023 Hebrew Scripture Group: Prophets and Poets o http://www.facebook.com/groups/2023hebrewscriptureprophetsandpoets/.
Calendario: Comenzaremos la primera semana de enero de 2023 y seguiremos hasta el 31 de diciembre.
Jeremías, Lamentaciones: 2 de enero-23 de abril
Ezequiel: 24 de abril-6 de agosto
Eclesiastés: 7 de agosto-3 de septiembre
Proverbios: 4 de septiembre-5 de noviembre
Job: 6 de noviembre-31 de diciembre
«Club de Lectura 2023 – 6 Libros de la Biblia hebrea», por Gary S. Shogren, Profesor en Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
PRUEBA:
La primera semana, leeremos esto. Utiliza tu propio juicio para decidir si serás capaz de seguir el ritmo.
1 דִּבְרֵי יִרְמְיָהוּ בֶּן־חִלְקִיָּהוּ מִן־הַכֹּהֲנִים אֲשֶׁר בַּעֲנָתוֹת בְּאֶרֶץ בִּנְיָמִן׃
2 אֲשֶׁר הָיָה דְבַר־יְהוָה אֵלָיו בִּימֵי יֹאשִׁיָּהוּ בֶן־אָמוֹן מֶלֶךְ יְהוּדָה בִּשְׁלֹשׁ־עֶשְׂרֵה שָׁנָה לְמָלְכוֹ׃
3 וַיְהִי בִּימֵי יְהוֹיָקִים בֶּן־יֹאשִׁיָּהוּ מֶלֶךְ יְהוּדָה עַד־תֹּם עַשְׁתֵּי עֶשְׂרֵה שָׁנָה לְצִדְקִיָּהוּ בֶן־יֹאשִׁיָּהוּ מֶלֶךְ יְהוּדָה עַד־גְּלוֹת יְרוּשָׁלִַם בַּחֹדֶשׁ הַחֲמִישִׁי׃ ס
4 וַיְהִי דְבַר־יְהוָה אֵלַי לֵאמֹר׃
5 בְּטֶרֶם אֶצָּרְךָ בַבֶּטֶן יְדַעְתִּיךָ וּבְטֶרֶם תֵּצֵא מֵרֶחֶם הִקְדַּשְׁתִּיךָ נָבִיא לַגּוֹיִם נְתַתִּיךָ׃
6 וָאֹמַר אֲהָהּ אֲדֹנָי יְהוִֹה הִנֵּה לֹא־יָדַעְתִּי דַּבֵּר כִּי־נַעַר אָנֹכִי׃ פ
7 וַיֹּאמֶר יְהוָה אֵלַי אַל־תֹּאמַר נַעַר אָנֹכִי כִּי עַל־כָּל־אֲשֶׁר אֶשְׁלָחֲךָ תֵּלֵךְ וְאֵת כָּל־אֲשֶׁר אֲצַוְּךָ תְּדַבֵּר׃
8 אַל־תִּירָא מִפְּנֵיהֶם כִּי־אִתְּךָ אֲנִי לְהַצִּלֶךָ נְאֻם־יְהוָה׃
9 וַיִּשְׁלַח יְהוָה אֶת־יָדוֹ וַיַּגַּע עַל־פִּי וַיֹּאמֶר יְהוָה אֵלַי הִנֵּה נָתַתִּי דְבָרַי בְּפִיךָ׃
10 רְאֵה הִפְקַדְתִּיךָ הַיּוֹם הַזֶּה עַל־הַגּוֹיִם וְעַל־הַמַּמְלָכוֹת לִנְתוֹשׁ וְלִנְתוֹץ וּלְהַאֲבִיד וְלַהֲרוֹס לִבְנוֹת וְלִנְטוֹעַ׃ פ
11 וַיְהִי דְבַר־יְהוָה אֵלַי לֵאמֹר מָה־אַתָּה רֹאֶה יִרְמְיָהוּ וָאֹמַר מַקֵּל שָׁקֵד אֲנִי רֹאֶה׃
12 וַיֹּאמֶר יְהוָה אֵלַי הֵיטַבְתָּ לִרְאוֹת כִּי־שֹׁקֵד אֲנִי עַל־דְּבָרִי לַעֲשֹׂתוֹ׃ פ
13 וַיְהִי דְבַר־יְהוָה אֵלַי שֵׁנִית לֵאמֹר מָה אַתָּה רֹאֶה וָאֹמַר סִיר נָפוּחַ אֲנִי רֹאֶה וּפָנָיו מִפְּנֵי צָפוֹנָה׃
14 וַיֹּאמֶר יְהוָה אֵלָי מִצָּפוֹן תִּפָּתַח הָרָעָה עַל כָּל־יֹשְׁבֵי הָאָרֶץ׃
15 כִּי הִנְנִי קֹרֵא לְכָל־מִשְׁפְּחוֹת מַמְלְכוֹת צָפוֹנָה נְאֻם־יְהוָה וּבָאוּ וְנָתְנוּ אִישׁ כִּסְאוֹ פֶּתַח שַׁעֲרֵי יְרוּשָׁלִַם וְעַל כָּל־חוֹמֹתֶיהָ סָבִיב וְעַל כָּל־עָרֵי יְהוּדָה׃
16 וְדִבַּרְתִּי מִשְׁפָּטַי אוֹתָם עַל כָּל־רָעָתָם אֲשֶׁר עֲזָבוּנִי וַיְקַטְּרוּ לֵאלֹהִים אֲחֵרִים וַיִּשְׁתַּחֲווּ לְמַעֲשֵׂי יְדֵיהֶם׃
17 וְאַתָּה תֶּאְזֹר מָתְנֶיךָ וְקַמְתָּ וְדִבַּרְתָּ אֲלֵיהֶם אֵת כָּל־אֲשֶׁר אָנֹכִי אֲצַוֶּךָּ אַל־תֵּחַת מִפְּנֵיהֶם פֶּן־אֲחִתְּךָ לִפְנֵיהֶם׃
18 וַאֲנִי הִנֵּה נְתַתִּיךָ הַיּוֹם לְעִיר מִבְצָר וּלְעַמּוּד בַּרְזֶל וּלְחֹמוֹת נְחֹשֶׁת עַל־כָּל־הָאָרֶץ לְמַלְכֵי יְהוּדָה לְשָׂרֶיהָ לְכֹהֲנֶיהָ וּלְעַם הָאָרֶץ׃
19 וְנִלְחֲמוּ אֵלֶיךָ וְלֹא־יוּכְלוּ לָךְ כִּי־אִתְּךָ אֲנִי נְאֻם־יְהוָה לְהַצִּילֶךָ׃ פ
21 וַיְהִי דְבַר־יְהוָה אֵלַי לֵאמֹר׃
2 הָלֹךְ וְקָרָאתָ בְאָזְנֵי יְרוּשָׁלִַם לֵאמֹר כֹּה אָמַר יְהוָה זָכַרְתִּי לָךְ חֶסֶד נְעוּרַיִךְ אַהֲבַת כְּלוּלֹתָיִךְ לֶכְתֵּךְ אַחֲרַי בַּמִּדְבָּר בְּאֶרֶץ לֹא זְרוּעָה׃
3 קֹדֶשׁ יִשְׂרָאֵל לַיהוָה רֵאשִׁית תְּבוּאָתֹה כָּל־אֹכְלָיו יֶאְשָׁמוּ רָעָה תָּבֹא אֲלֵיהֶם נְאֻם־יְהוָה׃ פ
4 שִׁמְעוּ דְבַר־יְהוָה בֵּית יַעֲקֹב וְכָל־מִשְׁפְּחוֹת בֵּית יִשְׂרָאֵל׃
5 כֹּה אָמַר יְהוָה מַה־מָּצְאוּ אֲבוֹתֵיכֶם בִּי עָוֶל כִּי רָחֲקוּ מֵעָלָי וַיֵּלְכוּ אַחֲרֵי הַהֶבֶל וַיֶּהְבָּלוּ׃
6 וְלֹא אָמְרוּ אַיֵּה יְהוָה הַמַּעֲלֶה אֹתָנוּ מֵאֶרֶץ מִצְרָיִם הַמּוֹלִיךְ אֹתָנוּ בַּמִּדְבָּר בְּאֶרֶץ עֲרָבָה וְשׁוּחָה בְּאֶרֶץ צִיָּה וְצַלְמָוֶת בְּאֶרֶץ לֹא־עָבַר בָּהּ אִישׁ וְלֹא־יָשַׁב אָדָם שָׁם׃
7 וָאָבִיא אֶתְכֶם אֶל־אֶרֶץ הַכַּרְמֶל לֶאֱכֹל פִּרְיָהּ וְטוּבָהּ וַתָּבֹאוּ וַתְּטַמְּאוּ אֶת־אַרְצִי וְנַחֲלָתִי שַׂמְתֶּם לְתוֹעֵבָה׃
8 הַכֹּהֲנִים לֹא אָמְרוּ אַיֵּה יְהוָה וְתֹפְשֵׂי הַתּוֹרָה לֹא יְדָעוּנִי וְהָרֹעִים פָּשְׁעוּ בִי וְהַנְּבִיאִים נִבְּאוּ בַבַּעַל וְאַחֲרֵי לֹא־יוֹעִלוּ הָלָכוּ׃
9 לָכֵן עֹד אָרִיב אִתְּכֶם נְאֻם־יְהוָה וְאֶת־בְּנֵי בְנֵיכֶם אָרִיב׃
10 כִּי עִבְרוּ אִיֵּי כִתִּיִּים וּרְאוּ וְקֵדָר שִׁלְחוּ וְהִתְבּוֹנְנוּ מְאֹד וּרְאוּ הֵן הָיְתָה כָּזֹאת׃
11 הַהֵימִיר גּוֹי אֱלֹהִים וְהֵמָּה לֹא אֱלֹהִים וְעַמִּי הֵמִיר כְּבוֹדוֹ בְּלוֹא יוֹעִיל׃
12 שֹׁמּוּ שָׁמַיִם עַל־זֹאת וְשַׂעֲרוּ חָרְבוּ מְאֹד נְאֻם־יְהוָה׃
13 כִּי־שְׁתַּיִם רָעוֹת עָשָׂה עַמִּי אֹתִי עָזְבוּ מְקוֹר מַיִם חַיִּים לַחְצֹב לָהֶם בֹּארוֹת בֹּארֹת נִשְׁבָּרִים אֲשֶׁר לֹא־יָכִלוּ הַמָּיִם׃
14 הַעֶבֶד יִשְׂרָאֵל אִם־יְלִיד בַּיִת הוּא מַדּוּעַ הָיָה לָבַז׃
15 עָלָיו יִשְׁאֲגוּ כְפִרִים נָתְנוּ קוֹלָם וַיָּשִׁיתוּ אַרְצוֹ לְשַׁמָּה עָרָיו נִצְּתוּ מִבְּלִי יֹשֵׁב׃
16 גַּם־בְּנֵי־נֹף וְתַחְפַּנְחֵס יִרְעוּךְ קָדְקֹד׃
17 הֲלוֹא־זֹאת תַּעֲשֶׂה־לָּךְ עָזְבֵךְ אֶת־יְהוָה אֱלֹהַיִךְ בְּעֵת מוֹלִיכֵךְ בַּדָּרֶךְ׃
18 וְעַתָּה מַה־לָּךְ לְדֶרֶךְ מִצְרַיִם לִשְׁתּוֹת מֵי שִׁחוֹר וּמַה־לָּךְ לְדֶרֶךְ אַשּׁוּר לִשְׁתּוֹת מֵי נָהָר׃
19 תְּיַסְּרֵךְ רָעָתֵךְ וּמְשֻׁבוֹתַיִךְ תּוֹכִחֻךְ וּדְעִי וּרְאִי כִּי־רַע וָמָר עָזְבֵךְ אֶת־יְהוָה אֱלֹהָיִךְ וְלֹא פַחְדָּתִי אֵלַיִךְ נְאֻם־אֲדֹנָי יְהוִה צְבָאוֹת׃
20 כִּי מֵעוֹלָם שָׁבַרְתִּי עֻלֵּךְ נִתַּקְתִּי מוֹסְרֹתַיִךְ וַתֹּאמְרִי לֹא אֶעֱבוֹר כִּי עַל־כָּל־גִּבְעָה גְּבֹהָה וְתַחַת כָּל־עֵץ רַעֲנָן אַתְּ צֹעָה זֹנָה׃
21 וְאָנֹכִי נְטַעְתִּיךְ שֹׂרֵק כֻּלֹּה זֶרַע אֱמֶת וְאֵיךְ נֶהְפַּכְתְּ לִי סוּרֵי הַגֶּפֶן נָכְרִיָּה׃
22 כִּי אִם־תְּכַבְּסִי בַּנֶּתֶר וְתַרְבִּי־לָךְ בֹּרִית נִכְתָּם עֲוֹנֵךְ לְפָנַי נְאֻם אֲדֹנָי יְהוִה׃
23 אֵיךְ תֹּאמְרִי לֹא נִטְמֵאתִי אַחֲרֵי הַבְּעָלִים לֹא הָלַכְתִּי רְאִי דַרְכֵּךְ בַּגַּיְא דְּעִי מֶה עָשִׂית בִּכְרָה קַלָּה מְשָׂרֶכֶת דְּרָכֶיהָ׃
24 פֶּרֶה לִמֻּד מִדְבָּר בְּאַוַּת נַפְשָׁהּ שָׁאֲפָה רוּחַ תַּאֲנָתָהּ מִי יְשִׁיבֶנָּה כָּל־מְבַקְשֶׁיהָ לֹא יִיעָפוּ בְּחָדְשָׁהּ יִמְצָאוּנְהָ׃
25 מִנְעִי רַגְלֵךְ מִיָּחֵף וּגְרוֹנֵךְ מִצִּמְאָה וַתֹּאמְרִי נוֹאָשׁ לוֹא כִּי־אָהַבְתִּי זָרִים וְאַחֲרֵיהֶם אֵלֵךְ׃
26 כְּבֹשֶׁת גַּנָּב כִּי יִמָּצֵא כֵּן הֹבִישׁוּ בֵּית יִשְׂרָאֵל הֵמָּה מַלְכֵיהֶם שָׂרֵיהֶם וְכֹהֲנֵיהֶם וּנְבִיאֵיהֶם׃
27 אֹמְרִים לָעֵץ אָבִי אַתָּה וְלָאֶבֶן אַתְּ יְלִדְתָּנוּ כִּי־פָנוּ אֵלַי עֹרֶף וְלֹא פָנִים וּבְעֵת רָעָתָם יֹאמְרוּ קוּמָה וְהוֹשִׁיעֵנוּ׃
28 וְאַיֵּה אֱלֹהֶיךָ אֲשֶׁר עָשִׂיתָ לָּךְ יָקוּמוּ אִם־יוֹשִׁיעוּךָ בְּעֵת רָעָתֶךָ כִּי מִסְפַּר עָרֶיךָ הָיוּ אֱלֹהֶיךָ יְהוּדָה׃ ס
29 לָמָּה תָרִיבוּ אֵלָי כֻּלְּכֶם פְּשַׁעְתֶּם בִּי נְאֻם־יְהוָה׃
30 לַשָּׁוְא הִכֵּיתִי אֶת־בְּנֵיכֶם מוּסָר לֹא לָקָחוּ אָכְלָה חַרְבְּכֶם נְבִיאֵיכֶם כְּאַרְיֵה מַשְׁחִית׃
31 הַדּוֹר אַתֶּם רְאוּ דְבַר־יְהוָה הֲמִדְבָּר הָיִיתִי לְיִשְׂרָאֵל אִם אֶרֶץ מַאְפֵּלְיָה מַדּוּעַ אָמְרוּ עַמִּי רַדְנוּ לוֹא־נָבוֹא עוֹד אֵלֶיךָ׃
32 הֲתִשְׁכַּח בְּתוּלָה עֶדְיָהּ כַּלָּה קִשֻּׁרֶיהָ וְעַמִּי שְׁכֵחוּנִי יָמִים אֵין מִסְפָּר׃
33 מַה־תֵּיטִבִי דַּרְכֵּךְ לְבַקֵּשׁ אַהֲבָה לָכֵן גַּם אֶת־הָרָעוֹת לִמַּדְתְּ אֶת־דְּרָכָיִךְ׃
34 גַּם בִּכְנָפַיִךְ נִמְצְאוּ דַּם נַפְשׁוֹת אֶבְיוֹנִים נְקִיִּים לֹא־בַמַּחְתֶּרֶת מְצָאתִים כִּי עַל־כָּל־אֵלֶּה׃
35 וַתֹּאמְרִי כִּי נִקֵּיתִי אַךְ שָׁב אַפּוֹ מִמֶּנִּי הִנְנִי נִשְׁפָּט אוֹתָךְ עַל־אָמְרֵךְ לֹא חָטָאתִי׃
36 מַה־תֵּזְלִי מְאֹד לְשַׁנּוֹת אֶת־דַּרְכֵּךְ גַּם מִמִּצְרַיִם תֵּבוֹשִׁי כַּאֲשֶׁר־בֹּשְׁתְּ מֵאַשּׁוּר׃
37 גַּם מֵאֵת זֶה תֵּצְאִי וְיָדַיִךְ עַל־רֹאשֵׁךְ כִּי־מָאַס יְהוָֹה בְּמִבְטַחַיִךְ וְלֹא תַצְלִיחִי לָהֶם׃
31 לֵאמֹר הֵן יְשַׁלַּח אִישׁ אֶת־אִשְׁתּוֹ וְהָלְכָה מֵאִתּוֹ וְהָיְתָה לְאִישׁ־אַחֵר הֲיָשׁוּב אֵלֶיהָ עוֹד הֲלוֹא חָנוֹף תֶּחֱנַף הָאָרֶץ הַהִיא וְאַתְּ זָנִית רֵעִים רַבִּים וְשׁוֹב אֵלַי נְאֻם־יְהוָֹה׃
2 שְׂאִי־עֵינַיִךְ עַל־שְׁפָיִם וּרְאִי אֵיפֹה לֹא שֻׁכַּבְּתְּ עַל־דְּרָכִים יָשַׁבְתְּ לָהֶם כַּעֲרָבִי בַּמִּדְבָּר וַתַּחֲנִיפִי אֶרֶץ בִּזְנוּתַיִךְ וּבְרָעָתֵךְ׃
3 וַיִּמָּנְעוּ רְבִבִים וּמַלְקוֹשׁ לוֹא הָיָה וּמֵצַח אִשָּׁה זוֹנָה הָיָה לָךְ מֵאַנְתְּ הִכָּלֵם׃
4 הֲלוֹא מֵעַתָּה קָרָאת לִי אָבִי אַלּוּף נְעֻרַי אָתָּה׃
5 הֲיִנְטֹר לְעוֹלָם אִם־יִשְׁמֹר לָנֶצַח הִנֵּה דִבַּרְתְּ וַתַּעֲשִׂי הָרָעוֹת וַתּוּכָל׃ פ
6 וַיֹּאמֶר יְהוָה אֵלַי בִּימֵי יֹאשִׁיָּהוּ הַמֶּלֶךְ הֲרָאִיתָ אֲשֶׁר עָשְׂתָה מְשֻׁבָה יִשְׂרָאֵל הֹלְכָה הִיא עַל־כָּל־הַר גָּבֹהַּ וְאֶל־תַּחַת כָּל־עֵץ רַעֲנָן וַתִּזְנִי־שָׁם׃
7 וָאֹמַר אַחֲרֵי עֲשׂוֹתָהּ אֶת־כָּל־אֵלֶּה אֵלַי תָּשׁוּב וְלֹא־שָׁבָה וַתֵּרֶא בָּגוֹדָה אֲחוֹתָהּ יְהוּדָה׃
8 וָאֵרֶא כִּי עַל־כָּל־אֹדוֹת אֲשֶׁר נִאֲפָה מְשֻׁבָה יִשְׂרָאֵל שִׁלַּחְתִּיהָ וָאֶתֵּן אֶת־סֵפֶר כְּרִיתֻתֶיהָ אֵלֶיהָ וְלֹא יָרְאָה בֹּגֵדָה יְהוּדָה אֲחוֹתָהּ וַתֵּלֶךְ וַתִּזֶן גַּם־הִיא׃
9 וְהָיָה מִקֹּל זְנוּתָהּ וַתֶּחֱנַף אֶת־הָאָרֶץ וַתִּנְאַף אֶת־הָאֶבֶן וְאֶת־הָעֵץ׃
10 וְגַם־בְּכָל־זֹאת לֹא־שָׁבָה אֵלַי בָּגוֹדָה אֲחוֹתָהּ יְהוּדָה בְּכָל־לִבָּהּ כִּי אִם־בְּשֶׁקֶר נְאֻם־יְהוָה׃ פ
11 וַיֹּאמֶר יְהוָה אֵלַי צִדְּקָה נַפְשָׁהּ מְשֻׁבָה יִשְׂרָאֵל מִבֹּגֵדָה יְהוּדָה׃
12 הָלֹךְ וְקָרָאתָ אֶת־הַדְּבָרִים הָאֵלֶּה צָפוֹנָה וְאָמַרְתָּ שׁוּבָה מְשֻׁבָה יִשְׂרָאֵל נְאֻם־יְהוָה לוֹא־אַפִּיל פָּנַי בָּכֶם כִּי־חָסִיד אֲנִי נְאֻם־יְהוָה לֹא אֶטּוֹר לְעוֹלָם׃
13 אַךְ דְּעִי עֲוֹנֵךְ כִּי בַּיהוָה אֱלֹהַיִךְ פָּשָׁעַתְּ וַתְּפַזְּרִי אֶת־דְּרָכַיִךְ לַזָּרִים תַּחַת כָּל־עֵץ רַעֲנָן וּבְקוֹלִי לֹא־שְׁמַעְתֶּם נְאֻם־יְהוָֹה׃
14 שׁוּבוּ בָנִים שׁוֹבָבִים נְאֻם־יְהוָה כִּי אָנֹכִי בָּעַלְתִּי בָכֶם וְלָקַחְתִּי אֶתְכֶם אֶחָד מֵעִיר וּשְׁנַיִם מִמִּשְׁפָּחָה וְהֵבֵאתִי אֶתְכֶם צִיּוֹן׃
15 וְנָתַתִּי לָכֶם רֹעִים כְּלִבִּי וְרָעוּ אֶתְכֶם דֵּעָה וְהַשְׂכֵּיל׃
16 וְהָיָה כִּי תִרְבּוּ וּפְרִיתֶם בָּאָרֶץ בַּיָּמִים הָהֵמָּה נְאֻם־יְהוָה לֹא־יֹאמְרוּ עוֹד אֲרוֹן בְּרִית־יְהוָה וְלֹא יַעֲלֶה עַל־לֵב וְלֹא יִזְכְּרוּ־בוֹ וְלֹא יִפְקֹדוּ וְלֹא יֵעָשֶׂה עוֹד׃
17 בָּעֵת הַהִיא יִקְרְאוּ לִירוּשָׁלִַם כִּסֵּא יְהוָה וְנִקְוּוּ אֵלֶיהָ כָל־הַגּוֹיִם לְשֵׁם יְהוָה לִירוּשָׁלִָם וְלֹא־יֵלְכוּ עוֹד אַחֲרֵי שְׁרִרוּת לִבָּם הָרָע׃ ס
18 בַּיָּמִים הָהֵמָּה יֵלְכוּ בֵית־יְהוּדָה עַל־בֵּית יִשְׂרָאֵל וְיָבֹאוּ יַחְדָּו מֵאֶרֶץ צָפוֹן עַל־הָאָרֶץ אֲשֶׁר הִנְחַלְתִּי אֶת־אֲבוֹתֵיכֶם׃
19 וְאָנֹכִי אָמַרְתִּי אֵיךְ אֲשִׁיתֵךְ בַּבָּנִים וְאֶתֶּן־לָךְ אֶרֶץ חֶמְדָּה נַחֲלַת צְבִי צִבְאוֹת גּוֹיִם וָאֹמַר אָבִי תִּקְרְאִי־לִי וּמֵאַחֲרַי לֹא תָשׁוּבִי׃
20 אָכֵן בָּגְדָה אִשָּׁה מֵרֵעָהּ כֵּן בְּגַדְתֶּם בִּי בֵּית יִשְׂרָאֵל נְאֻם־יְהוָה׃
21 קוֹל עַל־שְׁפָיִים נִשְׁמָע בְּכִי תַחֲנוּנֵי בְּנֵי יִשְׂרָאֵל כִּי הֶעֱוּוּ אֶת־דַּרְכָּם שָׁכְחוּ אֶת־יְהוָֹה אֱלֹהֵיהֶם׃
22 שׁוּבוּ בָּנִים שׁוֹבָבִים אֶרְפָּה מְשׁוּבֹתֵיכֶם הִנְנוּ אָתָנוּ לָךְ כִּי אַתָּה יְהוָֹה אֱלֹהֵינוּ׃
23 אָכֵן לַשֶּׁקֶר מִגְּבָעוֹת הָמוֹן הָרִים אָכֵן בַּיהוָֹה אֱלֹהֵינוּ תְּשׁוּעַת יִשְׂרָאֵל׃
24 וְהַבֹּשֶׁת אָכְלָה אֶת־יְגִיעַ אֲבוֹתֵינוּ מִנְּעוּרֵינוּ אֶת־צֹאנָם וְאֶת־בְּקָרָם אֶת־בְּנֵיהֶם וְאֶת־בְּנוֹתֵיהֶם׃
25 נִשְׁכְּבָה בְּבָשְׁתֵּנוּ וּתְכַסֵּנוּ כְּלִמָּתֵנוּ כִּי לַיהוָה אֱלֹהֵינוּ חָטָאנוּ אֲנַחְנוּ וַאֲבוֹתֵינוּ מִנְּעוּרֵינוּ וְעַד־הַיּוֹם הַזֶּה וְלֹא שָׁמַעְנוּ בְּקוֹל יְהוָֹה אֱלֹהֵינוּ׃ ס
¿Solo soy un pecador, salvo por gracia? ¿En serio?
Yo crecí con ese coro del evangelio (de James M. Gray, presidente del Instituto Bíblico Moody) y creo que entiendo su propósito. Pero analicemos cuidadosamente su contenido:
“Solo soy un pecador, salvo por gracia”
Nada he obtenido sino lo que recibí,
Gracia lo ha concedido, desde que creí.
Jactándome excluido, orgullo humillado;
Solo soy un pecador, salvo por gracia.
Sufre un pecador, cuyo corazón desborda,
Amar a su Salvador, para decirle lo que sabe;
Una vez más para contarlo, ¿me abrazaría?
Solo soy un pecador, salvo por gracia.
Y su exégesis: Solo [no más que] soy [tiempo presente] un pecador, salvo por gracia.
Sugiero que le estamos haciendo un grave perjuicio a Dios al limitar su obra al perdón de los pecadores y llevarlos al cielo cuando mueren. Ni siquiera las palabras de Jesús en Juan 8 – “Ni yo te condeno: vete, y no peques más” – describen el evangelio completo. Más bien, el Redentor vino a crear un pueblo santo, para que gobierne con Él en un nuevo reino, borrando para siempre el fracaso del Edén. Vino a transformar a su nuevo pueblo completamente.
Lea Romanos 8: no se puede hojear y luego resaltar las bendiciones posteriores a la conversión e imaginar que un cristiano es nada más que un pecador perdonado. [1]
Pasé solo 10 minutos hojeando las páginas de las Escrituras y encontré una gran cantidad de bendiciones que tenemos AHORA y que ciertamente NO pudimos tener antes de Cristo. Cada una de ellas cambia las reglas del juego, porque cambia a las personas. Y cada una de ellas es un milagro divino. Y ninguna de las cuales una persona puede conseguir simplemente por tener sus pecados perdonados.
Después de enumerar 50, ¡decidí cortarlo!
1. Unión con Cristo
2. Nuestra persona interior transformada al igual que nuestras emociones, voluntad, procesos cognitivos, motivaciones.
3. El Espíritu nos ilumina cuando estudiamos la Biblia
4. Ahora podemos elegir la justicia; ¡seguro que no podíamos antes del nuevo nacimiento!
5. Nacidos de nuevo: no es solo una experiencia de perdón; “nacer” implica “vivir una nueva vida”
6. Matrimonios que siguen el modelo de Cristo
7. Adoptados por Dios
8. Co-herederos con Cristo
9. El perdón diario de los pecados
10. Conocemos la voluntad de Dios
11. Herencia eterna
12. Sellados por el Espíritu
13. Sabiduría Divina
14. Conocimiento de Dios
15. Vivos con Jesús
16. Muertos al pecado
17. Conocemos el amor de Dios
18. Somos capacitados para amarlo
19. Poder divino
20. Sentarse juntos en los lugares celestiales en Jesús
21. Conoce el buen plan de Dios
22. Nuestras obras preparadas de antemano por Dios
23. Unión con otros creyentes
24. Ciudadanos del cielo
25. Miembros de la casa de Dios
26. Pleno acceso a Dios a través de Jesús
27. Dones espirituales
28. Bautizados por el Espíritu en un solo Cuerpo
29. Nuevos hermanos y hermanas en una familia más real que la de carne y hueso
30. Plenitud del Espíritu
31. Dios nos presta su propia armadura
32. Podemos tener la victoria en la batalla espiritual
33. Predestinados para la gloria
34. Santificados por la gracia divina, no por el esfuerzo humano
35. La guia de Dios
36. Nunca dejados ni abandonados
37. Habilidad para no pecar
38. Paz con Dios
39. Todo lo podemos en Cristo
40. Tenemos un pacto establecido por Dios, el Nuevo Pacto
41. Bendiciones aun en las pruebas
42. Dios escucha nuestras oraciones
43. Bendiciones financieras
44. Resurrección futura
45. Riquezas de la gracia de Dios
46. Bendita esperanza de la venida de Cristo
47. Paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento
48. Capacidad de resistir al diablo que huirá de nosotros
49. El Espíritu Santo ora por nosotros
50. Dios obra en nosotros el querer y el actuar para cumplir su buen propósito.
Charles Spurgeon tenía un profundo aprecio por el perdón de la gracia de Dios, e incluso él dijo: “La gracia que no cambia mi vida no salvará mi alma”.
“Solo soy un pecador, salvo por gracia” es un eslogan atrayente, pegadizo, pero difícilmente el mensaje que recibimos del Nuevo Testamento. Un mejor coro podría ir así: “Yo ERA solamente un pecador, luego FUI salvo, puramente por gracia, y hombre, ¡partiendo desde ahi, la cosa comienza a cuajar”.
NOTAS:
[1] He argumentado que la interpretación de que Romanos 7 es una descripción de la vida cristiana normal es, desde el contexto, errónea. Vea mi artículo completo AQUÍ. También recomiendo encarecidamente el libro del erudito reformado John Murray, Redemption: accomplished and applied o su artículo más corto sobre “Santificación definitiva y progresiva”.
Gary Shogren, PhD en la exégesis del Nuevo Testamento, Profesor del Nuevo Testamento, ESEPA, San José, Costa Rica. Traducción por Märv Medardo.
Febe de Cencreas: ¿Diácono, Diaconisa, Sierva?
Pablo escribe en Rom 16:1-2 NVI – “Les recomiendo a nuestra hermana Febe, [¿diácono, diaconisa, sierva?] de la iglesia de Cencreas. Les pido que la reciban dignamente en el Señor, como conviene hacerlo entre hermanos en la fe; préstenle toda la ayuda que necesite, porque ella ha ayudado a muchas personas, entre las que me cuento yo.” La NVI tiene “diaconisa”, cual decisión exploraremos más allá.
¿Por qué se menciona Febe aquí? Cito mi comentario de Romanos en el Comentario Bíblico Contemporáneo.
‘Febe llevó esta carta, un pergamino metido en su equipaje, en un viaje por mar con duración de dos a tres semanas de Corinto a Roma. Quizás tenía que llevar a cabo otros asuntos en la capital, o tal vez fue específicamente a entregar la carta de Pablo. “Prestarle ayuda” es el término técnico que significa proveerle cualquier apoyo que ella necesitara para regresar a su casa en Cencreas, uno de los dos puertos de Corinto. Febe era líder de esa iglesia. Pablo aplica a Febe el término [diákonos/διάκονος] que usa para varones que eran compañeros suyos en el ministerio (Col 1:7; 1Ti 4:6).
Lee el resto de esta entrada »
¿Quién se atreve a mandar a Dios?
¿Quién se atreve a hacer demandas a Dios? ¿Quién se atreve a ordenarle a Dios que haga un milagro? ¡Yo no, amigo! Señor, yo sé cuál es mi lugar: Dios es mi Rey. Él da órdenes, y se supone que debo seguirlas. Además, Dios es mi Padre, cuando necesito algo, incluso un milagro, le pido ayuda, a veces una y otra vez, como dijo el Señor Jesús que es propio, de hecho, loable, y confío en que Él cuidará de mí. Pero no daré ninguna orden a mi Rey o a mi Padre ni ahora ni nunca.
No todos están de acuerdo. En más de una ocasión (Mateo 12:38 y Lucas 11:29; Mateo 16:1 y Marcos 8:11) los líderes religiosos decían: ¡Jesús, muéstranos una señal que pruebe sin duda que eres Hijo de Dios! Jesús se negó a conceder su demanda, porque estaban probando a Dios, forzando a Dios para que hiciera un milagro en su presencia a fin de satisfacer sus propias necesidades.
Lee el resto de esta entrada »¡ANUNCIO! Mi comentario de 1 Corintios, ¡ahora en Logos!
ANUNCIO! Se puede ordenar mi comentario de 1 Corintios, ahora en Logos!
Tambien de CLIE https://www.clie.es/primera-de-corintios y de Amazon.
Una reseña:
La primera carta de Pablo a los Corintios es la declaración paulina más clara de cómo el Espíritu guía a la iglesia a la humildad, al amor y a la unidad a medida que crece en la verdadera sabiduría divina. En consecuencia, reviste un carácter asombrosamente relevante para la iglesia de Dios en el siglo XXI
Gary S Shogren, combina las virtudes de un doctorado en Exégesis del Nuevo Testamento por el Kings College, con un profundo conocimiento de las virtudes y defectos de la iglesia en Latinoamérica, y el resultado es un comentario a 1 Corintios absolutamente novedoso, distinto a cuanto el lector pueda esperar o imaginar:
- Académico, pero en un estilo cercano y divulgativo: comprensible para cualquier lector.
- Exegético-pastoral, pero, ante todo, de carácter práctico: aporta un enfoque absolutamente novedoso en su aplicación práctica a la situación de la iglesia en nuestros días y, de forma muy concreta, al contexto de la iglesia latinoamericana de hoy.
Un comentario diferente, que únicamente un hombre con sus credenciales podía escribir, y que todo creyente en Latinoamérica, pero particularmente los líderes, deben leer sin falta.