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¿El Códice Vaticano niega la Deidad de Cristo? ¡Mentira!
Todos mis ensayos sobre la traducción bíblica
Por favor, lea el artículo anterior, “El Códice Sinaítico – ¿Un manuscrito corrupto?”, donde dijimos: no pasa un día sin que alguien diga que la Nueva Versión Internacional está basada en la edición de Westcott-Hort (de hecho, no lo está); y que Westcott y Hort basaron su edición en sólo dos manuscritos, el Vaticano y el Sinaítico (¡no lo hicieron!); y que el Vaticano y el Sinaítico son copias corruptas de la Biblia, producidas para promover el gnosticismo o alguna otra herejía (no lo son).
La TEORÍA dice que, estos dos manuscritos eliminaron doctrinas clave como la trinidad, la deidad de Cristo, la expiación sustitutiva, el infierno, el bautismo, y muchas otras. Aquí es un “sermón” que es una obra de copy-paste por una persona quien, garantizo, no puede leer manuscritos griegos. Sin embargo, tiene las agallas de anunciar que yo y otros son “enemigos de la Biblia.”
Conduzcamos un pequeño experimento por el cual refutaremos ESTA TEORÍA al examinar una sola doctrina, la deidad de Cristo en el códice Vaticano (su codigo es B, también 03). Y así que algunos presumen que la iglesia católica “realmente” niega la deidad de Cristo (no lo hace) y por eso está promoviendo la Nueva Versión Internacional (no lo hace), incluimos ciertos versículos de la versión tradicional, la Vulgata, con mis propias traducciones:
Y por supuesto, Juan 1:1
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Juan 1:1 Vaticano
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Juan 1:1 Vulgata, mi propia traduccion del latín
El denominado Evangelio de Cuthbert es una copia personal del Evangelio de Juan, del tamaño de una Biblia de bolsillo. Forma parte de la colección de la Biblioteca Británica de Londres. Es el libro completo más antiguo de Europa y ofrece una copia bien conservada del Evangelio de Juan Vulgata. Leí el Evangelio de Cuthbert en 2022 y me complació leer esta afirmación de la deidad de Cristo.
Cuthbert Gospel, Juan 1:1
IN principio era verbum, Et verbum era aput dm (deum), Et ds (deus) erat verbum.
En el principio era el Verbo, el el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Mi experiencia es que, uno puede demostrar este punto, y la gente responde: “Okay, Sinaítico y Vaticano enseñan la deidad de Cristo – pero, ¿Qué de este otro versículo? ¿Qué de ese?” Mire, si el lector sale con una mente más abierta a la idea de que, quizás los “expertos” de los manuscritos realmente no han estudiado el tema, y que debo explorar más profundamente – bueno, me sentiré satisfecho.
«¿El Códice Vaticano niega la Deidad de Cristo? ¡Mentira!» por Gary S. Shogren, PhD en Exégesis del Nuevo Testamento, profesor en NT de Seminario ESEPA
El Códice Sinaítico – ¿un manuscrito corrupto?
No pasa un día sin que alguien diga que la Nueva Versión Internacional está basada en la edición de Westcott-Hort (de hecho, no lo está); y que Westcott y Hort basaron su edición en sólo dos manuscritos, el Vaticano y el Sinaítico (¡no lo hicieron!); y que el Vaticano y el Sinaítico son copias corruptas de la Biblia, producidas para promover el gnosticismo o alguna otra herejía (no lo son).
La TEORÍA dice que, estos dos manuscritos oponen tales doctrinas claves como la trinidad, la deidad de Cristo, la expiación sustitutiva, el infierno, el bautismo, y muchas otras. Aquí es uno de muchos documentos que aseveran eso; muchos de estas «investigaciones» son copiados y pegados.
Conduzcamos un pequeño experimento por el cual refutaremos ESTA TEORÍA, mirando un solo aspecto de ella: la deidad de Cristo.
1. Utilizaremos solamente el manuscrito Sinaítico (cuyo código es 01 y también la letra hebrea Alef, א), ya que está fácilmente disponible en línea; el lector puede visitarlo aquí.
2. Traduciremos ciertos versículos claves al español.
3. Y para que el lector pueda comparar lo semejante con lo semejante, traduciré al estilo y vocabulario del Reina Valera. Pero, por favor, note que mi traducción es literal y precisamente lo que dice Sinaítico.
¿Estamos listos? Empezamos con una doctrina que, según La Teoría, no se debe encontrar en Sinaítico: la Deidad de Cristo.

El texto griego de Juan 1:1 Sinaítico, que es sumamente legible[1]
Lee el resto de esta entrada »Recuperando a Dios en la era de la terapia
Originalmente publicado como «Recovering God in the age of therapy,» por Gary Steven Shogren Ph.D, en Journal of Biblical Counseling. Para escucharlo en línea, vaya aquí. Para descargarlo, haz clic AQUI:
Y no olvide su copia de mi libro, Corriendo en círculos: cómo encontrar libertad del comportamiento adictivo, https://razondelaesperanza.files.wordpress.com/2012/10/shogren_corriendo-en-circulos-2013.pdf
Para obtener un rápido análisis de nuestra civilización, no busque más allá de la librería más cercana. Naturalmente tiene lo común: clásicos de bolsillo, misterios, biografías, diccionarios, antologías, e incluso algunas pocas Biblias. Pero dado que su gerente lo ha abastecido de las ideas que los consumidores están comprando esta temporada, sirve como un práctico panel de visualización para la mente colectiva de nuestra cultura. Sin duda, notará que la mercancía se está moviendo rápidamente hacia temas de “Psicología / Autoayuda.” Una mirada a los títulos revela lo que se está vendiendo:
- Paz, amor y sanidad – Comunicación Cuerpo Mente y el camino hacia la auto curación: una exploración;
- Perdonar y Olvidar: curar los daños que no merecemos;
- Sanando la vergüenza que te ata;
- La gente de la mentira: La esperanza de la sanidad humana del mal.
¿Podría decirse también que las librerías cristianas son los espejos de nuestra subcultura? Repase los títulos de la estantería que corresponda a la autoayuda e intente hacerse una idea de lo que los cristianos quieren oír:
- Sanidad para emociones dañadas (texto y libro de trabajo);
- Cambios que sanan – Cómo entender su pasado para asegurar un futuro más saludable;
- Perdonar y Olvidar: curar los daños que no merecemos;
- Restaurando el alma cristiana a través de la oración sanadora;
- Fe que duele – Fe que sana; y así sucesivamente; todo por autores evangélicos, publicado por editoriales cristianos.
¿Es una casualidad, o los cristianos realmente anhelan el mismo bien superior, (a falta de un mejor término sanación interior) que el mundo en general? Si se profundiza, la probabilidad de que sea una mera coincidencia se desvanece. No solo las cubiertas suenan notablemente similares, sino que los contenidos se leen igual. A veces el mismo título (en mi caso, Perdonar y Olvidar) se encuentra en ambas tiendas. Y si te sorprende encontrar libros “seculares” en el estante de psicología de un librero religioso, entonces puedes estar aún más desconcertado al encontrar libros de editoriales evangélicos en el centro comercial.
Si se puede juzgar un libro por su cubierta, entonces los cristianos aparentemente han adoptado la “sanidad” como una atractiva metáfora, como un término general apropiado para todo lo que se puede esperar de Dios. Usted puede adivinar cómo se ha llegado a esto: El “Dr. Cristiano”, ficticio terapeuta renacido, lo ha razonado así:
Los psicólogos consideran que la disfunción emocional que experimentan las personas es personal (estamos alejados de nosotros mismos) y social (estamos aislados de los demás). Esto está bien hasta donde llega; pero como cristiano, soy consciente de que también estamos sufriendo espiritualmente; y nuestra relación con Dios es, de hecho, clave. ¿No es mejor decir que estamos enfermos con respecto a uno mismo, socialmente en nuestras relaciones humanas, y además espiritualmente en nuestra relación con Dios? Lo que realmente necesitamos, por lo tanto, es la gracia sanadora de Dios en las tres conexiones.
¿Qué está mal con esta situación? El problema no radica simplemente en que el doctor haya dado una mala respuesta, sino su intento de responder a una pregunta equivocada en cuya formulación los cristianos no han intervenido. Él está inmerso en una cultura en la que la psiquiatría, la psicología, la religión y los medios de comunicación son campeones de un “modelo de enfermedad o trauma” para lo que sea que te moleste. Una versión cristianizada de esto podría representar a Dios como el Gran Terapeuta que nos da sanidad en algún último plano (espiritual). Y como es siempre el caso, los versículos de la Biblia se pueden unir para “probar algo.”

La mayoría de los intentos de integrar las Escrituras y la sanidad interna están escritos por consejeros profesionales que tienen cierto nivel de respeto por la Biblia. Yo soy lo contrario, un exégeta con un interés ajeno en la consejería. Por ello, me permito ofrecer que no basta con utilizar la Biblia para golpear los errores más atroces de la sanidad interior y luego suponer que lo que queda en pie es bíblico. ¡La Biblia no existe simplemente para filtrar las impurezas de otros sistemas! Teniendo esto en mente, planteemos la pregunta de esta manera: si un cristiano comenzara con el sistema que se encuentra en las Escrituras, ¿descubriría este paradigma de “sanidad”? Y si no, ¿deberíamos adoptarlo como nuestro modelo de primera elección?
En este estudio responderé tres preguntas:
- ¿Cómo usa la Biblia el lenguaje de la sanidad?
- ¿Cómo usan los consejeros contemporáneos la terminología de la sanidad?
- ¿Qué implicaciones tiene el patrón bíblico para los consejeros cristianos?
1. La Biblia y el lenguaje de la sanidad
Las innumerables referencias bíblicas a la curación se pueden clasificar en dos categorías generales: primero, “sanidad” en su sentido literal primario, es la restauración de las personas al bienestar corporal. Segundo, “sanidad” en un sentido metafórico, es el estado general de bienestar que se encuentra dentro del pacto de gracia de Dios.[i]
La mayor parte de los versículos bíblicos emplean la “sanidad” con el significado de la restauración física. Cuando nuestro Señor sanó, eliminó los síntomas y revirtió el daño ya hecho. En sus propias palabras: “Los ciegos reciben la vista, los cojos andan, los que tienen lepra son curados, los sordos oyen” (Mateo 11:5a). Por supuesto, los beneficios espirituales acompañaron las curaciones del Señor, sobre todo el perdón de los pecados, pero las palabras de “sanidad” no se aplican a estas bendiciones espirituales.[ii]
Dos veces Jesús se compara a sí mismo con un médico; temprano en su ministerio predice que los nazarenos se burlarán de él, “Médico, cúrate a ti mismo” (Lucas 4:23). En el cumplimiento de la cruz se burlaron: “Él salvó a los demás; que se salve a sí mismo…” (Lucas 23:35), irónicamente, el poder de Jesús parecería fallarle cuando Él mismo estaba muriendo. En otro caso, Jesús contrarresta a los que desprecian su acercamiento con los pecadores diciendo: “No son los sanos los que necesitan un médico, sino los enfermos” (Lucas 5:31). Luego agregó la aclaración: “No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores al arrepentimiento” (5:32). Jesús usó la metáfora médica para hacer su ministerio comprensible, señalando que el lugar para cuidar está al lado de los necesitados. La necesidad en vista, sin embargo, no es médica; es el problema del pecado.
Lee el resto de esta entrada »¿Está en cuarentena? – ¡estudie la Biblia con nosotros!
He estado hablando con algunos jóvenes sobre la cuarentena. Me dicen que, van a llenar las horas con televisión, internet, videojuegos.
Bueno, estos cientos y cientos de horas para crecimiento personal: ¿debemos hacerlas a perder?
Aquí una buena inversión de su tiempo, para crecer en su amor para Dios, su Palabra, su pueblo:
Nosotros de Seminario ESEPA lanzaremos el nuevo cuatrimestre el 13 de mayo. Y esta vez, todos los cursos a distancia
16 cursos que puede tomar desde su hogar, incluso la hermenéutica (interpretación de la Biblia), panorama de AT o NT, evangelio de Marcos (conmigo), cómo enseñar la Biblia, también Griego I. La matrícula está abierta, vaya a http://www.esepa.org, o llámenos a 506-2227-1958, o comunicacion@esepa.org.
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Bendiciones! Gary, Profe de Nuevo Testamento
¡Pruebe Strauss, comentario de Evangelio de Marcos!
¡Recomiendo el comentario de Marcos por Mark Strauss! Es parte de la serie Comentario Exegético-Práctico del Nuevo Testamento (CEPNT), publicado por Andamio. He aquí una descripción de la serie. Se puede comprar de Andamio, de Amazon, de Kindle, y de Logos. También puede comprar mi comentario de 1-2 Tesalonicenses allí. Marcos fue escrito en griego por una audiencia gentil, a veces citando los dichos arameos de Jesús.
He aquí una sección:
Teología aplicada de Marcos 13:24-37
La segunda parte del discurso del Monte de los Olivos de Jesús continúa dos temas importantes introducidos en la primera parte: el peligro de la especulación escatológica y el llamamiento a estar alerta.
El peligro de la especulación escatológica
Al igual que los discípulos no deben caer en el error de asumir que los eventos catastróficos como las guerras, hambres y terremotos son signos seguros de la destrucción de Jerusalén o del fin de los tiempos (13:7-8), tampoco deben calcular el momento del fin, ya que sólo el Padre lo sabe (13:32). Más bien, deben permanecer fieles y en constante vigilancia, viviendo vidas santas.
Llamamiento a estar alerta
Los temas de la vigilancia y la preparación espiritual (cf. 14:34-38) son habituales en el NT. Además de varias parábolas sobre la administración en los evangelios (ver comentario en 13:34), Pablo les recuerda a los tesalonicences que como “hijos de la luz” e “hijos del día” no deben dormirse espiritualmente como los demás, sino permanecer despiertos y “en nuestro sano juicio, protegidos por la coraza de la fe y del amor, y por el casco de la esperanza de salvación” (1 Ts 5:5-8). La vigilancia aquí va ligada a la práctica de virtudes cristianas tales como la fe, la esperanza y el amor. De forma similar, Pablo anima a los corintios a “mantenerse alerta” (γρηγορεῖτε), lo cual se define como mantenerse firmes en la fe, ser fuertes y valientes, y hacer todo con amor (1 Co 16:13-14). La preparación para el regreso de Cristo no consiste en calcular la fecha exacta del Armagedón o vincular los eventos mundiales con el cumplimiento de las profecías bíblicas. Se trata de dejar que brillen nuestras luces espirituales mostrando el fruto del Espíritu (Mt 5:16; Gl 5:22).
El regreso triunfante del Hijo del hombre y la reivindicación de su pueblo
Un tercer tema teológico importante de este pasaje es el regreso del Hijo del hombre que viene “en las nubes con gran poder y gloria” (13:26) y la reunión de “sus escogidos” (13:27). Como señalamos anteriormente, este tema tiene su trasfondo en Dn 7:13-14, donde alguien semejante a “un hijo del hombre” bar ʾĕnāš = un ser humano) se acerca al Anciano de días y recibe toda la gloria y soberanía y un reino eterno. Aunque algunos identifican la referencia de Marcos con la ascensión y exaltación de Jesús a la derecha de Dios (ver comentarios sobre 13:26), nosotros hemos argumentado que para Marcos esta es la segunda venida de Cristo, la consumación del reino de Dios. El reino que fue anunciado por Jesús (1:15), explicado en parábolas (4:11, 26, 30), ofrecido en el presente (10:14, 15, 23-25; 12:34), y que será consumado en el futuro (9:1, 47; 11:10; 14:25; 15:43), llegará en toda su plenitud cuando el Hijo del hombre regrese.
En el NT, la segunda venida de Cristo se identifica con el acto de cierre de la historia humana. Se le suele llamar habitualmente su “venida” o “presencia” (παρουσία; 1 Ts 2:19; 3:13; 4:13; 5:23; 2 Ts 2:1, 8; Stg 5:7-8; 2 P 3:4), pero también su “revelación” (ἀποκάλυψις; 1 Co 1:7; 2 Ts 1:6-7; 1 P 4:13) y “manifestación” (ἐπιφανεία; 1 Ti 6:14; 2 Ti 4:8; Tit 2:13-14; cf. Col 3:4; 1 Jn 2:28). Aunque el momento se desconoce (Mt 25:13; Mc 13:32; 1 Ts 5:2), el regreso de Cristo será corporal y visible, de la misma naturaleza que su partida (Hch 1:11; cf. Mt 24:26-27; Lc 17:24; 1 Ts 4:16; Ap 1:7). Librará a su pueblo del sufrimiento (2 Ts 1:6-7; 1 P 4:13) y los rescatará de la ira (1 Ts 1:10), recompensando a aquellos que hayan perseverado (Mt 16:27; 2 Ti 4:8; Heb 9:28). Vendrá acompañado por la resurrección de los que hayan muerto “en Cristo” (1 Co 15:22-23; 1 Ts 4:16) en cuerpos imperecederos y glorificados (1 Co 15:42-44, 51-54; Col 3:4) y Cristo vivirá de forma permanente con su pueblo (Jn 14:2-3; 1 Ts 4:17; 2 Ts 2:1).
En el libro de Apocalipsis el regreso de Cristo viene marcado por una serie de eventos que darán fin a la época presente: el regreso triunfante de Cristo (Ap 19:11), el juicio a los malvados (19:15-20:15; cf. Mt 13:40-41; 25:31-46), la reivindicación de los justos (Ap 20:4-6), la resurrección de los muertos (20:4-6, 12-13), un reinado de mil años de Cristo (20:4-7), y un nuevo cielo y una tierra nueva (Ap 21-22). Sin embargo, la preocupación de Marcos en el pasaje presente no está en estos detalles, sino en la certeza de la futura revelación del Hijo del hombre (13:26) y en la reivindicación de sus seguidores fieles (13:27).
Tristemente, la segunda venida de Cristo ha sido fuente de interminables debates entre cristianos, en lo referente a su naturaleza, al momento concreto y a la secuencia de los hechos. ¿Será un solo evento o se dividirá en dos etapas (pre-, intermedia, o post-tribulación)? ¿Irá seguida de un milenio literal de mil años o del establecimiento inmediato de un nuevo cielo y tierra? Aunque este tipo de preguntas no carecen de importancia y merece la pena investigarlas, no se debería permitir que impidieran la comunión cristiana. No eran esas las preocupaciones de los autores bíblicos, que consideraban el regreso de Cristo como una esperanza grande y gloriosa para los creyentes. Como afirma con tanta elocuencia Pablo, la promesa del regreso de Cristo nos recuerda que todas las dificultades de la vida algún día se terminarán, cuando recibamos cuerpos imperecederos y glorificados y nos reunamos con aquellos “en Cristo” que perdimos a lo largo del camino (1 Co 15:51-54; 1 Ts 4:13-17). Su conclusión: “Por lo tanto, animaos unos a otros con estas palabras” (1 Ts 4:18).
«¡Pruebe Strauss, comentario de Evangelio de Marcos!» por Gary S. Shogren, Profesor de Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
¿El Planeta 7X? ¿Nibiru? ¡No se preocupe!
Yo enseño – y trato de vivir así – que debemos andar cada día y cada hora enfocados en la venida del Señor y el juicio final.
Sin embargo, hay predicciones falsas que me preocupan, y por tanto quitan la atención al Señor. Por ejemplo, alguien anuncia una cometa fatal cada 2-3 años, y GILL BROUSSARD (como Carlos Ferrada hace poco, y hay otros) es uno en una línea larga de estafadores como Immanuel Velikovsky. Y cada uno dice: No, ¡esta vez es diferente! En este caso, ¡es un Planeta 7X, que nadie ha visto, pero que causará destrucción masiva en el 2021! Y ¡los malvados de NASA están escogiendo la información para evitar pánico o quizás para esclavizar a la población! He aquí su línea de tiempo, la cual tendremos que examinar más cuidadosamente en unos minutos:
Si quiere leer 80 páginas en inglés, he aquí un resumen.
Bueno, una buena regla es, ¡no vamos a YouTube para la ciencia, o mejor, la ciencia falsa y la astrología! No perderé sueño sobre este desastre en 2021.
Planeta 7X – El Método Poco “Científico”
Broussard dice que “Three years of research along with astronomical software models of each event that have a repeating overlay to a depth and degree to which the data cross-validated itself was beyond expectations!” En términos sencillos, dice que “Por tres años usé un software para averiguar que algo sucedió cada cuántos años, y guau, ¡me dejó atónito!”
Entendamos su método: no tiene ninguna evidencia para demostrar estas fechas bíblicas, él determinó primero que algo sucedió en esas fechas, y luego se preguntó, ¿Cuál evento en la Biblia posiblemente podría coincidir con las fechas ya determinadas? Lee el resto de esta entrada »
¿Acaso ‘Abba’ significa ‘Papi’?
En breve, no, la evidencia sugiere que, significa “Padre” y ya.
Vamos a Romanos 8:15 RVC – “Pues ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice nuevamente al miedo, sino que han recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!”
Trasfondo lingüístico: En el Nuevo Testamento, es trasliterado a αββα, abba, letras griegas para representar los sonidos arameos. Abba (אַבָּא) es una variación de Ab (אַב), “padre”. Abba no es una palabra del hebreo, sino del arameo, que era el lenguaje de los gentiles y judíos del Mediterráneo oriental, como también de los rabíes durante muchos siglos. Originalmente significó “papá”, sin embargo, por la evolución que todas las palabras experimentan, llegó a ser la forma por la cual tanto niños como adultos usarían para dirigirse a sus padres. Parte de ese proceso fue, los judíos empezaron a usar Abba como título para los rabinos importantes, por ejemplo Abba Saul en el siglo II. Fueron «padres», no «papies», y por eso Jesús dijo en Mateo 23:8-9, «Pero vosotros, no seáis llamados Rabí; porque uno solo es vuestro Maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis a nadie vuestro PADRE en la tierra, porque vuestro Padre que está en los cielos es uno solo.» No hay ni siquiera una referencia a judíos no cristianos usando Abba para Dios.
Uso por Jesús: Toda la evidencia indica que Jesús enseñó todo en arameo. Algunos ejemplos son Talita cumi (Mr 5:41); Efata (Mr 7:34). Ni él dudó en usar el arameo como su idioma para orar, al llamar a su padre Abba (Mr 14:36). Este era el lenguaje de muchos cristianos primitivos, es por ello que algunas palabras pasaron directamente al griego, por ejemplo marana ta (“¡Señor nuestro, ven!”; 1Co 16:22), y la palabra Abba aquí en Romanos y en Gálatas 4:6. Por otro lado, después del Nuevo Testamento, no se encuentra en los escritos patrísticos excepto en citas del NT. [1] En Romanos y en Gálatas, Pablo traduce Abba de arameo a griego, y usa la palabra normal para el padre, “pater” (πατηρ), no, con todo respecto, “patercito”. Entonces, Rom 8:15, αββα ὁ πατήρ. El Padre Nuestro también tiene Pater.
Uso actual: Se ha vuelto una moda en América Latina traducir Abba como Papá o Papi. No fue inventado esta práctica allí, creo, así que lo he escuchado en inglés, francés y alemán. La mejor evidencia dice que, significa simplemente “Padre”. No obstante, el evangelios nos dice que esa verdad es más que suficiente para invitarnos a orar a «nuestro Padre».
* La materia de este blog tomada de mi comentario de Romanos en el Comentario Bíblico Contemporáneo.
** A propósito, cité por arriba la Reina Valera Contemporánea, la cual me gusta. Si usted quiere la tradición de la RV, la recomiendo. Ojalá que fuera basada en el texto crítico, no en el Textus receptus, pero bueno. Para mi, cuyo primer idioma es inglés, ¡me gusta mucho que no tengo que usar los verbos de “vosotros”!
NOTA
[1] Aquí una cita rica de Ireneo, Contra las herejías 5.8.1 – «Esto no nos sucede por la destrucción de la carne, sino por la comunión del Espíritu; pues aquellos a quienes escribía no vivían sin la carne, sino que habían recibido al Espíritu de Dios, [1142] «en el cual clamamos: ¡Abbá, Padre!» (Rom 8,15). Si, pues, teniendo ahora esta prenda clamamos: «¡Abbá, Padre!», ¿qué sucederá cuando, resucitados, lo veremos cara a cara (1 Cor 13,12); cuando todos sus miembros a una sola voz elevarán el himno de alegría, para glorificar al que los ha resucitado de los muertos para darles la vida eterna? Pues si la prenda, apoderándose del hombre mismo, ya le hace clamar: «¡Abbá, Padre!», ¿qué hará la gracia universal del Espíritu, que Dios otorgará a los hombres? Nos hará semejantes a él, y nos hará perfectos por la voluntad del Padre; pues éste ha hecho al hombre según la imagen y semejanza de Dios.»
¿Acaso ‘Abba’ significa ‘Papi’? por Gary S. Shogren, PhD en Nuevo Testamento, Profesor de Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
La deidad de Cristo en Romanos
Pablo alude a pasajes de Señor/Yahvé en sus cartas y los aplica al Señor Jesús. Más allá de los textos que se refieren a Cristo como Dios (Rom 9:5, Tito 2:13), estos textos son una revelación de la naturaleza divina de Jesús como creador y redentor. Romanos 10:9-10, 13 es uno de los ejemplos más sobresalientes de este fenómeno.
Seleccion de Christopher Wright, La Mision de Dios
Gary dice: De vez en cuando se encuentra un libro que expresa la verdad del evangelio de una manera clarísima. He aquí una selección de Christopher Wright, La Misión de Dios: Descubriendo el Gran Mensaje de la Biblia (Buenos Aires: Certeza Unida, 2009). En especial, él demuestra que el Eterno es Señor y Redentor de todas las naciones, y que los gentiles pueden recibir el evangelio sin convertirse al judaísmo. Aquí una selección (pag. 683-86) en la cual cita a Richard Bauckham:
Jacobo y el Concilio de Jerusalén. La combinación de la misión de Pedro a Cornelio y el éxito de la misión de la iglesia de Antioquía en Asia Menor y Chipre, por medio de Pablo y Bernabé, produjo un gran problema teológico. El primer Concilio de Jerusalén se convocó en el año 48 d.C. para resolver el asunto y el informe de este hecho fundamental de la misión cristiana primitiva se encuentra en Hechos 15.
Lo primero que cabe decir es que el tema en discusión no era la legitimidad de la misión gentil en sí misma. La pregunta no era si estaba bien llevar el evangelio a los gentiles sino en qué condiciones y bajo qué criterios se podía admitir a los gentiles convertidos en la nueva comunidad del pueblo de Dios. Es importante subrayar esto porque hay quienes argumentan contra la autenticidad de los registros del evangelio sobre la Gran Comisión, sobre la base de que parece ser desconocida en este concilio en Jerusalén. Es decir, según esta perspectiva, si Jesús alguna vez pronunció las palabras que se le atribuyen al final de Mateo y Lucas (a saber, un mandato explícito de ir a los gentiles), entonces eso hubiera sido un argumento contundente al que Jacobo, Pablo y Pedro podían apelar contra los cristianos judíos más conservadores y sus escrúpulos.
No obstante, esto interpreta mal la situación en Hechos 15. La noticia de la conversión de los gentiles fue recibida con gozo (v. 3), en tanto que los apóstoles misioneros fueron bienvenidos en Jerusalén (v. 4). El punto no era la legitimidad del esfuerzo por llevar los gentiles a la fe y a la conversión; era si los gentiles convertidos podían ser aceptados en la iglesia sin la circuncisión y la observancia de la ley (es decir, sin convertirse en verdaderos prosélitos del judaísmo). Los creyentes judíos conservadores insistían que así era el caso. Los apóstoles, (incluyendo Pedro y Jacobo, junto con Pablo) afirmaban que la nueva realidad inaugurada por el Mesías volvía innecesarios los requerimientos de prosélito.
Este asunto (los términos de la conversión) no se hubiera resuelto simplemente apelando al mandato de Jesús de ir a los gentiles. Ambas partes hubieran aceptado y estado de acuerdo en eso: las buenas nuevas eran para los gentiles que debían ser llevados a un discipulado obediente. La pregunta era, ¿qué implicaba ese discipulado, y cuáles eran las condiciones de ingreso? ¿Tenían los gentiles que hacerse judíos aparte de creer en Jesús?
Estaríamos equivocados si culpáramos a los cristianos judíos que exigían la circuncisión a los creyentes gentiles de ignorar las promesas hechas a los gentiles en las Sagradas Escrituras. Indudablemente reconocían esas promesas, pero…las interpretaban como un llamado a hacerse prosélitos cumplidores de la ley y circuncidados. [1]
El segundo punto importante a tener en cuenta en este informe es el cuidado con que Jacobo asocia ciertos pasajes proféticos en un argumento exegético de notable habilidad y sutileza. El pasaje principal, por supuesto, es Amos 9.11-12, pero alrededor de éste hay resonancias de Oseas 3.5 (‘después de estas cosas’, referido al regreso escatológico del Señor y a la restauración del gobierno davídico), Jeremías 12.15 (la promesa de que otras naciones pueden incorporase en medio del pueblo de Dios) e Isaías 45.21 (que Dios había declarado mucho antes su intención de reunir a las naciones gentiles). Dentro de este marco Jacobo cita Amos 9.11-12 que mira por un lado a la restauración del ‘tabernáculo caído de David’ (RVR95), lo cual con seguridad se entendía como una referencia al templo escatológico, es decir, el pueblo mesiánico de Dios; y por el otro lado, mira a la inclusión de los gentiles como aquellos que ‘llevan mi nombre [del Señor]’, es decir, que son considerados como pertenecientes a Israel simplemente como gentiles, no como habiéndose convertido en judíos prosélitos.
El estudio más completo y satisfactorio de este pasaje complejo lo ha realizado Richard Bauckham. Sus conclusiones son claras y convincentes. La comunidad cristiana primitiva se consideraba el templo escatológico que Jesús había prometido construir. A diferencia del templo físico, los gentiles podían ser admitidos en este nuevo templo mesiánico sin los requerimientos de proselitismo, y se podía fundamentar la legitimidad, incluso la antigüedad de esa interpretación, con pasajes de las Escrituras.
Hechos 15.16-18 no es el único texto que asocia la inclusión de los gentiles en el pueblo escatológico de Dios con una interpretación del templo escatológico como el pueblo escatológico de Dios. Efesios 2.11-22 y 1 Pedro 2.4-10 hacen lo mismo…. Esta asociación de ideas tiene que haber sido de importancia fundamental. El templo era el corazón de Israel. Era el lugar donde el pueblo de Dios tenía acceso a la presencia de Dios, mientras que a los gentiles, admitidos únicamente en los patios externos del Segundo Templo, les estaba prohibido, bajo pena de muerte, el ingreso a los recintos sagrados. Un pueblo de Dios definido por y centrado en ese templo como lugar de la morada de Dios con ellos, no podía incluir a los gentiles a menos que se hicieran judíos. Pero numerosas profecías describen el templo de la era mesiánica como un lugar donde los gentiles entrarían a la presencia de Dios (Salmo 96.7-8; Isaías 2.2-3; 25.6; 56.6-7; 66.23; Jeremías 3.17; Miqueas 4.1-2; Zacarías 14.16; 1 Enoc 90.33 [2]). Si se las entiende como referidas a los gentiles en tanto gentiles, en lugar de como prosélitos, la concepción que de sí misma tenía la iglesia primitiva como templo escatológico, como lugar de la presencia de Dios, podía aceptar la inclusión de los gentiles sin que se convirtieran en judíos por la circuncisión y la plena observancia de la ley mosaica. Por lo tanto, es completamente posible que Amos 9.11-12, interpretado como la profecía de que Dios construiría el templo escatológico (la comunidad cristiana) de tal modo que los gentiles pudieran buscar allí su presencia, hubiera jugado un papel decisivo en el debate y la decisión de la iglesia de Jerusalén acerca del lugar de los gentiles cristianos. …La significación de Amos 9.12, especialmente en la LXX, es muy cercana a la de Zacarías 2.11 (Hebreos 2.15): ‘En aquel día, muchas naciones se unirán al SEÑOR. Ellas serán mi [LXX, ‘SU’] pueblo’. Pero mientras este pasaje se puede interpretar más fácilmente como que los gentiles se unirán al pueblo de Dios como prosélitos, Amos 9.12 dice que las naciones en cuanto naciones gentiles pertenecen a YHVH. NO implica que tengan que hacerse judías, sino que ‘todas las naciones’ están incluidas en la relación de pacto. Es dudoso que se pudiera haber usado algún otro pasaje del Antiguo Testamento para arrojar más claridad sobre este punto. [3]
NOTAS:
[1] (originalmente nota 24) Jostein Ådna, “James’ Position at the Summit Meeting of the Apostles and Elders in Jerusalem (Acts 15)”, en The Mission of the Early Church to Jews and Gentiles, ed. Jostein Ådna y Hans Kvalvein, Mohr Siebek, Tübingen, 2000, p. 148.
[2] El texto de 1 Enoc 90.33 es: “Todos los que habían perecido y habían sido dispersados, todas las bestias del campo y todas las aves del cielo se reunieron en esa casa. El dueño de las ovejas se alegró muchísimo, pues todos eran buenos y habían vuelto a su casa.” [versión Diez Macho]. 1 Enoc no es un libro canónico ni inspirado, sin embargo, es un testimonio de la teología del judaísmo del Segundo Templo.
[3] (originalmente nota 25) Richard Bauckham, ‘James and the Gentiles (Acts 15.13-21)’, en History, Literature, and Society in the Book of Acts, ed. Ben Witherington III, Cambridge University Press, Cambridge, 1996, pp. 167, 169.
Una introducción a la Torah del Mesías
«Seleccion de Christopher Wright, La Mision de Dios,» citado por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica