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¿Ustedes son un templo o usted es un templo?
¿Cuál es correcto, decir que el pueblo de Dios es su templo, o que cada miembro es un templo? De hecho: en 1 Corintios Pablo enseña ambas verdades.
1 Corintios 3:16-17 – ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, él mismo será destruido por Dios; porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo.
1 Corintios 6:19 – ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios?
En su advertencia a los labradores cristianos, Pablo enseña en 3:13 que “El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba la calidad del trabajo de cada uno” en el edificio de Dios. Y ahora intensifica la urgencia de su metáfora del edificio, recordándoles que no están derribando juntos cualquier clase de edificio, sino un templo, el Templo de Dios. De hecho, los materiales costosos que el menciona en 3:12 toman un nuevo sentido: estos son los materiales mencionados una y otra vez en la descripción del templo de Salomón (1 Reyes 6-7, 1 Crónicas 28-29).
¿Cuál es el sentido de ustedes (plural) son templo? Algunos han interpretado esto a la luz de 6:19, o sea, que el Espíritu vive en cada individuo cristiano, y que Dios debería honrarse a Dios con el ser físico:
3:16 – que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes
6:19 – que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes
En ambos versículos se usa el plural, pero con un sentido distinto en cada contexto. En 6:9, “su” está en plural (en griego) queriendo decir algo como “el cuerpo de cada uno de ustedes.” Como sea, en 3:16 es más natural, dada la construcción de la metáfora, que el templo y el edificio son lo mismo. El templo no es el cuerpo humano, sino “ustedes” colectivamente, como grupo: “juntos ustedes constituyen el templo de Dios; el Espíritu de Dios mora entre de ustedes.” El lenguaje del templo del AT se aplica ahora a la iglesia, no al cuerpo físico sino a la suma de la congregación reunida.
En los dos pasajes de corintios, la palabra templo es naos. Propiamente hablando, se refiere al santuario interior del templo (la estructura interior más pequeña que albergaba el Lugar Santo y el Lugar Santísimo), en vez de a todo el amplio complejo del templo. En segundo lugar, el invoca la imagen de la nube que marcaba visiblemente la presencia de Dios en el tabernáculo y en el Templo de Salomón. “En ese instante la nube cubrió la Tienda de reunión, y la gloria del SENOR lleno el santuario” (Éxodo 40:34; ver también 1 Reyes 8:10-11; 2 Crónicas 7:1; Ezequiel 43:1-5; el texto hebreo no emplea la palabra Shekhiná, así que es un uso posbíblico). Esta gloria del Señor no es alguna nube gaseosa, sino la presencia de Dios mismo. Pablo relacionara esta gloria con la presencia del Espíritu Santo en los cristianos en 2 Corintios 3:8, 18.
Pablo usara la misma metáfora en Efesios 2:21, pero esta se desarrolla aún más en 1 Pedro 2:4-8, donde emplea la frase “casa espiritual” en vez de templo, el lugar donde se ofrecen “sacrificios espirituales.” 1 Pedro, Efesios y 1 Corintios todos parten de la misma presuposición: el pueblo cristiano de Dios (no el edificio en Jerusalén) es el verdadero templo, constituye el real sacerdocio y ofrece los sacrificios que agradan a Dios.
Ensayo relacionado: «¿Tener un ministerio para mi propia gloria? ¡Pura paja!»
«¿Ustedes son un templo o usted es un templo?» por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
¿Tener un ministerio para mi propia gloria? ¡Pura paja!
Habl̔é en la graduación de ProMETA en Cartago, Costa Rica, sobre 1 Corintios 3 y cómo uno edifica sobre el cimiento, quien es Cristo. Empiezo a las 7:45. Disfrute!
Ensayo relacionado: «¿Ustedes son un templo, o usted es un templo?»
Este día, de graduación, quizás las tentaciones mencionadas, parezcan remotas; usted es desconocido, no tiene mucha influencia, acaba de salir de Prometa como quien ya ha pasado por el fuego, cierto que no quiere destruir nada en la obra de Dios.
La tentación existe por todo lado.
Miré la televisión esta tarde, y lo que vi en un programa cristiano demostró esto perfectamente bien: hay gente que usa el nombre de Cristo para ser rica, famosa, poderosa, para tener control sobre otros
“Se apoderan de los bienes de las viudas y a la vez hacen largas (y ruidosas) plegarias para impresionar a los demás. Éstos recibirán peor castigo.” Marcos 12
La gente en el programa es, por lo general, gente con una medida de habilidad, un poco de inteligencia, un montón de encanto.
Les prometo aquí: si lo que usted quiere es tener dinero, fama, poder, le garantizo que, con un poco de esfuerzo, serán suyos
La tentación para edificar mal siempre está presente, la tentación vendrá – cuando alguien le diga a alguno de ustedes, ¡qué clave es usted para la obra del Señor!; cuando alguien de ustedes alcance un ministerio con influencia nacional o hasta internacional; cuando la gente empiece a susurrar: allí está, es tal-y-tal.
¡Pura paja!
¡Vendrá el juicio, y la casa está en llamas! SU obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará al descubierto. El fuego la dará a conocer…
Los resultados que permanecen son los hechos sobrenaturales, imposibles sin la intervención del Espíritu, para la pura gloria del Señor, llevados a cabo por “labriegos sencillos”, pero sin ningún prestigio, estima y honor en este siglo, sino que sí en el siglo venidero.
¡Los apóstoles falsos son golpeados por el Huracán Irma!
Ensayo paralelo: ¿Por qué un huracán golpearía Texas o el Caribeo o Florida y no otro lugar?
Mientras el Huracán Irma se acercaba en setiembre 2017, América Latina escuchaba a ciertos de sus profetas y apóstoles ungidos gritando en la dirección de la tormenta, “Tú, Irma, ¡vete!”
Esto es una manifestación de la doctrina llamada el Evangelio de Prosperidad, Rhema, Palabra de Fe, y también la práctica de “decretar” – Yo decreto que tal y tal suceda, y así sucederá.
De hecho, decretar unas cosas y pedir a Dios que intervenga suenan similares, sin embargo, son opuestos.
- La oración de fe es humildemente pedir ayuda a Dios. Se basa en nuestra fe en el poder y la gracia de Dios.
- El decreto es decir a la Naturaleza (o dinero o circunstancias o salud) que uno mismo tiene la autoridad sobre ellos. Por supuesto, uno menciona el nombre de Cristo, sin embargo, por definición, decretar no es orar; es la magia.
He visto quizás 5-6 videos de estos “apóstoles” mandando a Irma que se vaya; Guillermo Maldonado de Miami es un ejemplo claro. El decreta que Irma no cruce la cosa de Florida, diciendo, entre otras cosas: yo declaro…como apóstol, como autoridad sobre esta tierra, yo ordeno al viento de este, ordeno al huracán Irma, Tu nombre es Irma, yo te ordeno en el nombre de Jesús, desintégrate, disuélvete…vete de nuestra costa, vete, yo te ordeno.

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Entonces, ¿qué pasará si Irma se aleja?
Si fue Dios quien respondió a la oración, entonces, debemos darle gracias.
Pero si Maldonado hizo que el huracán se alejara, debemos darle gracias a él. Probablemente, con su tarjeta de crédito.
Una cosa más:
Después de que Irma golpeó Florida, unos amigos míos han puesto los videos de estos profetas en Facebook, con la (vana) esperanza de que, por fin, el pueblo de Dios iba a ver que fuera engañado y cesar dar lealtad a los estafadores.
Creo que entiendo la naturaleza humana suficientemente bien para adivinar que no sucederá. ¡Los profetas falsos, sin ninguna duda, reclamarán de alguna manera que tuvieron razón! Quizás:
- “El Huracán Irma hubiera sido mucho peor, pero mi decreto lo debilitó.”
- “El Huracán Irma de hecho sí fue parado, pero, bueno, en el plano espiritual, no meteorológico.”
- “Creo que la actitud cristiana sería ayudar a las victimas, no culpar a algún líder santo. Entonces, si usted cuestiona por qué Irma golpeó Florida, usted es una persona malísima.”
- “Dios me dijo, después del huracán, que Irma fue el castigo por una razón u otra, entonces, no fue posible pararlo.” (Probablemente el pecado fue una falta de fe. Cual pecado se puede rectificar ahorita por quitar su tarjeta de crédito y donarnos algo generoso.)
Muchos usan una combinación de estas excusas. Aqui pienso en Ruddy Gracia.
La lección: Cuando viene un huracán, causa mucha erosión. Pero ninguna tormenta, ni aun una de Categoría 5, puede arrastrar la arrogancia humana.
«¡Los apóstoles falsos son golpeados por el Huracán Irma!» por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
¿Por qué van las personas al cielo?
Note que yo no dije cómo llegan ellos ahí, lo que yo quiero decir es por qué han viajado ellos allá y luego regresan para decirnos todo acerca de éste. Durante las últimas décadas, las personas se han lanzado a escribir sus experiencias del cielo – y unas pocas veces, del infierno – publicado los libros más vendidos y películas que han sido éxitos de taquilla.
Por mi parte tengo muchas dudas de los libros sobre “el turismo más allá de la vida”.
Un título prominente destaca El Niño que Volvió del Cielo: Un relato extraordinario de familia, fe y milagros. Se comercializa como “Una verdadera historia”. Sin embargo, en enero 2015 ese éxito de ventas fue retirado bruscamente de los estantes cuando Alex Malarkey, el “niño” de este título, públicamente anunció que la historia de su viaje era falsa. De hecho, él había tratado de obtener una audiencia para su confesión durante los últimos dos años, pero fue difícil hacerlo mientras los libros continuaban vendiéndose en las estanterías como pan caliente– se han vendido más de un millón de copias y se hizo una película de TV. [1] Gracias Alex, por reconocerlo y por enfrentarse a la autoridad de los adultos en su vida.
¿Qué dice la Biblia acerca de estos viajes?
Un prominente fragmento de información es que el apóstol Pablo alude a una visión que él, “un hombre en Cristo”, tuvo del “tercer cielo” en 2 Cor 12. Pero a él se le prohibió hablar de lo que había visto:
Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y sé que este hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras indecibles que no le es dado al hombre expresar. (2 Cor 12:2-4)
Para aplicar el punto de Pablo al día de hoy: Yo fui al cielo, pero a nadie le es permitido hablar de esas cosas, y entonces yo no me voy a elevar a mí mismo al decirles todas las cosas geniales que yo ví. Yo no voy a ir a una gira para el libro, ni voy a convertirlo en una película. Lee el resto de esta entrada »
Herejía = Versículos bíblicos distorsionados a solo un par de grados del centro
Si alguien desea dar a la iglesia un cierto porcentaje de su ingreso neto o bruto, yo honro esto como su derecho. Yo también creo que todos los cristianos deberían dar generosamente y alegremente.
Un confesión – Yo creo que el diezmo era un rito del Antiguo Pacto por medio del cual cerca de 23% de los bienes, usualmente productos agrícolas, eran dados a Dios para el mantenimiento de los sacerdotes, y para los pobres. Yo no veo una exigencia comparable para la iglesia, la cual se supone debe de “honrar” a sus líderes (1 Tim 5:17) y hacer compromisos voluntarios para proyectos especiales (Fondo de Pablo para Jerusalén). [1]
Yo no tengo una discusión con los que diezman a menos que ellos tengan una discusión conmigo. Y yo no estoy hablando del diezmar legalista o el no diezmar carnal.
Sin embargo: en las últimas semanas he encontrado a personas predicando lo que debe denunciarse y catalogarse como perversiones de la prática de diezmar. Yo ni siquiera estoy hablando acerca de Creflo Dollar y Benny Hinn y otros de su tipo en TBN, quienes constantemente le dan duro al evangelio de escribir un cheque para su ministerio. Estoy hablando de herejía – un término que yo uso poco frecuentemente y, yo espero, con precisión. Veamos tres ejemplos del Diezmo-Como-Herejía:
Ejemplo Uno: Los que no diezman están bajo la maldición de Dios
Usualmente las personas tratan de eludir las implicaciones de lo que están enseñando, pero aquí hay una fuente que habló francamente:
Si usted no diezma, la Biblia dice que usted le está robando a Dios y que usted está bajo una maldición. Esta maldición no puede ser eliminada por sus buenas obras o por el hecho de que usted ha nacido de nuevo. Usted solo puede revertir esta maldición si usted empieza a diezmar. El diezmo es la única clave para la prosperidad y la bendición de Dios. La Biblia es muy clara acerca de esto y no hay manera de evitarlo. [2]
Ellos agregan un punto que ayuda a la situación fiscal de la iglesia, si el pastor resulta ser un lobo:
Cuando los pastores le dan un mal uso a su diezmo, no pierda la fe en Dios. Continúe pagando su diezmo.
Esto debería ser un consuelo para Creflo Dollar, dadas las afirmaciones regulares que él saquea las ofrendas de la iglesia.
El problema es que, si alguien va a aplicar palabras como “maldición” a los que no diezman, ellos deberían darles su peso completo. Estar bajo la maldición de Dios no significa que “usted no prosperará como debería”. Significa que él lo ha condenado, lo ha maldecido, está en camino al infierno. (Véase Mat 25:41; 1 Cor 16:22; Gal 1:8-9; Heb 6:8; Apoc 22:3; Rom 9:3 – maldito por Dios = “separado de Cristo”).
Lo cual nos lleva a nuestra siguiente versión modificada:
Ejemplo Dos: Los que no diezman inevitablemente van al infierno
Angélica Zambrano es una mujer joven de Ecuador que afirmaba haber visitado el cielo y el infierno y trajo de regreso información acerca de quién terminó dónde. [3] En este Infierno de Dante moderno, Angélica se enteró que todos los que no diezman terminaron en las llamas. Un hombre joven le dijo a ella que les diera a todos que no quieren dar sus diezmos y ofrendas, que no roben al Señor, de otra forma, ellos van a parar en el infierno. Este joven continuó rogando, “Señor perdóname”, y el Señor contestó, “Es muy tarde, no hay oportunidad para usted.” [4]
Entonces, ¡la salvación no es por medio de la fe en Cristo, sino por medio de Cristo y además dar el diezmo!
Ejemplo Tres: Diezmar es el Evangelio
Esto es lo peor que yo he oído, pero el mes aún no ha terminado. El “Apóstol” Guillermo Maldonado de Miami [5] enseña que el “pecado original” en el jardín era el fallo de Adán y Eva en diezmar. Déjenme citar partes de lo que él dice, para mostrar que yo no me lo estoy imaginando esto:
El pecado original del Edén fue robar el diezmo…El árbol del conocimiento del bien y del mal representa o simboliza el diezmo…Y Dios le dijo a él, No toques lo que es mío…Todo lo demás puedes comerlo, puedes disfrutarlo…En el jardín es donde el hombre quedó en deuda con Dios …El diezmo es lo que nosotros le debemos a Dios, es la deuda cuando Adán comió, una deuda empezó, así cuando usted da el diezmo, usted no está haciendo nada más que pagar una deuda.
Él continúa diciendo que Dios no bendecirá a las personas si ellos solo diezman, ellos tienen que dar más que eso para ser bendecidos financieramente.
Esto es lo más lejano del evangelio que nosotros podemos llegar –nosotros tendríamos que reescribir la enseñanza de Pablo a “así como por el fallo de un hombre en diezmar, todos pecamos, entonces por venir el Apóstol Maldonado a decirnos que diezmemos, nosotros viviremos.”
La palabra “herejía” no debería de ser aplicada a los que diezman o a los que no diezman, no si ellos siguen el evangelio. Como un profesor nos lo explicó a nosotros hace muchos años, los distintivos denominacionales son lo que distinguen a un cristiano de otro cristiano; la herejía es lo que distingue a un cristiano de un no-cristiano. Los tres ejemplos anteriores son no-Cristianos, no-Evangelio, no-Dios Verdadero. La mayoría de los herejes con los que uno se encuentra citan bastante la Biblia. Pero cuando ellos distorsionan su significado a solo un par de grados del centro exacto, voilà, usted tiene una religión totalmente nueva.
Una vez más, si usted cree que dar un cierto porcentaje a Dios es correcto para usted, entonces hágalo, con alegría. Y si no, no lo haga – este es su derecho. Pero no permitamos que nadie tome una doctrina como el diezmar como un medio de extorsión financiera; abuso espiritual; sacrilegio contra Dios.
NOTAS:
[1] Por favor ir a la entrada de nuestra amiga Nadia Hirsig, quien ha escrito sobre el diezmo: he aquí la parte 1 – https://razondelaesperanza.com/2013/03/16/un-ultimo-adios-al-diezmo/ Además, yo he hecho un estudio sobre el diezmar en la historia de la iglesia, y concluí que ni en el Nuevo Testamento, ni en ningún lado en los primeros cuatro siglos de su existencia fue enseñado que los cristianos deberían diezmar o dar el diezmo como mínimo. Crisóstomo es el primero que conozco que recomendó que ellos deberían dar el 10% como mínimo, pero “no como estableciendo una ley.” [Crisóstomo, i ad Corintios 43.7]. El Concilio Católico de Mâçon [585 DC] decretó que el diezmo es obligatorio para creyentes; el Papa Gregorio el Grande [590-604 DC] reiteró el principio. Ver https://razondelaesperanza.com/2013/03/31/la-iglesia-primitiva-no-diezmo-por-los-primeros-4-siglos/
[2] http://www.ghanaweb.com/GhanaHomePage/religion/artikel.php?ID=291103
[3] http://openoureyeslord.com/2015/01/19/why-do-people-go-to-heaven/#more-4883
[4] http://www.divinerevelations.info/documents/prepare_to_meet_your_god/2nd_video/
[5] https://www.youtube.com/watch?v=Vul7J9bmUdg&feature=youtu.be
«Herejía = Versículos bíblicos distorsionados a solo un par de grados del centro,» por Gary S. Shogren, PhD, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
“Dietrich Bonhoeffer: la gracia barata,” por Alexander Cabezas Mora
El 9 de abril de 1945, se recuerda la muerte de Dietrich Bonhoeffer, quien en vida fue pastor y teólogo de la iglesia luterana de Alemania.
Este erudito, quien se ordenó y se doctoró a sus 21 años, escritor de varios libros; se le conoce por su coraje y compromiso cristiano. Cuando la Iglesia Católica guardó silencio y las iglesias cristianas protestantes se mantuvieron al margen promoviendo la “neutralidad” ante el régimen tirano y déspota que pretendía levantar Hitler, Bonhoeffer consecuente con su discurso, levantó su voz.
Tuvo la oportunidad de quedarse en los Estados Unidos en medios los albores que pronosticaban una Guerra Mundial. No obstante, prefirió regresar a su amada tierra a cuidar del rebaño que Dios le había entregado. Estuvo a cargo de un seminario que fue clausurado por la Gestapo. Se le prohibió hablar y enseñar, pero obediente a su llamado continuó sus labores de manera clandestina.
Pasó sus dos últimos años de vida en una cárcel en Berlín, acusado por participar en un complot para ajusticiar a Hitler. Esperando su sentencia final, se dedicó a producir varios de sus libros que hoy conocemos.
Entre sus libros sobresale: “El Costo del Discipulado”. La tesis de esta obra es una exposición a la luz del Sermón del Monte en Mateo capítulo cinco. Su argumento, evidenciar lo que significa profesar una fe abstracta, legalista y desencarnada del verdadero compromiso y la transformación que exige Jesús como el corazón del Reino de Dios para sus seguidores.
Una fe que no toca el alma ni la consciencia, un cristianismo sin Cristo y sin cruz, es una fe estéril, inútil y hueca porque al final no es sostenible. A esto Bonhoeffer llamó: “la gracia barata, enemigo mortal de la iglesia”.
«La gracia barata es la predicación del perdón sin requerir arrepentimiento, el bautismo sin la disciplina de la iglesia, la Comunión sin la confesión, la absolución sin la confesión personal. La gracia barata es la gracia sin discipulado, la gracia sin la cruz, la gracia sin Jesucristo, vivo y encarnado» (pág.16).
A 73 años de que este pastor escribiera estas palabras, en un contexto de tribulación por defender su posición, es triste reconocer que en la actualidad algunos sectores caminan por este mismo sendero que pretende abaratar la fe.
Se vuelve barata cuando se ofrece como producto de consumo para satisfacer a las masas que buscan un mensaje acomodado a la realidad de sus deseos personales.
Cuando se ofrece como espectáculo para un público que desea que se le endulce los oídos y se le prometa estabilidad para su “Statu Quo” y cuando se promueve la identidad de ser hijo o hija de Dios como una garantía para reclamar las promesas materiales a cambio de una módica suma o transacción monetaria que algunos llaman: “La ley de la siembra y la cosecha”, o el “pacto con Dios.”
Hace poco tiempo observaba a un tele-evangelista latinoamericano. Este enseñaba, (si es que se puede llamar enseñanza), que debíamos reclamarle a Dios por cualquier necesidad material existente y pedirle por el carro de nuestros sueños como un derecho adquirido por ser sus hijos.
En sus 30 minutos de exposición en ningún momento hizo mención a otros elementos presentes en el mensaje apostólico, tal como la justicia, la responsabilidad, la obediencia, el arrepentimiento y el seguimiento como parte integral del discipulado que Jesús vivió y encarnó.
Estos promotores de estas corrientes corren el peligro de estar enseñando falsas enseñanzas y por ende, reducir el mensaje a migas espirituales. Razón tenía Bonhoeffer al afirmar que la “gracia barata es el enemigo mortal de la iglesia”.
La pasada conferencia mundial Lausana III celebrada en la Cuidad del Cabo en Sudáfrica, se pronunció en contra de la mala interpretación bíblica y hasta la manipulación que se ha hecho para alimentar el materialismo. Uno de los expositores mencionó en su discurso titulado: “Dios promete bendecir a su pueblo”, puntualizó que el evangelio de la prosperidad distorsiona la bendición en el sentido que sólo lo ubica como bendición material.
Otros comentarios en Lausana III fueron: “No podemos utilizar la opción de comprar la gracia de Dios y esto es lo que hace el evangelio de la prosperidad…” «Dar es parte de nuestra adoración, pero el evangelio de la prosperidad hace que el dar sea una actividad transaccional», comentó otro expositor africano y puntualizó: “A los creyentes se les enseña que cuando hacen una ofrenda a Dios pueden esperar una rentabilidad determinada. Pero Dios bendice de acuerdo con su sabiduría y no necesariamente con la riqueza material.”
Como creyentes no podemos permanecer callados ante estas falsas enseñanzas que continúan
permeando a la iglesia, encarecen la fe, pero lo más preocupante es que continúan arrastrando a miles de seguidores a beber de estas aguas turbias e ilusorias. Bonhoeffer no calló porque reconoció que su deber como discípulo del Señor era pronunciarse. ¿Acaso Dios espera algo menos de cada uno de nosotros hoy en día?
Nuestro autor invitado es Alexander Cabezas Mora, Miembro del equipo coordinador de la FTL, Núcleo Costa Rica; Coordinador del Programa de Certificado en Niñez Integral de ESEPA
Motivación verdaderamente cristiana – Parte III de «Las Motivaciones del Liderazgo»
Para leer el artículo entero, haz clic aquí: Shogren_Las motivaciones de liderazgo
Dietrich Bonhoeffer (Vida en comunidad, 9a ed., Barcelona: Sígueme, 2003) fue quien enfatiza: “Hay que entrar al servicio por una sola entrada – la cruz de Cristo. Uno tiene que amar y servir al cuerpo de Cristo por medio de conocer al Salvador del cuerpo, y no sólo por conocer sino también para practicar las verdades fundamentales del evangelio.”
Ya hemos hablado de ese falso impulso de querer salvar al mundo. Y aquí, es cuando la imaginación puede jugarnos una mala pasada una vez más. Unos imaginan que la idea relevante es que…profundamente, en el corazón, la gente es básicamente buena y agradable. Entonces, entramos al servicio de la iglesia con sueños falsos, con ilusiones de un cuerpo de Cristo que en realidad no existe en esta tierra. O tal vez, vemos a los muchachos de seis u ocho años, saliendo a su escuela dominical, y pensamos, “Ay, mire estos rostros angélicos, cómo yo quisiera trabajar con esos preciosos…” Pero, ¿qué pasa si después de unos pocos domingos, se descubre que solamente ellos “se han disfrazado de ángeles de luz”?
Miren, me agrada la gente de este lugar, pero no dependamos de la amabilidad. Debemos depender de la realidad de la cruz:
Por tanto, si hay algún consuelo en Cristo, si algún estímulo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por rivalidad o por vanidad; antes bien, con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo. No busquéis vuestro propio provecho, sino el de los demás. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús. Filipenses 2:1-5
Esta verdad sirve también cuando estamos ayudando a la gente de la calle. Un ministerio mundano dice, “Ayudemos a esos pobrecitos, no han tenido las oportunidades que usted y yo hemos experimentado. Y van a ser agradecidos cuando lleguemos para explicarles el amor de Dios.” Pero, ¿qué pasa? A menudo, perdemos nuestras ilusiones, y resulta que ellos son desagradables, mienten, y usan la plata que les dimos para comprar drogas. Escuchamos la palabra del apóstol:
Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándonos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo…Y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios enolor fragante. Efesios 4:32-5:2
Hermanos, no servimos al mundo por que lo merezca, sino porque Cristo es merecedor, y porque ese Cristo me manda para amar a los (frecuentemente) antipáticos, y todo en su nombre. ¿Y qué dentro de la iglesia? ¡Qué Dios nos salve de tal visión de una iglesia llena de gente “amable”! porque no puede durar. Quizás se convierta en odio, una vez que lleguemos a decepcionarnos o a aburrirnos del servicio en la congregación. Por tanto, tenemos que mirar lo que Cristo nos ha dado en realidad: un grupo de personas, a veces desagradables, ingratas, partidistas, argumentativas – pero perdonadas en la cruz de Calvario, justificadas y reunidas con su cuerpo la iglesia. Entonces, Dios mismo tendrá que intervenir para frustrarnos y desilusionarnos; él no permite que amemos una ilusión, sino solo a la iglesia real. Debemos cambiar la mera amabilidad por el amor, ágape real y sobrenatural. Con ese amor del Espíritu, podemos actuar aun cuando la gente no nos alabe. Entonces, vamos a servir conscientes de la cruz y del amor que Cristo tiene para el hermano. Esto significa que no trataré de manipular o moldear al hermano.
Oro por que todos nosotros disfrutemos de ese amor, ágape sobrenatural, como nuestra motivación. Con esta bendición, dejémonos en las manos de Dios para que renueve y reemplace nuestras motivaciones:
Los que somos fuertes en la fe debemos aceptar como nuestras las debilidades de los que son menos fuertes, y no buscar lo que a nosotros mismos nos agrada. Todos nosotros debemos agradar a nuestro prójimo y hacer las cosas para su bien y para la edificación mutua. Porque tampoco Cristo buscó agradarse a sí mismo; al contrario, en él se cumplió lo que dice la Escritura: “Las ofensas de los que te insultaban cayeron sobre mí.” Todo lo que antes se dijo en las Escrituras, se escribió para nuestra instrucción, para que con constancia y con el consuelo que de ellas recibimos, tengamos esperanza. Y Dios, que es quien da constancia y consuelo, los ayude a ustedes a vivir en armonía unos con otros, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, para que todos juntos, a una sola voz, alaben al Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo. Romanos 15:1-6
Gary Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
Las motivaciones disfrazadas – Parte II de «Las Motivaciones del Liderazgo»
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¿Y por qué quiere ser misionero?
Por qué no! ¡Quiero tomar riesgos, buscar aventura, hacer algo especial, dejar atrás la vida aburridora!
Y ya, tenemos un ejemplo claro de un motivo no espiritual, que sin embargo se disfraza de un llamado misionero. En parte I (haz clic aquí) hablamos de motivos de naturaleza blanca y negra. Pasamos, ahora, a un segundo grupo de motivaciones falsas. Estas son más peligrosas debido a que se disfrazan de virtudes, por tanto es aun más difícil distinguirlas de una motivación verdadera. Se trata de lobos con mejores máscaras:
1. Un espíritu crítico. Una persona que se siente harta de la incapacidad de la gente; inconforme con los de la música, con los de escuela dominical o con los administradores o con el que le toque predicar, de pronto decide que el es quien puede hacerlo mejor y resolverlo todo, superando, lo que según él, es resultado de una mediocridad.
Con una medida de esfuerzo, esta motivación puede disfrazarse ante el público como un espíritu de bondad, de ser servicial, pero no lo es. Esta motivación se basa en el enojo, el orgullo y la jactancia. Ninguno que diga llamarse siervo tiene el derecho de criticar, y decir, “Mis ideas son más frescas o mejores”, solo le corresponde servir.
2. Meramente seguir las pisadas de la generación anterior. He aquí, el gran peligro de esta generación evangélica. La tercera, la cuarta y las demás generaciones de creyentes enfrentan la trampa de hacer las obras del siervo de Dios, sin un llamado real. Si su padre o su madre era un soldado verdadero, usted va a saber cómo hacer los mismos ruidos, decir lo correcto, citar la Biblia. ¡Qué el Señor nos salve de ser meros monitos!, imitando la fe sencillamente porque es conocida y no por una genuina convicción.
3. Humildad falsa. Aquí encontramos un tropiezo costarricense típico, que describimos con la famosa palabra costarricense “pobrecito”: “Pues, es que, soy un pobrecito, no podría soñar con servir al Señor de esa manera.” Sí, se pone la máscara de humildad, pero no tiene nada que ver con esa virtud cristiana. ¿Y qué? ¿Usted es demasiado pobrecito o humilde para servir al Rey? ¿Qué tipo de humildad es esa?
Pero, supongamos que la persona modesta llega a servir en la iglesia de alguna manera. Es posible emplear la humildad falsa para justificarse en medio de su tarea. No prepara su lección para escuela dominical, y los padres se quejan. Es bien fácil sacar esa excusa de nuevo: “Pero, soy pobrecita,” es decir, “¡No me critiquen!” O, “Sí, no estoy listo para tocar el instrumento bien, no he practicado, pero…¡mi ofrecimiento es pobre porque soy pobrecito!” El Señor nos pide lo mejor que podemos brindar, por medio del Espíritu. Lo que se espera es que nadie emplee su supuesta humildad para justificar la calidad pobre de sus obras.
4. Aventura. Es que, algunos cristianos buscan los ministerios difíciles o peligrosos porque anhelan aventura. Hay que tener cuidado con esta tentación cuando hay un proyecto de marcharse a la jungla para ayudar a los indígenas. ¿Vamos allá para servir a Cristo, o porque nos gusta la imagen de nosotros con machete entrando en la selva, con fieras por todos lados? Como misionero, yo conozco esta trampa, y siempre cuando alguien me habla de su deseo de ser misionero, lanzo esta pregunta: ¿Está buscando aventura? El cristianismo no es un “deporte extremo”, es un servicio humilde.
5. Impulso humanitario de salvar el mundo. “¡Yo quiero ayudar a la humanidad!” Esa la esperanza de mucha gente, especialmente concursantes para Miss Universo – “Quiero ayudar a los pobres, a los animales perdidos, a los niños de la calle.” Y sin dudar de que sean sentimientos auténticos, esto no es necesariamente una motivación divina. Hasta los paganos tienen sueños de socorrer a los demás. Sin embargo, esto no perdurará
En la Parte III, hablaremos de motivos verdaderos.
Gary Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
¿Líderes de la iglesia o lobos? Parte I de «Las Motivaciones de Liderazgo»
Para leer el artículo entero, haz clic aquí: Shogren_Las motivaciones de liderazgo
Ser líder cristiano no es nada; hay que ser el líder que Dios quiere. Es preciso mencionar que existen personas que “sirven” para obtener ganancia, fama, sexo o poder. La Biblia dice:
Esos hombres, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición, recibiendo la recompensa de su injusticia, ya que tienen por delicia el gozar de deleites cada día. Estos son inmundicias y manchas, quienes aun mientras comen con vosotros se recrean en sus errores. Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia y son hijos de maldición. Han dejado el camino recto y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad… 2 Pedro 2:12-15.
Pero, tales malvados son los de afuera, ¿verdad? ¡Ay, no! Mire 2:1 – “como habrá entre vosotros falsos maestros.” Quiere decir, no son se trata de musulmanes ni de ateos – habrá entre congregaciones cristianas; son quienes predican en el nombre del Señor, quienes vienen como cristianos y hermanos. Hablan de Jesús, pero buscan otros placeres, los cuales incluyen plata, poder, reconocimiento y sexo.
1. Plata
Con respecto a los salarios para los pastores, en América Latina, hay dos líos: el líder abusado y el líder abusivo. La mayoría de nuestros pastores sufre de privación; una minoría vive de manera favorable pero justa; y otra minoría vive de manera aprovechable e injusta. Mi consejo es, por un lado, no resentirse por un salario justo para un pastor, ni por otro lado, abusar del rebaño para enriquecerse.
Pero, para nosotros quizás esto sea casi una broma, porque el servicio aquí en nuestras iglesias es gratis; además, ¡se supone que va a diezmar también! ¡Más contribuir a la plomería! Por eso, permítame subrayar, que es posible robar dinero aun cuando uno no reciba salario, pues hay maneras de canalizar fondos indebidamente hacia su bolsillo o al de sus amigos. Y si alguien trata de justificarse por decir, bueno, quiero servir al Señor y por ello merezco un poco de plata, señores esta mezcla es pecaminosa también.
2. Poder e influencia
Para muchos de nosotros aquí, quizá la plata no sea una atracción, ni mucha tentación. Sin embargo, existe otra forma de moneda corriente que sí tienta las monedas de poder e influencia. He conocido a mucha gente sin el menor interés en la plata, pero quieren mandar y dominar; es su adicción. Lee el resto de esta entrada »