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¡Los apóstoles falsos son golpeados por el Huracán Irma!
Ensayo paralelo: ¿Por qué un huracán golpearía Texas o el Caribeo o Florida y no otro lugar?
Mientras el Huracán Irma se acercaba en setiembre 2017, América Latina escuchaba a ciertos de sus profetas y apóstoles ungidos gritando en la dirección de la tormenta, “Tú, Irma, ¡vete!”
Esto es una manifestación de la doctrina llamada el Evangelio de Prosperidad, Rhema, Palabra de Fe, y también la práctica de “decretar” – Yo decreto que tal y tal suceda, y así sucederá.
De hecho, decretar unas cosas y pedir a Dios que intervenga suenan similares, sin embargo, son opuestos.
- La oración de fe es humildemente pedir ayuda a Dios. Se basa en nuestra fe en el poder y la gracia de Dios.
- El decreto es decir a la Naturaleza (o dinero o circunstancias o salud) que uno mismo tiene la autoridad sobre ellos. Por supuesto, uno menciona el nombre de Cristo, sin embargo, por definición, decretar no es orar; es la magia.
He visto quizás 5-6 videos de estos “apóstoles” mandando a Irma que se vaya; Guillermo Maldonado de Miami es un ejemplo claro. El decreta que Irma no cruce la cosa de Florida, diciendo, entre otras cosas: yo declaro…como apóstol, como autoridad sobre esta tierra, yo ordeno al viento de este, ordeno al huracán Irma, Tu nombre es Irma, yo te ordeno en el nombre de Jesús, desintégrate, disuélvete…vete de nuestra costa, vete, yo te ordeno.

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Entonces, ¿qué pasará si Irma se aleja?
Si fue Dios quien respondió a la oración, entonces, debemos darle gracias.
Pero si Maldonado hizo que el huracán se alejara, debemos darle gracias a él. Probablemente, con su tarjeta de crédito.
Una cosa más:
Después de que Irma golpeó Florida, unos amigos míos han puesto los videos de estos profetas en Facebook, con la (vana) esperanza de que, por fin, el pueblo de Dios iba a ver que fuera engañado y cesar dar lealtad a los estafadores.
Creo que entiendo la naturaleza humana suficientemente bien para adivinar que no sucederá. ¡Los profetas falsos, sin ninguna duda, reclamarán de alguna manera que tuvieron razón! Quizás:
- “El Huracán Irma hubiera sido mucho peor, pero mi decreto lo debilitó.”
- “El Huracán Irma de hecho sí fue parado, pero, bueno, en el plano espiritual, no meteorológico.”
- “Creo que la actitud cristiana sería ayudar a las victimas, no culpar a algún líder santo. Entonces, si usted cuestiona por qué Irma golpeó Florida, usted es una persona malísima.”
- “Dios me dijo, después del huracán, que Irma fue el castigo por una razón u otra, entonces, no fue posible pararlo.” (Probablemente el pecado fue una falta de fe. Cual pecado se puede rectificar ahorita por quitar su tarjeta de crédito y donarnos algo generoso.)
Muchos usan una combinación de estas excusas. Aqui pienso en Ruddy Gracia.
La lección: Cuando viene un huracán, causa mucha erosión. Pero ninguna tormenta, ni aun una de Categoría 5, puede arrastrar la arrogancia humana.
«¡Los apóstoles falsos son golpeados por el Huracán Irma!» por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
¿Por qué un huracán golpearía Texas o el Caribeo o Florida, y no otro lugar?
Paralelo: ¡Los apóstoles falsos son golpeados por el Huracán Irma!
El ser humano, por su naturaleza, siempre busca la causa y el efecto. Tengo una llanta desinflada, entonces: ¡tiene un agujero! Sigue sonando ese timbre, entonces: ¡debe ser que hay alguien en el portón!
Pero no siempre tenemos razón. A veces asignamos una causa incorrectamente: Bebo un sorbo de café e inmediatamente suena el teléfono, entonces concluyo que uno causó el otro. Este es un error lógico, la falacia de post hoc ergo propter hoc = A sucede, luego B, entonces debe ser que A fue la causa de B.
Nosotros quienes creemos en un Dios todopoderoso creemos que todas las fuerzas de la naturaleza están bajo su control. El libro de Job destaca la idea: “A la nieve le ordena caer sobre la tierra, y también a las lloviznas y a las lluvias torrenciales.” (Job 37:6 RVC) Es decir, Dios está involucrado en los detalles, o sea, no sencillamente lanzó el globo para que siga en su propio curso. Por supuesto, hay causas secundarias: los vientos dominantes; la humedad atmosférica; las corrientes oceánicas. Algunos dicen que la inundación de Houston fue empeorada por el hecho de que habían edificado en llanuras que son sujetas a inundaciones; otros dicen, y estoy de acuerdo, que el cambio climático causará tormentas más extremas en el futuro. Sin embargo, estos hechos no nos ayudan con la pregunta mayor, ¿Por qué aquí y no allí? ¿Por qué Houston y no, por ejemplo, Corpus Christi?
Cada vez que hay un desastre o ataque terrorista, algunos inmediatamente llegan para anunciarnos La Razón Definitiva por qué Dios Lo Hizo Suceder. Me refiero a esos tipos quienes afirman que saben la razón de la Caída de las Torres Gemelas o por qué Katrina aplastó Nueva Orleans. Lo extraño es que, salvo casos excepcionales, estas personas han permanecido mudas en cuanto al huracán Harvey y Houston. Lee el resto de esta entrada »
La señal descuidada de los últimos días: relaciones frías dentro del pueblo de Dios
¿Las señales de los Últimos Días? ¡Por supuesto!, dice usted, ¡yo puedo mencionar algunas!
¡Terremotos, guerras, hambrunas, pestes! ¡Persecución, Cristos falsos, profetas engañosos! Exacto, y se pueden encontrar todos en el Discurso del Monte de los Olivos (Mateo 24-25).
Más allá de la enseñanza auténtica del Nuevo Testamento, existe toda una industria de gente, trabajando 24 horas al día para calcular la identidad del anticristo, el papel de Europa o de los Estados Unidos en la profecía, la Bestia, la supuesta computadora en Bélgica, los microchips y más. Sin embargo, hasta estos “expertos sobre la profecía” olvidan una señal en particular: pues dentro de las palabras de Jesús hay una característica del Fin que muchos pasan por alto o menosprecia, es decir que, durante la tribulación:
…muchos tropezarán; y se traicionarán unos a otros, y se aborrecerán unos a otros…y por haberse multiplicado la maldad, se enfriará el amor de muchos (Mateo 24:10, 12).
“Tropezarán” indica que estas personas son supuestos creyentes. Viene la persecución y los “cristianos”, sintiendo la presión, atacan unos a otros. La opinión popular dice que la persecución hace que los cristianos sean más cariñosos o unidos, pero no es verdad – cuando la naturaleza humana tiene control, la gente traiciona a los demás para sobrevivir. [1] Como un comentarista ha dicho sobre estos versículos, “Lo que solamente los de afuera habían hecho, ahora se dice sobre los miembros de la iglesia: ellos también ‘traicionarán’ a los hermanos y hermanas cristianos. El odio, la manera por la cual el mundo se relaciona a la iglesia, también viene a la superficie en la iglesia.” [2] Esta recesión de amor no será tan llamativa como un terremoto; sin embargo, nuestro Señor opinó que era suficientemente importante para mencionar. [3]
En 1-2 Tesalonicenses, Pablo “refleja” a Mateo 24-25, mencionando muchas de las facetas encontradas en ese evangelio, y las aplica la iglesia presionada de Tesalónica. Existe un paralelo entre los textos cuando él menciona el amor que los cristianos tienen que tener el uno para el otro.
1. En 1 Tes 4:9, Pablo afirma “Pero con respecto al amor fraternal, no tenéis necesidad de que os escriba Lee el resto de esta entrada »
Trueno! Relampago! El Señor es maravilloso!
Truenos y relámpagos, ¡cómo los amo! Algo bueno es: que aquí en Costa Rica, casi todas las tardes desde mayo hasta diciembre tenemos una feroz tormenta eléctrica. Uno trata de adaptar su horario para no ser atrapado en la lluvia torrencial. Y la otra semana, humorísticamente, el periódico publicó un artículo: ¡La temporada de lluvias está sobre nosotros! ¡Le instamos a no comprar un paraguas con una punta de metal, podría ser la última decisión que tome!
En mi oficina cierro mis ventanas, ya que la lluvia entra en un ángulo agudo. La miro un rato, y luego vuelvo a mis estudios, esperando que la internet no se interrumpa. Los truenos
retumban justo fuera, sacudiendo las ventanas y haciendo sonar las alarmas de los autos. Éste es un trueno que se siente en el pecho. Sonrío y sigo trabajando. Los truenos y relámpagos no me molestan, ¡no señor!
Pero sí molestan a algunos. Tenemos un niño de cuatro años de edad, quien pasa varios días con nosotros. Cuando tronaba el otro día, se llenaron de lágrimas sus ojos y repitió: “¡No quiero!” (“¡No me gusta!”). Afortunadamente, me acordé de un truco de cuando nuestros hijos eran pequeños. “¡Escucha, escucha! Sólo imagina que los piratas están disparando sus cañones contra ti! Cuando escuches sus cañones, haz como si tiraras de la cuerda y grita, ¡Bum! ¡Respondiendo a su ataque! ¡Mira, hazlo así!” Al pequeño le encantan los piratas, por lo que ésto produjo una sonrisa en su cara.
Otra victoria de lo que mis hijos han llamado “el método de papá” = resolver los problemas con inteligencia y diversión.
Se escucha algo una vez, y de repente lo ves en todas partes, esta semana era del trueno. Soy un lector en serie, y este mes la pila incluye La naturaleza de las cosas (De Rerum Natura), de Lucrecio, un tomo famoso de la filosofía del siglo I a. C. Lucrecio reprendió a personas que creían en los dioses paganos antiguos. Cuando se trataba de un trueno, dijo, en efecto, “¡No tengas miedo! ¡No creo que sean los dioses haciendo ruido! ¡Es sólo la naturaleza, así que crece!”
El mundo de la Biblia no está dominado por los dioses o por la naturaleza: está centrado en Dios. Esto no es el paganismo, del que se burlaba Lucrecio, sino basado en el primer versículo, que Dios es el Creador de todo. Job 36:2-4 también ofrece el siguiente comentario:
Escucha, escucha el trueno de su voz y el retumbo que sale de su boca. Debajo de todo el cielo lo suelta, y su relámpago a los rincones de la tierra. Después de esto su voz ruge, él truena con su majestuosa voz y no restringe los relámpagos cuando su voz es escuchada.
Así que, mientras que el trueno es un fenómeno natural (Lucrecio), es más que eso, y no son los ángeles jugando a los bolos, sino un recordatorio del poder de Dios, el Creador.
También he leído la Misná, un libro grueso que es una compilación de las tradiciones judías. Aquí en donde algunos rabinos decían, en tal y tal situación, así es como se debe responder, hay un dicho que me llamó la atención:
Con los meteoritos, temblores de tierra, rayos, truenos, tempestades dice, “bendito sea Aquel de cuya fuerza y poder está repleta la tierra” (m. Berakot 9:2, del Valle)[1]
¡Guau, Berakot lo tiene todo! Truenos, relámpagos, vientos. ¡Me encanta ver las lluvias de meteoros también! Y en Costa Rica tenemos pequeños temblores de tierra todos los días, el otro día cayó a pocos kilómetros de aquí y botó las cosas fuera de los estantes.
¿Qué debe hacer cuando el trueno y el relámpago golpean? Bueno, no voy a dejar mi juego del “pirata” fuera de la mesa todavía. Pero los rabinos están sugiriendo que para estos eventos sorprendentes de la naturaleza, no hay una respuesta mejor: cuando truena, Gary, en lugar de decir “Guau, eso estuvo cerca!” u “¡Olé!”, tal vez se deba utilizar como un recordatorio de que Dios es grande. Cuando hay un terremoto, ya sea grande o pequeño, debemos hacer lo mismo.
Algunos de estos rabinos tenían una manera de llevar a la gente cuyos pensamientos divagan y empujarlos hacia Dios para meditar en su grandeza.
¡Bendito es aquél cuyo poder y fuerza llenan el mundo!
NOTAS
[1] La Misná fue publicada alrededor del año 200 d. C. y contiene unas pocas tradiciones de antes del tiempo de Jesús; la mayoría son de más adelante. Es un libro muy útil para entender el mundo del Nuevo Testamento. Aparte de la Misná, hay miles de páginas de tradiciones rabínicas de los siglos después de Jesús. Como un gentil y un cristiano tienen menos interés para mí que la Misná. Hay personas que tratan de importar estas tradiciones más tardías, tradiciones medievales a la biblia. Por ejemplo, cuando son presentaciones de “Cristo en la Pascua”, ellos dicen que en la Pascua en el tiempo de Jesús había una bolsa de tela con tres bolsillos que contenían tres panes sin levadura. Es difícil probar que esto era la costumbre en el tiempo de Jesús, y es probable que la tradición surgiera mucho tiempo después de su muerte y resurrección. La tradición que cito del tracto Berakot (en hebreo “Bendiciones”) tal vez data del siglo 1. Si no es así, la simple verdad es que me gusta y me ayuda a poner mi teología en orden. No doy ninguna otra recomendación para la Misná.
«Trueno! Relampago! El Señor es maravilloso!» por Gary Shogren, PhD en Nuevo Testamento, Profesor de Seminario ESEPA, San Jose, Costa Rica