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Mi Tiempo con el Libro del Mormón – 2017
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La Biblia verdaderamente, ¡es increíblemente antigua! El Antiguo y Nuevo Testamentos fueron copiados a mano durante siglos, si no milenios. Y para interpretar la Biblia correctamente, ¡un experto debería ser perfectamente conocedor de los idiomas originales! Al menos, así es con mi Biblia.
Más sorprendente, entonces, es que el Libro del Mormón (LM) es la primera Escritura que yo he leído que fue originalmente compuesta en – o, de acuerdo con Joseph Smith, milagrosa e infaliblemente traducida a – mi propio idioma. Es decir, es el texto inglés del LM lo que se considera divinamente autoritativo, más allá de cuya versión no hay otra apelación.[1]
El LM es uno de los principales libros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (SUD) popularmente conocidos como los mormones, y otro grupos relacionados.[2] No es el único considerado como nueva revelación; los SUD más tarde agregaron “Doctrina y Convenios” y “Perla de Gran Precio” a su canon.
Vivimos en una edad en la que las personas dan reseñas de libros que nunca han leído. La Biblia es probablemente el libro más reseñado y menos leído de nuestra era. Lee el resto de esta entrada »
Seleccion de Christopher Wright, La Mision de Dios
Gary dice: De vez en cuando se encuentra un libro que expresa la verdad del evangelio de una manera clarísima. He aquí una selección de Christopher Wright, La Misión de Dios: Descubriendo el Gran Mensaje de la Biblia (Buenos Aires: Certeza Unida, 2009). En especial, él demuestra que el Eterno es Señor y Redentor de todas las naciones, y que los gentiles pueden recibir el evangelio sin convertirse al judaísmo. Aquí una selección (pag. 683-86) en la cual cita a Richard Bauckham:
Jacobo y el Concilio de Jerusalén. La combinación de la misión de Pedro a Cornelio y el éxito de la misión de la iglesia de Antioquía en Asia Menor y Chipre, por medio de Pablo y Bernabé, produjo un gran problema teológico. El primer Concilio de Jerusalén se convocó en el año 48 d.C. para resolver el asunto y el informe de este hecho fundamental de la misión cristiana primitiva se encuentra en Hechos 15.
Lo primero que cabe decir es que el tema en discusión no era la legitimidad de la misión gentil en sí misma. La pregunta no era si estaba bien llevar el evangelio a los gentiles sino en qué condiciones y bajo qué criterios se podía admitir a los gentiles convertidos en la nueva comunidad del pueblo de Dios. Es importante subrayar esto porque hay quienes argumentan contra la autenticidad de los registros del evangelio sobre la Gran Comisión, sobre la base de que parece ser desconocida en este concilio en Jerusalén. Es decir, según esta perspectiva, si Jesús alguna vez pronunció las palabras que se le atribuyen al final de Mateo y Lucas (a saber, un mandato explícito de ir a los gentiles), entonces eso hubiera sido un argumento contundente al que Jacobo, Pablo y Pedro podían apelar contra los cristianos judíos más conservadores y sus escrúpulos.
No obstante, esto interpreta mal la situación en Hechos 15. La noticia de la conversión de los gentiles fue recibida con gozo (v. 3), en tanto que los apóstoles misioneros fueron bienvenidos en Jerusalén (v. 4). El punto no era la legitimidad del esfuerzo por llevar los gentiles a la fe y a la conversión; era si los gentiles convertidos podían ser aceptados en la iglesia sin la circuncisión y la observancia de la ley (es decir, sin convertirse en verdaderos prosélitos del judaísmo). Los creyentes judíos conservadores insistían que así era el caso. Los apóstoles, (incluyendo Pedro y Jacobo, junto con Pablo) afirmaban que la nueva realidad inaugurada por el Mesías volvía innecesarios los requerimientos de prosélito.
Este asunto (los términos de la conversión) no se hubiera resuelto simplemente apelando al mandato de Jesús de ir a los gentiles. Ambas partes hubieran aceptado y estado de acuerdo en eso: las buenas nuevas eran para los gentiles que debían ser llevados a un discipulado obediente. La pregunta era, ¿qué implicaba ese discipulado, y cuáles eran las condiciones de ingreso? ¿Tenían los gentiles que hacerse judíos aparte de creer en Jesús?
Estaríamos equivocados si culpáramos a los cristianos judíos que exigían la circuncisión a los creyentes gentiles de ignorar las promesas hechas a los gentiles en las Sagradas Escrituras. Indudablemente reconocían esas promesas, pero…las interpretaban como un llamado a hacerse prosélitos cumplidores de la ley y circuncidados. [1]
El segundo punto importante a tener en cuenta en este informe es el cuidado con que Jacobo asocia ciertos pasajes proféticos en un argumento exegético de notable habilidad y sutileza. El pasaje principal, por supuesto, es Amos 9.11-12, pero alrededor de éste hay resonancias de Oseas 3.5 (‘después de estas cosas’, referido al regreso escatológico del Señor y a la restauración del gobierno davídico), Jeremías 12.15 (la promesa de que otras naciones pueden incorporase en medio del pueblo de Dios) e Isaías 45.21 (que Dios había declarado mucho antes su intención de reunir a las naciones gentiles). Dentro de este marco Jacobo cita Amos 9.11-12 que mira por un lado a la restauración del ‘tabernáculo caído de David’ (RVR95), lo cual con seguridad se entendía como una referencia al templo escatológico, es decir, el pueblo mesiánico de Dios; y por el otro lado, mira a la inclusión de los gentiles como aquellos que ‘llevan mi nombre [del Señor]’, es decir, que son considerados como pertenecientes a Israel simplemente como gentiles, no como habiéndose convertido en judíos prosélitos.
El estudio más completo y satisfactorio de este pasaje complejo lo ha realizado Richard Bauckham. Sus conclusiones son claras y convincentes. La comunidad cristiana primitiva se consideraba el templo escatológico que Jesús había prometido construir. A diferencia del templo físico, los gentiles podían ser admitidos en este nuevo templo mesiánico sin los requerimientos de proselitismo, y se podía fundamentar la legitimidad, incluso la antigüedad de esa interpretación, con pasajes de las Escrituras.
Hechos 15.16-18 no es el único texto que asocia la inclusión de los gentiles en el pueblo escatológico de Dios con una interpretación del templo escatológico como el pueblo escatológico de Dios. Efesios 2.11-22 y 1 Pedro 2.4-10 hacen lo mismo…. Esta asociación de ideas tiene que haber sido de importancia fundamental. El templo era el corazón de Israel. Era el lugar donde el pueblo de Dios tenía acceso a la presencia de Dios, mientras que a los gentiles, admitidos únicamente en los patios externos del Segundo Templo, les estaba prohibido, bajo pena de muerte, el ingreso a los recintos sagrados. Un pueblo de Dios definido por y centrado en ese templo como lugar de la morada de Dios con ellos, no podía incluir a los gentiles a menos que se hicieran judíos. Pero numerosas profecías describen el templo de la era mesiánica como un lugar donde los gentiles entrarían a la presencia de Dios (Salmo 96.7-8; Isaías 2.2-3; 25.6; 56.6-7; 66.23; Jeremías 3.17; Miqueas 4.1-2; Zacarías 14.16; 1 Enoc 90.33 [2]). Si se las entiende como referidas a los gentiles en tanto gentiles, en lugar de como prosélitos, la concepción que de sí misma tenía la iglesia primitiva como templo escatológico, como lugar de la presencia de Dios, podía aceptar la inclusión de los gentiles sin que se convirtieran en judíos por la circuncisión y la plena observancia de la ley mosaica. Por lo tanto, es completamente posible que Amos 9.11-12, interpretado como la profecía de que Dios construiría el templo escatológico (la comunidad cristiana) de tal modo que los gentiles pudieran buscar allí su presencia, hubiera jugado un papel decisivo en el debate y la decisión de la iglesia de Jerusalén acerca del lugar de los gentiles cristianos. …La significación de Amos 9.12, especialmente en la LXX, es muy cercana a la de Zacarías 2.11 (Hebreos 2.15): ‘En aquel día, muchas naciones se unirán al SEÑOR. Ellas serán mi [LXX, ‘SU’] pueblo’. Pero mientras este pasaje se puede interpretar más fácilmente como que los gentiles se unirán al pueblo de Dios como prosélitos, Amos 9.12 dice que las naciones en cuanto naciones gentiles pertenecen a YHVH. NO implica que tengan que hacerse judías, sino que ‘todas las naciones’ están incluidas en la relación de pacto. Es dudoso que se pudiera haber usado algún otro pasaje del Antiguo Testamento para arrojar más claridad sobre este punto. [3]
NOTAS:
[1] (originalmente nota 24) Jostein Ådna, “James’ Position at the Summit Meeting of the Apostles and Elders in Jerusalem (Acts 15)”, en The Mission of the Early Church to Jews and Gentiles, ed. Jostein Ådna y Hans Kvalvein, Mohr Siebek, Tübingen, 2000, p. 148.
[2] El texto de 1 Enoc 90.33 es: “Todos los que habían perecido y habían sido dispersados, todas las bestias del campo y todas las aves del cielo se reunieron en esa casa. El dueño de las ovejas se alegró muchísimo, pues todos eran buenos y habían vuelto a su casa.” [versión Diez Macho]. 1 Enoc no es un libro canónico ni inspirado, sin embargo, es un testimonio de la teología del judaísmo del Segundo Templo.
[3] (originalmente nota 25) Richard Bauckham, ‘James and the Gentiles (Acts 15.13-21)’, en History, Literature, and Society in the Book of Acts, ed. Ben Witherington III, Cambridge University Press, Cambridge, 1996, pp. 167, 169.
Una introducción a la Torah del Mesías
«Seleccion de Christopher Wright, La Mision de Dios,» citado por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
Herejía = Versículos bíblicos distorsionados a solo un par de grados del centro
Si alguien desea dar a la iglesia un cierto porcentaje de su ingreso neto o bruto, yo honro esto como su derecho. Yo también creo que todos los cristianos deberían dar generosamente y alegremente.
Un confesión – Yo creo que el diezmo era un rito del Antiguo Pacto por medio del cual cerca de 23% de los bienes, usualmente productos agrícolas, eran dados a Dios para el mantenimiento de los sacerdotes, y para los pobres. Yo no veo una exigencia comparable para la iglesia, la cual se supone debe de “honrar” a sus líderes (1 Tim 5:17) y hacer compromisos voluntarios para proyectos especiales (Fondo de Pablo para Jerusalén). [1]
Yo no tengo una discusión con los que diezman a menos que ellos tengan una discusión conmigo. Y yo no estoy hablando del diezmar legalista o el no diezmar carnal.
Sin embargo: en las últimas semanas he encontrado a personas predicando lo que debe denunciarse y catalogarse como perversiones de la prática de diezmar. Yo ni siquiera estoy hablando acerca de Creflo Dollar y Benny Hinn y otros de su tipo en TBN, quienes constantemente le dan duro al evangelio de escribir un cheque para su ministerio. Estoy hablando de herejía – un término que yo uso poco frecuentemente y, yo espero, con precisión. Veamos tres ejemplos del Diezmo-Como-Herejía:
Ejemplo Uno: Los que no diezman están bajo la maldición de Dios
Usualmente las personas tratan de eludir las implicaciones de lo que están enseñando, pero aquí hay una fuente que habló francamente:
Si usted no diezma, la Biblia dice que usted le está robando a Dios y que usted está bajo una maldición. Esta maldición no puede ser eliminada por sus buenas obras o por el hecho de que usted ha nacido de nuevo. Usted solo puede revertir esta maldición si usted empieza a diezmar. El diezmo es la única clave para la prosperidad y la bendición de Dios. La Biblia es muy clara acerca de esto y no hay manera de evitarlo. [2]
Ellos agregan un punto que ayuda a la situación fiscal de la iglesia, si el pastor resulta ser un lobo:
Cuando los pastores le dan un mal uso a su diezmo, no pierda la fe en Dios. Continúe pagando su diezmo.
Esto debería ser un consuelo para Creflo Dollar, dadas las afirmaciones regulares que él saquea las ofrendas de la iglesia.
El problema es que, si alguien va a aplicar palabras como “maldición” a los que no diezman, ellos deberían darles su peso completo. Estar bajo la maldición de Dios no significa que “usted no prosperará como debería”. Significa que él lo ha condenado, lo ha maldecido, está en camino al infierno. (Véase Mat 25:41; 1 Cor 16:22; Gal 1:8-9; Heb 6:8; Apoc 22:3; Rom 9:3 – maldito por Dios = “separado de Cristo”).
Lo cual nos lleva a nuestra siguiente versión modificada:
Ejemplo Dos: Los que no diezman inevitablemente van al infierno
Angélica Zambrano es una mujer joven de Ecuador que afirmaba haber visitado el cielo y el infierno y trajo de regreso información acerca de quién terminó dónde. [3] En este Infierno de Dante moderno, Angélica se enteró que todos los que no diezman terminaron en las llamas. Un hombre joven le dijo a ella que les diera a todos que no quieren dar sus diezmos y ofrendas, que no roben al Señor, de otra forma, ellos van a parar en el infierno. Este joven continuó rogando, “Señor perdóname”, y el Señor contestó, “Es muy tarde, no hay oportunidad para usted.” [4]
Entonces, ¡la salvación no es por medio de la fe en Cristo, sino por medio de Cristo y además dar el diezmo!
Ejemplo Tres: Diezmar es el Evangelio
Esto es lo peor que yo he oído, pero el mes aún no ha terminado. El “Apóstol” Guillermo Maldonado de Miami [5] enseña que el “pecado original” en el jardín era el fallo de Adán y Eva en diezmar. Déjenme citar partes de lo que él dice, para mostrar que yo no me lo estoy imaginando esto:
El pecado original del Edén fue robar el diezmo…El árbol del conocimiento del bien y del mal representa o simboliza el diezmo…Y Dios le dijo a él, No toques lo que es mío…Todo lo demás puedes comerlo, puedes disfrutarlo…En el jardín es donde el hombre quedó en deuda con Dios …El diezmo es lo que nosotros le debemos a Dios, es la deuda cuando Adán comió, una deuda empezó, así cuando usted da el diezmo, usted no está haciendo nada más que pagar una deuda.
Él continúa diciendo que Dios no bendecirá a las personas si ellos solo diezman, ellos tienen que dar más que eso para ser bendecidos financieramente.
Esto es lo más lejano del evangelio que nosotros podemos llegar –nosotros tendríamos que reescribir la enseñanza de Pablo a “así como por el fallo de un hombre en diezmar, todos pecamos, entonces por venir el Apóstol Maldonado a decirnos que diezmemos, nosotros viviremos.”
La palabra “herejía” no debería de ser aplicada a los que diezman o a los que no diezman, no si ellos siguen el evangelio. Como un profesor nos lo explicó a nosotros hace muchos años, los distintivos denominacionales son lo que distinguen a un cristiano de otro cristiano; la herejía es lo que distingue a un cristiano de un no-cristiano. Los tres ejemplos anteriores son no-Cristianos, no-Evangelio, no-Dios Verdadero. La mayoría de los herejes con los que uno se encuentra citan bastante la Biblia. Pero cuando ellos distorsionan su significado a solo un par de grados del centro exacto, voilà, usted tiene una religión totalmente nueva.
Una vez más, si usted cree que dar un cierto porcentaje a Dios es correcto para usted, entonces hágalo, con alegría. Y si no, no lo haga – este es su derecho. Pero no permitamos que nadie tome una doctrina como el diezmar como un medio de extorsión financiera; abuso espiritual; sacrilegio contra Dios.
NOTAS:
[1] Por favor ir a la entrada de nuestra amiga Nadia Hirsig, quien ha escrito sobre el diezmo: he aquí la parte 1 – https://razondelaesperanza.com/2013/03/16/un-ultimo-adios-al-diezmo/ Además, yo he hecho un estudio sobre el diezmar en la historia de la iglesia, y concluí que ni en el Nuevo Testamento, ni en ningún lado en los primeros cuatro siglos de su existencia fue enseñado que los cristianos deberían diezmar o dar el diezmo como mínimo. Crisóstomo es el primero que conozco que recomendó que ellos deberían dar el 10% como mínimo, pero “no como estableciendo una ley.” [Crisóstomo, i ad Corintios 43.7]. El Concilio Católico de Mâçon [585 DC] decretó que el diezmo es obligatorio para creyentes; el Papa Gregorio el Grande [590-604 DC] reiteró el principio. Ver https://razondelaesperanza.com/2013/03/31/la-iglesia-primitiva-no-diezmo-por-los-primeros-4-siglos/
[2] http://www.ghanaweb.com/GhanaHomePage/religion/artikel.php?ID=291103
[3] http://openoureyeslord.com/2015/01/19/why-do-people-go-to-heaven/#more-4883
[4] http://www.divinerevelations.info/documents/prepare_to_meet_your_god/2nd_video/
[5] https://www.youtube.com/watch?v=Vul7J9bmUdg&feature=youtu.be
«Herejía = Versículos bíblicos distorsionados a solo un par de grados del centro,» por Gary S. Shogren, PhD, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
Si no tenemos que diezmar, entonces, ¿qué debemos hacer?
Por favor leer las tres entradas sobre el diezmo en este blog antes de comentar sobre nuesta posición sobre él
Durante su tercer viaje misionero, Pablo fue a Jerusalén para entregar un gran donativo a la iglesia, con el fin de aliviar el sufrimiento de los cristianos pobres. Se menciona la oferta en 1-2 Corintios, en Romanos y en los Hechos, y es el tema principal del famoso pasaje sobre la mayordomía en 2 Co 8-9 y aquí en 1 Cor 16:
En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la misma manera que ordené a las iglesias de Galacia. El primer día de la semana, cada uno de vosotros guarde algo en su casa, atesorando en proporción a cómo esté prosperando [1], para que cuando yo llegue no haya entonces que levantar ofrendas. Cuando yo esté allí, enviaré a los que vosotros aprobéis por cartas, para llevar vuestro donativo a Jerusalén. Y si conviene que yo también vaya, ellos irán conmigo. (1 Cor 16:1-4 RVA)
¿Que enseña el NT acerca de la mayordomía? Debemos hacer las siguientes distinciones:
1. “No” al diezmo. El Nuevo Testamento no enseña en ningún sitio que los cristianos diezmen, es decir, consagren un 10% a la iglesia local. 1 Cor 16:1 no dice “un porcentaje fijo conforme a sus ingresos.” [Vea abajo] Si los cristianos quieren defender la doctrina del diezmo, tendrían que restringirse al Antiguo Testamento y también probar que tal practica del antiguo pacto es obligatoria para los cristianos de hoy. Además, tienen que seguir el diezmo bíblico cómo los Israelitas lo observaron: un 23.3%, no un 10%. La persona de hoy quien pretenda «diezmar» un mero 10% Lee el resto de esta entrada »
¡Un ultimo adios al diezmo! Parte 3 – Resumen del Intercambio, por Nadia Hirsig
Lea primero:
¡Un último adiós al diezmo! Parte 1, por Nadia Hirsig
¡Un último adios al diezmo! Parte 2 – La iglesia primitiva NO diezmó, Gary Shogren
No tenemos que diezmar, entonces, ¿qué debemos hacer? por Gary Shogren
¡Un último adiós al diezmo! Esta fue la propuesta de entrada y también la conclusión final de mi artículo sobre la bien conocida práctica en nuestras iglesias de “dar el diezmo”. Parece que algunos lectores vieron esta frase y la interpretaron como “dígale a su pastor que ya no cuenta con usted” o “dejen a sus iglesias en la ruina.” Es claro que el concepto del diezmo culturalmente ha estado combinado con la idea de serle fiel a Dios, por eso, la propuesta de despedirnos de esta costumbre naturalmente levanta protestas. Pero déjenme ser bien clara: no estoy diciendo que dejemos de dar. Estoy diciendo que nuestra práctica necesita ser bíblica. Hay que discernir entre tradiciones humanas, por bien intencionadas que sean, y enseñanza bíblica. Lee el resto de esta entrada »
¡Un último adiós al diezmo! Parte 1
Esta semana damos una bienvenida cordial a una escritora especial, Nadia Hirsig (Interamistad@yahoo.com). Su presentación es el resultado de mucho estudio bíblico y mucha oración. – Gary Shogren
El tema del diezmo es muy conocido para cualquier creyente. Aunque no todos hemos recibido la misma enseñanza, todos nos hemos encontrado con alguna manifestación de este concepto en nuestro camino. Sin embargo, propongo que no sigamos hablando del diezmo en nuestras iglesias. Las razones para darle un último adiós son múltiples:
No hay razón en el Nuevo Testamento para seguir con esta práctica
Los diezmos eran parte de un complejo sistema político diseñado para Israel. Entre otras cosas se usaban para sostener a la tribu de Leví que ministraba en el tabernáculo y a quien no se permitía tener tierra en posesión (Núm 18:24). Con el nacimiento de la iglesia hay un cambio de paradigma en muchos aspectos Lee el resto de esta entrada »