Archive for the ‘Comida kosher’ Category
El pecado de autojustificación [Romanos]
De vez en cuando en este blog estaré compartiendo sobre la epístola a los Romanos. Son selecciones y resúmenes de mi comentario breve sobre la carta en El Comentario Biblico Contemporáneo, que será publicado por Ediciones Kairos, Buenos Aires.
Se han llenado de toda clase de maldad, perversidad, avaricia y depravación. Están repletos de envidia, homicidios, disensiones, engaño y malicia. Son chismosos, calumniadores, enemigos de Dios, insolentes, soberbios y arrogantes; se ingenian maldades; se rebelan contra sus padres; son insensatos, desleales, insensibles, despiadados. Romanos 1:29-31
En el previo párrafo, Pablo trató con los dos pecados estereotípicos de los gentiles: idolatría y fornicación (especialmente la fornicación homosexual).
Es bien extraño que muchos de nosotros los evangélicos leamos la parte sobre la homosexualidad y frenamos allí. La razón de esto no es difícil de encontrar: imaginamos que los gays son Los Otros, y nos parece fácil condenar el pecado de Ellos; y más fácil descuidar la depravación que a “Nosotros” nos infecciona. Esta “ceguera cognitiva” no es sencillamente un fenómeno sicológico, también tiene sus raíces en la autojustificación y por eso es perversidad. Por eso oramos con el salmista, “¿Quién está consciente de sus propios errores? ¡Perdóname aquellos de los que no estoy consciente!” (Salmo 19:12)
Pablo no permitió esta ceguera cognitiva. En 1:29-31 escribe una así llamada lista de vicios.[1] Los veinte elementos van desde infringir los diez mandamientos (se rebelan contra sus padres) a lo cotidiano (son chismosos). Si el más grande mandamiento de la Torá era amar a Yahvé con todo el ser (Dt 6:4), entonces, constituirse en enemigos de Dios es la mayor forma de maldad.
Entonces: no oremos por que «Dios, te doy gracias porque no soy como otros, es decir, gay!» si somos envidiosos, calumniadores, arrogantes.
Existe otra forma de autojustificación, asociada con la teoría de evolución. Se ha puesto de moda explicar cada tipo de conducta humana como el legado de algún hipotético pasado evolutivo. Este tipo de argumentación es, por definición, débil, ya que se puede tomar casi cualquier comportamiento de la naturaleza humana e imaginar alguna razón por la cual fue necesario para algún lejano ancestro. ¿Usted se irrita y enoja cuando se le pasa la hora de cenar? Pues bien, esto es porque su ancestro primate necesitaba un impulso de adrenalina para salir y cazar con rapidez algún animal con el fin de preservar su progenie. ¿Desea un varón más de una pareja? Esto ocurre así porque ellos tienen el impulso primitivo de reproducirse con muchas hembras con el fin de continuar la especie por medio de tantos hijos como les sea posible.
Cualquier conducta puede justificarse mediante la antropología, sociología, psicología, biología. Sin embargo, nuestro más alto estándar de lo que debemos practicar y de lo que debemos rechazar tiene que ser la Palabra de Dios; solo nuestro Creador es capaz de darnos la verdad y la perspectiva que nos falta.
NOTA
[1] Las listas de vicios y virtudes eran una figura común de expresión de esa época, por medio de ellas el autor compilaba algunos comportamientos y los presentaba con poca elaboración, con el objetivo de orientar a sus oyentes hacia la santidad y alejarlos de la maldad Un ejemplo de ellas lo vemos en los rollos del Mar Muerto, como esta: “al espíritu de falsedad le pertenece la avaricia, la debilidad de manos en el servicio de la justicia, la impiedad, la mentira, el orgullo y la altanería de corazón, etcétera”. (1QS IV, 9-11). ¡Filón escribió una lista con ciento cuarenta y siete elementos! En las cartas paulinas se puede mencionar 1 Corintios 6:9-10; otras dos listas de vicios que tienen la misma base hacen que excluyan del reino escatológico a quienes los practican (Ga 5:19-21; Ef 5:5). El fruto del Espíritu se presenta como una lista de virtudes (Gá 5:22-23), que fue otra figura de expresión.
«El pecado de autojustificación [Romanos],» por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
Pablo y el sexo homosexual en su contexto griego [Romanos 1:26-27]
De vez en cuando en este blog estaré compartiendo sobre la epístola a los Romanos. Son selecciones y resúmenes de mi comentario breve sobre la carta en El Comentario Biblico Contemporáneo, que será publicado por Ediciones Kairos, Buenos Aires.
[26] Por esta causa, Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por relaciones contra naturaleza. [27] De la misma manera, también los hombres, dejando las relaciones naturales con la mujer, se encendieron en sus pasiones desordenadas unos con otros, cometiendo actos vergonzosos, hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución que corresponde a su extravío. Romanos 1:26-27 RVA
Este texto se ha interpretado tradicionalmente como una condenación de toda actividad homosexual ya sea entre mujeres o entre hombres.
La actividad homosexual en la sociedad greco-romana iba en el espectro desde las relaciones amorosas a la explotación abierta. Los jóvenes varones griegos de vez en cuando tenían relaciones sexuales mientras esperaban el matrimonio; y había quienes sostenían que tener relaciones sexuales con otro varón era una relación superior a la que se tenía con alguien del sexo “inferior”. Además, no era inusual que un hombre se involucrara sexualmente con varones más débiles, ya fueran esclavos, niños, jóvenes, o algún protegido. En términos actuales, entonces muchos o la mayoría de estos varones explotadores eran bisexuales. Aun el supremo dios griego Zeus, cuyo interés en las mujeres era insaciable, secuestró a un niño guapo llamado Ganimedes, a quien hizo su objeto sexual.
Mientras que en 1 Corintios 6 Pablo se enfoca en el comportamiento, no en la inclinación sexual, en Romanos 1 se refiere tanto al deseo como al comportamiento Lee el resto de esta entrada »
No me avergüenzo del evangelio [Romanos]
De vez en cuando en este blog estaré compartiendo sobre la epístola a los Romanos. Son selecciones y resúmenes de mi comentario breve sobre la carta en El Comentario Biblico Contemporáneo, que será publicado por Ediciones Kairos, Buenos Aires.
Romanos 1:16a – “no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen”
En la antigüedad, el concepto de honor y vergüenza era la clave para el comportamiento de toda persona. Entonces, el estatus se quedaba en riquezas, influencia, inteligencia, un buen nombre, poder militar.
En Roma especialmente los cristianos tuvieron que resistir la tentación de perseguir el estatus mundano. Sin embargo, lo que el mundo consideró débil fue en realidad la verdad poderosa de Dios. Entonces, Dios había escogido a las personas corintias que no tenían ninguna reputación para traer vergüenza a los sabios y a los poderosos (1 Cor 1:26-31).
Este cambio de valores se basa en la cruz de Cristo. En Rom 9:33, Pablo cita a Isaías 28:16 y 8:14 como profecía mesiánica: “He aquí pongo en Sión una piedra de tropiezo y una de escándalo; y el que crea en él no será avergonzado” (LBLA). Toda persona que tropiece sobre esta roca, porque piensa que el evangelio es para tontos, caerá, pero aquellas que tengan fe nunca “serán avergonzadas”. La confianza de Pablo tenía poco que ver con su habilidad de hablar bien o proponer un plan estratégico – descansaba en el hecho de que Dios nunca lo defraudaría.
Su confianza descansaba en el hecho de que el evangelio, que a los ojos del mundo es una pobre y débil filosofía, es poderoso, porque el Todopoderoso Dios ha escogido trabajar por medio de él.
Miles de judíos fueron crucificados en el siglo primero, pero solo en un caso particular un hombre fue resucitado y declarado Hijo de Dios y Salvador (1:4). “Su divino poder […] nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda” (2 Pedro 1:3), empezando con el nuevo nacimiento y el don del Espíritu Santo. Es por ello que el apóstol no sería silenciado — a pesar de la oposición al evangelio, había visto cómo tantas personas habían sido transformadas, empezando por él mismo, que había vencido cualquier incomodidad en su esfuerzo por compartir el mensaje. Se mantendría evangelizando, a pesar de la hostilidad que inevitablemente enfrentaría en Jerusalén, en Roma, y en España.
«No me avergüenzo del evangelio [Romanos],» por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
Bosquejo de la epístola [Romanos]
De vez en cuando en este blog estaré compartiendo sobre la epístola a los Romanos. Son selecciones y resúmenes de mi comentario breve sobre la carta en El Comentario Biblico Contemporáneo, publicado por Ediciones Kairos, Buenos Aires.
BOSQUEJO DE ROMANOS
Introducción (1:1-17)
Saludos (1:1-7)
Relación de Pablo con la iglesia de Roma (1:8-15)
Tema de la Carta: El evangelio, poder de Dios para la salvación de todos, y diligencia de Pablo para su proclamación (1:16–17)
La universalidad de la condenación venidera (1:18–3:20)
La condenación de quienes cometen los “pecados de los gentiles”: idolatría y corrupción sexual (1:18–32)
La condenación de quienquiera que peque, sea que respete la ley de Moisés o no (2:1–3:8)
Prueba en el AT de que los judíos son tan culpables como los gentiles (3:9–20)
La salvación en el evangelio de Cristo (3:21–5:21)
La salvación mediante la obra de Cristo y la fe en él (3:21–31)
Prueba del argumento paulino en los héroes del AT (4:1–21)
La fe en la resurrección de Jesucristo se tomará en cuenta como justicia (4:22–25)
Dos sectores en la humanidad: el de quienes están en Adán y el de quienes están en Cristo (5:1– 21)
La nueva vida en Cristo (6:1–7:25)
Muertos al pecado y a la ley, y vivos en Cristo (6:1–7:6)
El conflicto entre la naturaleza pecaminosa y la mente que se somete a la ley de Dios (7:7–25)
La nueva vida en el Espíritu y la liberación de la creación (8:1–39)
El Espíritu libera a los creyentes de la naturaleza pecaminosa en la vida presente (8:1–11)
El Espíritu completará su obra transformadora en los creyentes como “herederos de Dios y coherederos con Cristo” (8:12–17)
La creación será liberada de la corrupción junto con los hijos de Dios (8:18–25)
El Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios (8:26–27)
Nada podrá apartar a los creyentes del amor de Dios (8:28–39)
El problema histórico del nuevo pueblo de Dios y el pueblo de Israel (9:1–11:36)
La incredulidad de Israel y la elección de los gentiles se cumplen conforme a las Escrituras (9:1–10:4)
Israel puede recibir la justicia de Cristo si tan solo cree en él (10:5–21)
Tanto los gentiles elegidos por Dios como el remanente escatológico de Israel serán salvos (11:1–36)
La nueva vida en Cristo y el cumplimiento de la ley (12:1–13:14)
Los creyentes: sacrificio vivo, santo y agradable a Dios (12:1–2)
La vida cristiana en función del amor en la iglesia y en el mundo (12:3–21)
La vida cristiana y la responsabilidad política de los creyentes (13:1–8a)
La vida cristiana según el principio del amor fraternal (13:8b–10)
La vida cristiana entre el tiempo presente y el nuevo día (13:11–14)
La resolución de un conflicto particular de la iglesia en Roma (14:1–15:13)
Los creyentes rinden cuentas a Dios con respecto a sus decisiones éticas (14:1–12)
Los creyentes no deben causar daño a los demás, sino edificarlos (14:13–15:4)
Dios quiere que todos los creyentes vivan en armonía (15:5–13)
El ministerio sacerdotal de Pablo y su itinerario (15:14–33)
El ministerio de Pablo se centra en evangelizar áreas que no tienen iglesia (15:14–22)
Pablo planea visitar Jerusalén, luego Roma y más adelante, como pionero, España (15:23–33)
Conclusión (16:1–27)
Saludos (16:1–16)
Discernimiento espiritual (16:17–20)
Saludos y doxología (16:21–27)
«Bosquejo de la epístola [Romanos],» por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
Pablo viajará de Roma a España – [Romanos]
De vez en cuando en este blog estaré compartiendo sobre la epístola a los Romanos. Son selecciones y resúmenes de mi comentario breve sobre la carta en El Comentario Biblico Contemporáneo, que será publicado por Ediciones Kairos, Buenos Aires.
El propósito de Romanos es, (1) informar a los creyentes romanos acerca de su futuro viaje a Roma y, aún más importante, a España; (2) pedirles su apoyo para esta nueva iniciativa; (3) convencerlos de que era absolutamente necesario que España oyera el evangelio, pues todo el mundo tenía que oírlo.
¿Por qué quería ir a España (en latín oficial, Hispania)? Pues, porque se trataba de un territorio que todavía no había sido tocado por el evangelio, y porque parte del llamado de Pablo era servir de pionero: mi propósito ha sido predicar el evangelio donde Cristo no sea conocido, para no edificar sobre fundamento ajeno (15:20). Si el oyente o el lector de Romanos no siente la misma urgencia, quizás se deba a que todavía no ha entendido el evangelio, pues nos advierte que nuestros vecinos necesitan escucharlo.
Tenemos otros ejemplos de este reto, en Filipenses 4:15-16 y 2 Tesalonicenses 3:1-2. Pablo buscaba ayuda espiritual y económica.
Y ustedes mismos, filipenses, saben que en el principio de la obra del evangelio, cuando salí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en mis ingresos y gastos, excepto ustedes. Incluso a Tesalónica me enviaron ayuda una y otra vez para suplir mis necesidades. Filipenses 4:15-16
Por último, hermanos, oren por nosotros para que el mensaje del Señor se difunda rápidamente y se le reciba con honor, tal como sucedió entre ustedes. Oren además para que seamos librados de personas perversas y malvadas, porque no todos tienen fe. 2 Tesaloncenses 3:1-2
Entonces, la carta a la iglesia de Roma es misiológica, diseñada para reclutar a los creyentes romanos – y, por extensión, a nosotros – en la obra del evangelio.
«Pablo viajará de Roma a España [Romanos],» por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
La Carta a los Romanos – ¿Por qué y para qué? [Romanos]
De vez en cuando en este blog estaré compartiendo sobre la epístola a los Romanos. Son selecciones y resúmenes de mi comentario breve sobre la carta en El Comentario Biblico Contemporáneo, que será publicado por Ediciones Kairos, Buenos Aires.
Me he atrevido a hacerlo por causa de la gracia que Dios me dio para ser ministro de Cristo Jesús a los gentiles . . . Pero ahora que ya no me queda un lugar dónde trabajar en estas regiones, y como desde hace muchos años anhelo verlos, tengo planes de visitarlos cuando vaya rumbo a España. (Rom 15:15-16, 23-24 NVI)
Una ventaja de estudiar una carta del principio al fin es que uno tiene que meditar en la cuestión de, ¿por qué Pablo la escribió? y también ¿con cuál fin? He aquí mis observaciones:
La epístola a los Romanos habla a la iglesia latinoamericana en dos niveles: como un tesoro de amados textos del evangelio y como una carta misionera antigua, escrita para un momento específico del trabajo de Pablo entre las naciones. Ambos niveles son válidos, puesto que hoy en día el discípulo llega a conocer Romanos ante todo por sus claras formulaciones, tales como, la letalidad del pecado (“todos han pecado y están privados de la gloria de Dios,” 3:23), el regalo gratuito de la vida eterna (“la dádiva de Dios es vida eterna,” 6:23), y la transformación de la nueva persona en Cristo (“transformados mediante la renovación de su mente,” 12:1-2).
Más allá de eso, nosotros debemos entrar en la mente de Pablo y apreciar su plan para el final de la década de los años cincuenta d. C. – un viaje misionero mediante el cual llevaría el evangelio más lejos de lo que había llegado antes al oeste de Jerusalén. Entonces, vemos que Romanos, en su inicio, cuando fue llevada a Roma, era un claro llamado a los creyentes de la capital del imperio a que actuaran, en primera instancia, con el fin de que recibieran a Pablo, y, más adelante, para que patrocinaran su viaje para evangelizar España.
En Latinoamérica también nos estamos equipando para llevar el evangelio a las naciones. También nos beneficiaremos de conocer, no solo lo que Pablo declaró acerca de la salvación, sino por qué lo dijo a aquellos cristianos de Roma, y, por extensión, en qué consiste el llamado de Dios a nosotros a proclamar el evangelio.
«La Carta a los Romanos – ¿Por qué y para qué? [Romanos],» por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
Curso Presencial: 1a de Corintios
Voy a ofrecer 1a de Corintios en ESEPA, San José, Costa Rica, los miércoles 8am-11:15am, empezando el 18 de enero.
El curso basado en mi propia investigación del texto que resultó en un comentario para ser publicado por CLIE.
Es un curso exegético, también práctico y experimental. Busque «corintios» en este blog para tener una idea del nivel.
Contáctenos: registro@esepa.org, 506-2227-1958 por los detalles.
¡Ay, los Gruñones Legalistas!
¿Qué puede convertir a cristianos alegres y amistosos en una banda rugiente? ¿Qué transforma a los hijos de luz en una turba de Viernes Negro?
El Legalismo.
Pablo lidió con el legalismo en Gálatas, y él observó que entre más legalista se es, más caníbal se vuelve uno:
Pero si ustedes se muerden y se devoran los unos a los otros, tengan cuidado de no consumirse también los unos a los otros. (Gal 5:15)
Él da esta advertencia, porque los legalistas tienden a atacar a otros legalistas; pues una vez que usted establece un estándar para el comportamiento, entonces cualquiera que se desvía una fracción de grado será su más feroz enemigo.
Nosotros podríamos parafrasear a Pablo Lee el resto de esta entrada »
Seleccion de Christopher Wright, La Mision de Dios
Gary dice: De vez en cuando se encuentra un libro que expresa la verdad del evangelio de una manera clarísima. He aquí una selección de Christopher Wright, La Misión de Dios: Descubriendo el Gran Mensaje de la Biblia (Buenos Aires: Certeza Unida, 2009). En especial, él demuestra que el Eterno es Señor y Redentor de todas las naciones, y que los gentiles pueden recibir el evangelio sin convertirse al judaísmo. Aquí una selección (pag. 683-86) en la cual cita a Richard Bauckham:
Jacobo y el Concilio de Jerusalén. La combinación de la misión de Pedro a Cornelio y el éxito de la misión de la iglesia de Antioquía en Asia Menor y Chipre, por medio de Pablo y Bernabé, produjo un gran problema teológico. El primer Concilio de Jerusalén se convocó en el año 48 d.C. para resolver el asunto y el informe de este hecho fundamental de la misión cristiana primitiva se encuentra en Hechos 15.
Lo primero que cabe decir es que el tema en discusión no era la legitimidad de la misión gentil en sí misma. La pregunta no era si estaba bien llevar el evangelio a los gentiles sino en qué condiciones y bajo qué criterios se podía admitir a los gentiles convertidos en la nueva comunidad del pueblo de Dios. Es importante subrayar esto porque hay quienes argumentan contra la autenticidad de los registros del evangelio sobre la Gran Comisión, sobre la base de que parece ser desconocida en este concilio en Jerusalén. Es decir, según esta perspectiva, si Jesús alguna vez pronunció las palabras que se le atribuyen al final de Mateo y Lucas (a saber, un mandato explícito de ir a los gentiles), entonces eso hubiera sido un argumento contundente al que Jacobo, Pablo y Pedro podían apelar contra los cristianos judíos más conservadores y sus escrúpulos.
No obstante, esto interpreta mal la situación en Hechos 15. La noticia de la conversión de los gentiles fue recibida con gozo (v. 3), en tanto que los apóstoles misioneros fueron bienvenidos en Jerusalén (v. 4). El punto no era la legitimidad del esfuerzo por llevar los gentiles a la fe y a la conversión; era si los gentiles convertidos podían ser aceptados en la iglesia sin la circuncisión y la observancia de la ley (es decir, sin convertirse en verdaderos prosélitos del judaísmo). Los creyentes judíos conservadores insistían que así era el caso. Los apóstoles, (incluyendo Pedro y Jacobo, junto con Pablo) afirmaban que la nueva realidad inaugurada por el Mesías volvía innecesarios los requerimientos de prosélito.
Este asunto (los términos de la conversión) no se hubiera resuelto simplemente apelando al mandato de Jesús de ir a los gentiles. Ambas partes hubieran aceptado y estado de acuerdo en eso: las buenas nuevas eran para los gentiles que debían ser llevados a un discipulado obediente. La pregunta era, ¿qué implicaba ese discipulado, y cuáles eran las condiciones de ingreso? ¿Tenían los gentiles que hacerse judíos aparte de creer en Jesús?
Estaríamos equivocados si culpáramos a los cristianos judíos que exigían la circuncisión a los creyentes gentiles de ignorar las promesas hechas a los gentiles en las Sagradas Escrituras. Indudablemente reconocían esas promesas, pero…las interpretaban como un llamado a hacerse prosélitos cumplidores de la ley y circuncidados. [1]
El segundo punto importante a tener en cuenta en este informe es el cuidado con que Jacobo asocia ciertos pasajes proféticos en un argumento exegético de notable habilidad y sutileza. El pasaje principal, por supuesto, es Amos 9.11-12, pero alrededor de éste hay resonancias de Oseas 3.5 (‘después de estas cosas’, referido al regreso escatológico del Señor y a la restauración del gobierno davídico), Jeremías 12.15 (la promesa de que otras naciones pueden incorporase en medio del pueblo de Dios) e Isaías 45.21 (que Dios había declarado mucho antes su intención de reunir a las naciones gentiles). Dentro de este marco Jacobo cita Amos 9.11-12 que mira por un lado a la restauración del ‘tabernáculo caído de David’ (RVR95), lo cual con seguridad se entendía como una referencia al templo escatológico, es decir, el pueblo mesiánico de Dios; y por el otro lado, mira a la inclusión de los gentiles como aquellos que ‘llevan mi nombre [del Señor]’, es decir, que son considerados como pertenecientes a Israel simplemente como gentiles, no como habiéndose convertido en judíos prosélitos.
El estudio más completo y satisfactorio de este pasaje complejo lo ha realizado Richard Bauckham. Sus conclusiones son claras y convincentes. La comunidad cristiana primitiva se consideraba el templo escatológico que Jesús había prometido construir. A diferencia del templo físico, los gentiles podían ser admitidos en este nuevo templo mesiánico sin los requerimientos de proselitismo, y se podía fundamentar la legitimidad, incluso la antigüedad de esa interpretación, con pasajes de las Escrituras.
Hechos 15.16-18 no es el único texto que asocia la inclusión de los gentiles en el pueblo escatológico de Dios con una interpretación del templo escatológico como el pueblo escatológico de Dios. Efesios 2.11-22 y 1 Pedro 2.4-10 hacen lo mismo…. Esta asociación de ideas tiene que haber sido de importancia fundamental. El templo era el corazón de Israel. Era el lugar donde el pueblo de Dios tenía acceso a la presencia de Dios, mientras que a los gentiles, admitidos únicamente en los patios externos del Segundo Templo, les estaba prohibido, bajo pena de muerte, el ingreso a los recintos sagrados. Un pueblo de Dios definido por y centrado en ese templo como lugar de la morada de Dios con ellos, no podía incluir a los gentiles a menos que se hicieran judíos. Pero numerosas profecías describen el templo de la era mesiánica como un lugar donde los gentiles entrarían a la presencia de Dios (Salmo 96.7-8; Isaías 2.2-3; 25.6; 56.6-7; 66.23; Jeremías 3.17; Miqueas 4.1-2; Zacarías 14.16; 1 Enoc 90.33 [2]). Si se las entiende como referidas a los gentiles en tanto gentiles, en lugar de como prosélitos, la concepción que de sí misma tenía la iglesia primitiva como templo escatológico, como lugar de la presencia de Dios, podía aceptar la inclusión de los gentiles sin que se convirtieran en judíos por la circuncisión y la plena observancia de la ley mosaica. Por lo tanto, es completamente posible que Amos 9.11-12, interpretado como la profecía de que Dios construiría el templo escatológico (la comunidad cristiana) de tal modo que los gentiles pudieran buscar allí su presencia, hubiera jugado un papel decisivo en el debate y la decisión de la iglesia de Jerusalén acerca del lugar de los gentiles cristianos. …La significación de Amos 9.12, especialmente en la LXX, es muy cercana a la de Zacarías 2.11 (Hebreos 2.15): ‘En aquel día, muchas naciones se unirán al SEÑOR. Ellas serán mi [LXX, ‘SU’] pueblo’. Pero mientras este pasaje se puede interpretar más fácilmente como que los gentiles se unirán al pueblo de Dios como prosélitos, Amos 9.12 dice que las naciones en cuanto naciones gentiles pertenecen a YHVH. NO implica que tengan que hacerse judías, sino que ‘todas las naciones’ están incluidas en la relación de pacto. Es dudoso que se pudiera haber usado algún otro pasaje del Antiguo Testamento para arrojar más claridad sobre este punto. [3]
NOTAS:
[1] (originalmente nota 24) Jostein Ådna, “James’ Position at the Summit Meeting of the Apostles and Elders in Jerusalem (Acts 15)”, en The Mission of the Early Church to Jews and Gentiles, ed. Jostein Ådna y Hans Kvalvein, Mohr Siebek, Tübingen, 2000, p. 148.
[2] El texto de 1 Enoc 90.33 es: “Todos los que habían perecido y habían sido dispersados, todas las bestias del campo y todas las aves del cielo se reunieron en esa casa. El dueño de las ovejas se alegró muchísimo, pues todos eran buenos y habían vuelto a su casa.” [versión Diez Macho]. 1 Enoc no es un libro canónico ni inspirado, sin embargo, es un testimonio de la teología del judaísmo del Segundo Templo.
[3] (originalmente nota 25) Richard Bauckham, ‘James and the Gentiles (Acts 15.13-21)’, en History, Literature, and Society in the Book of Acts, ed. Ben Witherington III, Cambridge University Press, Cambridge, 1996, pp. 167, 169.
Una introducción a la Torah del Mesías
«Seleccion de Christopher Wright, La Mision de Dios,» citado por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
¿Dice Juan 4:22 que la salvación es solo para judíos?
Para descargar el artículo entero: Shogren_Dice Juan 422 que la salvación es solo para judíos. Para otros artículos sobre este tema, busque bajo «mesianismo» en este blog.
Cada vez que escribo que la salvación es para todos los que creen el evangelio; que los creyentes gentiles no están obligados a ser circuncidados u observar las 613 leyes de la Torá; o que nosotros podemos mantener nuestros nombres gentiles (como Paulus, Lucas, Silvanus en latín, Timotheos, Stephanos, Felipe en griego, y como lo hicieron tantos otros en la iglesia primitiva); o cualquier otra serie de verdades básicas del evangelio, alguien, inevitablemente, escribe y dice:
¡Pero espere! ¡La Salvación es de los judíos! ¡Lo dice en Juan 4:22!
Estas personas rara vez dicen lo que ellos piensan que significa, o prueba, este versículo, o si indica que los gentiles no pueden ser salvados. Parece ser usado como un mantra más que como una afirmación clara de intención.
¿Qué piensan mis lectores que verdaderamente significa Juan 4:22, y por qué no lo dicen tan abierta y claramente? ¿Por qué hablar indirectamente, como lo hace esta página web?: [1]
“…la salvación viene de los Judíos.” Como pueden observar, La Salvación no viene por el catolicismo, no viene por las iglesias cristianas evangélicas, tampoco por los testigos de Jehová y mucho menos por los musulmanes, los adventistas o mormones. El Propio Mesías, Yahshua [2], nos dice que la Salvación viene por los judíos.
El autor insinúa que usted no puede ser salvado en la iglesia romana, ni en las iglesias evangélicas, sino ¿solo a través de…qué? ¿Convertirse al judaísmo? En otro lugar ellos instan a los gentiles a regresar a sus “raíces judías”. Todo esto es muy vago. Por cierto, yo no creo que nadie sea salvo por ir a reuniones de los católicos, evangélicos, Testigos de Jehová, musulmanes, adventistas, mormones, ni de grupos mesiánicos. Y note que él cambia el orden de los términos: Jesús dice que la salvación viene de los judíos, pero se cambia de alguna forma a “por” los judíos.
Yo sugeriré que aquellos que dicen que “la salvación es solo para los judíos” o aun “solo para aquellos que se someten a los rabinos mesiánicos de hoy en día” malinterpretan el significado de Juan 4:22; descuidan su contexto histórico y teológico en el judaísmo del Segundo Templo; y además no están informados con respecto a las enseñanzas reales del judaísmo rabínico durante los últimos 2000 años.
1. Muchos maestros mesiánicos en América Latina malinterpretan Juan 4:22
El flujo de Juan 4:22
Los lectores de mi blog me conocerán, pero yo también agregaría que yo sirvo como asesor para una organización que traduce la Biblia a los idiomas del mundo, y que el evangelio de Juan es uno de nuestros proyectos actuales; que yo he enseñado el evangelio de Juan durante muchos años; que yo enseño entre otros temas judaísmo del Segundo Templo a nivel de posgrado. Por lo tanto yo proveo mi propia traducción del pasaje en cuestión. Yo también deseo señalar que yo estoy viendo Juan 4 en el idioma original – no en el falso “hebreo” original del que todos hablan, pero el cual nadie parece ser capaz de mostrarnos – sino el verdadero texto bíblico como se representa en los manuscritos más tempranos disponibles. [3]
¿Por qué no empezamos por el principio, y estudiamos precisamente lo que el Mesías le dijo a la mujer samaritana? Mi propia traducción, del texto de los mejores manuscritos, antiguos auténticos: Lee el resto de esta entrada »