No me avergüenzo del evangelio [Romanos]
De vez en cuando en este blog estaré compartiendo sobre la epístola a los Romanos. Son selecciones y resúmenes de mi comentario breve sobre la carta en El Comentario Biblico Contemporáneo, que será publicado por Ediciones Kairos, Buenos Aires.
Romanos 1:16a – “no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen”
En la antigüedad, el concepto de honor y vergüenza era la clave para el comportamiento de toda persona. Entonces, el estatus se quedaba en riquezas, influencia, inteligencia, un buen nombre, poder militar.
En Roma especialmente los cristianos tuvieron que resistir la tentación de perseguir el estatus mundano. Sin embargo, lo que el mundo consideró débil fue en realidad la verdad poderosa de Dios. Entonces, Dios había escogido a las personas corintias que no tenían ninguna reputación para traer vergüenza a los sabios y a los poderosos (1 Cor 1:26-31).
Este cambio de valores se basa en la cruz de Cristo. En Rom 9:33, Pablo cita a Isaías 28:16 y 8:14 como profecía mesiánica: “He aquí pongo en Sión una piedra de tropiezo y una de escándalo; y el que crea en él no será avergonzado” (LBLA). Toda persona que tropiece sobre esta roca, porque piensa que el evangelio es para tontos, caerá, pero aquellas que tengan fe nunca “serán avergonzadas”. La confianza de Pablo tenía poco que ver con su habilidad de hablar bien o proponer un plan estratégico – descansaba en el hecho de que Dios nunca lo defraudaría.
Su confianza descansaba en el hecho de que el evangelio, que a los ojos del mundo es una pobre y débil filosofía, es poderoso, porque el Todopoderoso Dios ha escogido trabajar por medio de él.
Miles de judíos fueron crucificados en el siglo primero, pero solo en un caso particular un hombre fue resucitado y declarado Hijo de Dios y Salvador (1:4). “Su divino poder […] nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda” (2 Pedro 1:3), empezando con el nuevo nacimiento y el don del Espíritu Santo. Es por ello que el apóstol no sería silenciado — a pesar de la oposición al evangelio, había visto cómo tantas personas habían sido transformadas, empezando por él mismo, que había vencido cualquier incomodidad en su esfuerzo por compartir el mensaje. Se mantendría evangelizando, a pesar de la hostilidad que inevitablemente enfrentaría en Jerusalén, en Roma, y en España.
«No me avergüenzo del evangelio [Romanos],» por Gary S. Shogren, Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
Bendiciones hermano Gary, muy buen comentario de la epístola de Romanos, y muy contextual. ….saludos.
Denis Quintero.
28/06/2018 at 3:39 pm
Muy amable! Bendiciones.
Gary Shogren
28/06/2018 at 6:12 pm
Ameeeeeen!
Luvin
28/06/2018 at 6:56 pm
Maestro Gary
Quisiera que escuchara este video.
Y que respondiera a todo este asunto tan delicado y de cómo éste hombre tuerce las escrituras y la historia. Gracias de antemano.
Luis Navarrete
30/06/2018 at 8:20 am
Hola hermano Luis, y bendiciones! Por favor darme un resumen del video y responderé. Gracias, Gary
Gary Shogren
03/07/2018 at 9:47 am
Hola Pastor Shogren ud. dice:Dios había escogido a las personas corintias que no tenían ninguna reputación.
Que tipo de personas eran los de Corinto en la epoca de Pablo comparadas a los residentes de Roma?
Gracias Pastor de antemano por su gran aporte.
Rafael
09/07/2018 at 5:15 pm
Hola Rafael,
En tiempos recientes, los eruditos han descubierto mucho sobre la comunidad cristiana en Roma. Es probable que la mayoría vivió en «precarios» u otros vecindarios pobres. Muchos eran esclavos o jornaleros, y probablemente vivieron en espacios apretados.
Una razón por las condiciones en Roma es que, mucha gente su mudaba allí buscando trabajo, sin mucho éxito.
Quizás las condiciones de Corintio fueron mejores, pero no mucho mejor. Muchos esclavos, jornaleros, y también algunos artesanos.
Bendiciones, Gary
Gary Shogren
11/07/2018 at 9:17 am