¡Ay, los Gruñones Legalistas!
¿Qué puede convertir a cristianos alegres y amistosos en una banda rugiente? ¿Qué transforma a los hijos de luz en una turba de Viernes Negro?
El Legalismo.
Pablo lidió con el legalismo en Gálatas, y él observó que entre más legalista se es, más caníbal se vuelve uno:
Pero si ustedes se muerden y se devoran los unos a los otros, tengan cuidado de no consumirse también los unos a los otros. (Gal 5:15)
Él da esta advertencia, porque los legalistas tienden a atacar a otros legalistas; pues una vez que usted establece un estándar para el comportamiento, entonces cualquiera que se desvía una fracción de grado será su más feroz enemigo.
Nosotros podríamos parafrasear a Pablo así: Si usted está transformándose en el tipo de persona que ataca a picotazos a otros que son menos estrictos que usted, ¡tenga cuidado! ¡Eventualmente alguien se volteará y le dará un picotazo!
¿Cómo debemos definir “legalista”? Todos nosotros sabemos que los fariseos eran legalistas, aunque lo que eso significaba está bajo fuerte escrutinio hoy en día. Todos sabemos que “los demás” son legalistas, pero estamos seguros que nosotros no lo somos: nadie nunca ha dicho “Yo soy un legalista” a menos que esté siendo irónico.
Por el bien del argumento, ofreceré lo siguiente:
El Legalismo es un intento de sentirse espiritualmente seguro (1) al obedecer leyes o “principios” los cuales Dios no espera del cristiano, o (2) al enfocarse en el desempeño hasta el punto de la disminución de la gracia de Dios, y luego evaluar a otros creyentes por los estándares que nosotros hemos establecido.
Cuando yo digo “sentirse espiritualmente seguro,” estoy aludiendo a la verdad de que los legalistas están tratando de rascar la comezón que ellos mismos sienten. Así que, existe un lado psicológico al igual que uno teológico del legalismo.
Más de unos pocos legalistas se han cruzado en mi camino en los últimos años, usualmente cuando me visitan en mis blogs.
- Algunos discrepan de mí cuando insisto que la salvación es a través de la fe en Cristo solamente.
- Alguien dirá que yo soy el anti-Cristo porque uso una versión de la Biblia diferente de la Reina-Valera 1960, o de la que está en inglés, la King James Version.
- Otro dirá que yo odio a Dios porque yo lo adoro en domingo y no en sábado. O porque uso el nombre Jesús (en español) en lugar de la pronunciación “Yeshua.”
- Otro argumentará que yo soy el Maligno porque no estoy de acuerdo con sus puntos de vista en cuanto a quién es el anticristo.
Además del contenido específico, es importante comunicar el espíritu, el tono de muchos de estos mensajes: hay muchas personas que me escriben página tras página, sin ninguna puntuación, todo en letra mayúscula, dale que dale con el mismo tema atacando mis “herejías,” cuestionando mis credenciales para enseñar la Palabra, y destrozando mi carácter. Muchas personas me han enviado al infierno eterno porque yo soy (supuestamente) un apóstata-papista-Illuminati-comunista-Satanista-anti-Cristo-que odia a Dios-gay-hereje (¡déjeme recuperar el aliento!….okay) y así sigue y sigue y sigue. Hay alguna gente muy enojada allá afuera. Con las personas razonables yo trato de dialogar, pero si es mero abuso verbal, yo tristemente solo termino bloqueándolos – los legalistas no son sino persistentes, y si un legalista me escribe una carta, él probablemente me escribirá un montón.
Ellos están defendiendo un sistema de creencias que ellos aprecian, y ellos son mucho más que Gruñones, ellos están furiosos.
A mí no me gustan las películas de súper-heroes, pero sí sé lo que son los Transformers. Pero en lugar de que un legalista se transforme, yo no sé, de un tractor John Deere a un tanque lanza-llamas, nosotros vemos una transformación de unas Manos Gozosas de Alabanza a…un Puño Cerrado.
Ahora, he hablado con Testigos de Jehová y personas de otras creencias, personas que niegan el mismo fundamento de mi fe y juzgan equivocadamente quién es Jesús, y aún ante esto yo rara vez me siento enojado; tal vez es porque los Testigos que me encuentro se ven tristes y aturdidos más que cualquier otra cosa.
Pero, ¿por qué es que usted y yo podemos dialogar con personas que están abiertamente contra el verdadero Cristo, y hacerlo con gracia y paciencia e incluso una sonrisa; mientras que al mismo tiempo algunas personas se convierten en volcanes debido a que alguien usa una versión de la Biblia que ellos no aprecian?
Yo sugeriré dos razones muy diferentes, pero, que creo legítimas, de por qué los legalistas son Fuerzas Especiales de la Ira.
La Psicológica
Los legalistas que yo he conocido parecen muy seguros de su habilidad para distinguir el bien del mal. “Está bien tomar una copa de vino, pero solo en estas ocho situaciones definidas cuidadosamente – estas ocho, no más, no menos.” ¡Guau! “Está bien ir por el carril de los 15 artículos o con 16 o incluso 17 artículos; ¡pero 18 o más es sencillamente inmoral!” Bueno, ¡eso es sumamente específico!
El auténtico legalista vive en temor, como aquellas personas que se ven obligadas a lavarse las manos durante todo el día o tocar la puerta una docena de veces antes de irse de la casa. Como me escribió un amigo acerca de esta faceta del legalismo: está diseñado para “satisfacer un cierto sentido inferior de seguridad o deseo de ser bueno. Es un patrón de comportamiento más que un punto de vista teológico o intento de salvarse.” Además, muestra una sorprendente falta de humildad, el “conocer” el placer de Dios en todas y cada una de las situaciones.
Las personas que sospechan que el universo va a colapsar si ellos no siguen todas las reglas son personas temerosas; las personas temerosas tienden a arremeter contra los demás.
Oí decir que cuando Estados Unidos estaba tratando de arrestar al Presidente Noriega de Panamá en 1989, el Presidente se refugió en el edificio de una iglesia. Para poder sacarlo de ahí, EEUU colocó mega-parlantes y lanzó música rock sin parar a “niveles ensordecedores,” lo que incluyó repetidos e irónicos toques de la canción “Panamá” de Van Halen. Los legalistas viven con niveles ensordecedores – o quizás aún susurros – que dicen, “En este círculo usted está a salvo; salga de ahí, y usted caerá.” [1]
En la parte de atrás de todas las historietas que he leído en mi malgastada juventud, siempre había anuncios de lentes de Rayos X, o Chicles de Ajo o Polvo Pica Pica. ¡Poner polvo pica pica en el cuello de un amigo o en sus ropas, y ellos se volverían locos! ¡Divertidísimo en las fiestas!
El legalismo es el polvo pica pica de la mente; es una picazón que no se puede rascar.
La Espiritual
¿Qué hizo que los Gálatas se transformaran de personas amorosas, generosas, gozosas en una manada sedienta de sangre? ¿Era porque ellos se habían abandonado a los placeres carnales, beber en exceso, Satanismo, abuso de drogas? De ningún modo. Era el legalismo.
Los gálatas fueron enseñados por falsos maestros que seguir el ejemplo de Cristo en el poder del Espíritu Santo estaba bien para el nuevo cristiano, para los pasos de bebé del discipulado; pero que el Discipulado Avanzado era un asunto de identificar y obedecer las reglas de Dios. La circuncisión era simplemente la puerta de acceso, puesto que era el símbolo de que la persona estaba tomando sobre sus hombros el yugo de las 613 leyes de la Torá de Dios. [2] No solo “no matarás” sino, además, no vestir ropa hecha de tejidos mixtos ni comer ostras ni castrar a sus mascotas ni encender su estufa el sábado. Para ellos era todo o nada, no solamente aceptar leyes “divertidas” como las celebraciones de la Pascua.
Los falsos maestros de Gálatas estaban en apariencia tratando de hacer la voluntad de Dios, en el nombre de Jesús, mientras que faltaba el poder del Espíritu. Y en consecuencia acabaron haciendo las obras de esa batería muerta, la carne. Ellos eran seguidores de Jesús. Servían de la boca para afuera al Nuevo Pacto mientras que vivían por las herramientas del Antiguo.
Y entre más trataban, más atrás se quedaban.
De ninguna manera son los creyentes mesiánicos necesariamente legalistas; y no todos los legalistas son judaizantes – algunos son anti-semitas, de hecho. Hay legalistas Calvinistas, Arminianos, Bautistas, Metodistas, Presbiterianos, y Sin-denominación. Los nombres cambian, la comezón e inseguridad permanecen iguales.
El legalismo es una manta de seguridad que hace que una persona se sienta bien con Dios. Y aunque la persona jure y perjure que eso no es así, el legalista ha mostrado una clara disposición para sacrificar la cruz de Cristo en favor de su propia preciada manta de seguridad.
Entonces, ¿qué sucede si usted trata de quitársela? ¿O decirle a la persona que su “manta” es tan buena como la suya? El legalista se sulfura, se pone verbalmente abusivo, rencoroso, y empiezan “a morderse y a devorarse uno a otro.”
De líderes de la iglesia que he conocido de los cuales uno podría pensar que son legalistas, hay un extraño fenómeno que los rodea. Por cada predicador legalista, uno encontrará un contorno de creyentes que harán una declaración jurada que el Hermano Tal y Tal es la persona más amable, generosa, amorosa en el planeta. Entonces, ¿qué está pasando? Quizás algunos legalistas han intimidado su camino hacia los afectos de las personas, mientras otros son muy amables hacia sus seguidores; pero si lo enfada, ¡tenga cuidado!
Los fariseos del tiempo de Jesús estaban infectados con ambos lados del legalismo, tanto del psicológico como del teológico. Ellos creían que el ejército de ocupación romana era el juicio de Dios sobre Israel por su desobediencia. Pero ¿qué tipo de desobediencia? ¿Porque ellos no eran suficientemente amorosos, o misericordiosos, o pacientes, o generosos? No, principalmente porque ellos no observaban apropiadamente las leyes de la Torá concernientes al sábado; pureza; y separación de los gentiles. Haga esas cosas apropiadamente, enseñaban los fariseos, y ¡Dios va a tomar nota e intervenir! Él echaría fuera a los romanos y establecería su reino sobre la tierra. Jesús fue objetable porque él no prestaba mucha atención a sus prioridades, mientras que al mismo tiempo afirmaba que el reino estaba presente de una forma única y verdadera en su propio ministerio. No es de extrañar que representaran el papel de Gruñones en los evangelios. Jesús volvió locos a los fariseos, dejando barro en los pisos que los fariseos estaban tratando desesperadamente de mantener impecables.
El Legalismo lleva a una persona a creer, “Yo estoy en lo correcto, él está casi en lo correcto, ella nunca está en lo correcto, ese grupo de allá está 45% en lo correcto.” El legalista sabe por cuál fórmula es que pueden considerar que ellos están en lo correcto y los otros están equivocados. “Considerarse en lo correcto” es, en términos teológicos, exactamente lo mismo que “justificarse uno mismo.” Como en la historia que Jesús contó acerca de las personas que “confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a otros” (Lucas 18:9). Y eran gruñones.
Por nuestros frutos nos conocerán. El enojo, sin importar qué tan razonable parezca en ese momento, es un signo de que todo no está bien entre nosotros y Dios, que nuestro tanque espiritual está vacío. No importa cuán en lo correcto estemos.
NOTAS:
[1] Para ustedes lectores santificados: Van Halen es un grupo de rock famoso por ser ruidoso, y también por presentar (algunas veces) la voz chillona, chirriante de David Lee Roth; yo hubiera resistido quizás tres vueltas alrededor del carrusel “Panamá” antes de correr hacia afuera y rendirme. Eche un vistazo si usted piensa que estoy bromeando: https://www.youtube.com/watch?v=w-NshzYK9y0
[2] Para una lista útil de todos los 613 mitvot o leyes de Moisés, véase http://serjudio.com/rap1751_1800/rap1775.htm
Una introducción a la Torah del Mesías
“Gruñones Legalistas,” por Gary S. Shogren, PhD, profesor en Exégesis del Nuevo Testamento, en Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
Sr. Gary Shogren… escuché a un cristiano comprometido de una excelente conducta como esposo, padre y servidor de Cristo decir que la «Iglesia era un burdel»… pensé que esta expresión era grave… pero analizando en detenida me puse a reflexionar y haciendo un repaso del historial de tantos y tantas creyentes, incluidos «ministros», y sin ser legalista, me parecía que este hermano tenía razón… divorcios, adulterios, vendedores de milagros, teología de la prosperidad, teología de la Liberación, creyentes sin proyectos profesionales, una fe improductiva, una fe irracional… prédicas sin ninguna exégesis exhaustiva… divisiones denominacionales… es decir, de nunca acabar… de hecho cuando reflexiono en que hacemos alusión a un libro escrito en épocas remotas cuando existe una condición actual con mucha preparación académica y científica veo el poco aporte para la sociedad actual… por ejemplo el citar la conducta de los fariseos de hace más de 2000 años me parece que no va acorde con la actualidad moderna y se podría desde lo didáctico tomar ejemplos más cerca a nuestra realidad histórica del presente (…) Saludos cordiales.
franciscorojasvillalobos
20/04/2016 at 5:30 pm
Hola hermano, y muchos saludos.
Si quiere quejarse de los engaños que encontramos en algunos rincones de la iglesia de hoy, estoy muy de acuerdo. Sin embargo, hay que seguir acordandose que todavía es la Novia del Cordero, por quien se murió.
Y por supuesto, uno puede y debe usar ilustraciones de la actualidad, estoy de acuerdo.
Bendiciones, Gary
Gary Shogren
27/04/2016 at 11:27 am
Querido hermano, saludos desde Bogota Colombia, me identifico con estas palabras, he sido muy legalista no pocas veces, y no me gusta para nada, es una actitud del corazón que pienso se puede evitar confiando en la Gracia Soberana de Nuestro Dios y Padre, pero me resulta difícil contrarestar, a veces por su Gracia lo logro, otras veces desafino y resulto ser perjudicial, es doloroso y repugnante para mi mismo.
Gracias por sus palabras y su trabajo para el Señor y para nosostros los creyentes. Bendiciones y un fraternal abrazo.
John Posada Restrepo
Anónimo
24/04/2016 at 10:10 am
Muchísimas gracias, que el Espíritu Santo le bendiga en su camino!
Gary Shogren
27/04/2016 at 10:24 am
Sr Gary Shoqren: Aunque no es este el lugar querría saber en que me puede corregir sobre esta explicación que expuse sobre un artículo de la BBC sobre el idioma de Jesús: «…Es necesario tener una buena investigación antes de omitir una opinión al respecto: 1- Durante el exilio Babilónico durante 70 años los israelitas nacidos allí crecieron con el idioma del lugar, el arameo… 2.- Cuando regresaron del exilio Babilónico los Escribas se vieron obligados a traducir del Hebreo al Arameo las Escrituras de el Tanaj para que fueran comprendidas… 3.- Esdras aramizó el hebreo añadiendo sonidos vocales a letras consonantes. 4.- Al Norte de Israel en la zona de Galilea en donde creció Yeshúa se hablaba el arameo por lo que era su idioma de cuna. 4.- Encontramos que a los 12 años Yeshúa había cumplido con el Bar Mitzvah judío al discutir con los doctores de la Toráh cuyas Escrituras Clásicas estaban escritas en Hebreo y que según los arqueólogos hasta la fecha los documentos escritos encontrados en Jerusalén se encuentran en Hebreo y no existen documentos encontrados en otros idiomas. 5.- También es evidente que las citas hechas por los hagiógrafos del Nuevo Testamento en griego utilizaron la Septuaginta (traducción de 70 Rabinos de el Tanaj del Hebreo aramizado al griego koiné) por lo que es posible que siendo el idioma griego impuesto a Israel por el Imperio Griego Yeshúa conociera también dicho idioma. Sobre el Latín hablado por los romanos algo debía saber también Yeshúa. Cabe añadir que los descubrimientos de los Rollos del Mar Muerto utilizados por los Esenios están casi la totalidad de los manuscritos redactados en hebreo y arameo y solo algunos ejemplares utilizan el griego. Saludos cordiales.
franciscorojasvillalobos
02/05/2016 at 9:06 pm
Hola, si, mas o menos correcto. El hecho de que no hay manuscritos arameos en Jerusalén, no sé qué signfica, así que los superconservadores en Qumrán usó arameo y, sí, griego. Yo diría que es virtualmente cierto que el idioma principal de Jesús era arameo, con el uso del hebreo en la sinagoga, también griego. Sobre latín, no estoy tan cierto. Gary
Gary Shogren
06/05/2016 at 2:06 pm
Varon Dios lo bendiga
Estarlin
16/05/2016 at 12:05 pm
Hola hermano! Necesitaré un poco tiempo, pero sí le responderé! Gary
Gary Shogren
16/05/2016 at 2:53 pm
Totalmente de acuerdo a mi me pasa lo mismo cuando expongo que somos salvos por la fe en Jesús y no por las obras buenas que hacemos. También cuando digo que somos pecadores por que es nuestra naturaleza y no porque hacemos cosas malas. Sólo Jesús puede limpiarnos de nuestra maldad y en el proceso de la vida él es quién nos va transformando junto con su Espíritu Santo.
Gracias por este post, le bendigo un saludo desde El Salvador.
dkfabrizzio
05/09/2016 at 12:02 pm
Gracias, hermano, un gusto escuchar de usted! Gary
Gary Shogren
05/09/2016 at 2:05 pm
Hermano quisiera saber si puede escribir un artículo sobre la predestinación. Bueno si Dios ya predestinó quienes creerian en él y serian salvos ¿Que hay de aquellos que no lo fueron? ¿Nunca tendran una oportunidad entonces? Hace poco escuché una predicación de eso basada en Efesios 1:5-6.
dkfabrizzio
17/09/2016 at 9:50 pm
Estoy pensando en el tema, gracias, quizas lo adelantaré! Gary
Gary Shogren
19/09/2016 at 4:05 pm
Buen mensaje! Es la verdad que muchos tenemos la tendencia de ponernos legalistas, me incluyo a mi mismo. Me enfurecen los predicadores que hablan de la «santidad exterior» y se refieren a pantalones, maquillajes y peinados y en eso facilmente juzgo a otros de tener «falsas doctrinas»…!
Gracias por este mensaje refrescante…Dios le bendiga!
Ewald Rempel
06/04/2017 at 3:33 pm
Muchas gracias, Ewald, y bendiciones en el Señor!
Gary Shogren
06/04/2017 at 4:40 pm
De nada, Gary!
Greetings from Iowa, keep up the good work…!
Ewald Rempel
06/04/2017 at 4:49 pm