Razon de la esperanza

La verdad de Dios para el pueblo de Dios

¿Quién se atreve a mandar a Dios?

¿Quién se atreve a hacer demandas a Dios? ¿Quién se atreve a ordenarle a Dios que haga un milagro? ¡Yo no, amigo! Señor, yo sé cuál es mi lugar: Dios es mi Rey. Él da órdenes, y se supone que debo seguirlas. Además, Dios es mi Padre, cuando necesito algo, incluso un milagro, le pido ayuda, a veces una y otra vez, como dijo el Señor Jesús que es propio, de hecho, loable, y confío en que Él cuidará de mí. Pero no daré ninguna orden a mi Rey o a mi Padre ni ahora ni nunca.

«Jesus, cuando hablo, debe detenerse, porque está bajo órdenes divinas»

No todos están de acuerdo. En más de una ocasión (Mateo 12:38 y Lucas 11:29; Mateo 16:1 y Marcos 8:11) los líderes religiosos decían: ¡Jesús, muéstranos una señal que pruebe sin duda que eres Hijo de Dios! Jesús se negó a conceder su demanda, porque estaban probando a Dios, forzando a Dios para que hiciera un milagro en su presencia a fin de satisfacer sus propias necesidades.

Hay muchos ejemplos de esto en el Antiguo Testamento: solo en el desierto, Israel probó a Jehová diez veces (ver Núm 14:22):

El hombre prueba a Dios cuando su comportamiento constituye en realidad un abierto desafío a demostrar la verdad de sus palabras y la bondad y justicia de sus caminos . . . Incitar de esta manera a Dios constituye una extrema irreverencia, y Dios mismo lo prohibe. [1]

De la misma manera, Satanás exigió que Jesús probara su valía saltando del templo, para que de esta manera, Dios lo atrapase antes de que salpicara el pavimento (4:5-7). Jesús respondió: “No tentarás al Señor tu Dios”, citando Deut 6:16.

El ciego Bartimeo nos proporciona un ejemplo positivo. Clamó: “¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!” y no permitió que la multitud lo encerrara (ver Lucas 18:38). Jesús lo felicitó por su fe. Bartimeo confiaba en que Dios lo sanaría por medio de Jesús, y no se detuvo hasta que Jesús lo escuchó.

¿Cómo podríamos caer en el pecado de probar a Dios?

Exigir a Dios un milagro. Una cosa es pedirle a Dios con fe que intervenga con una sanidad o un milagro. Creo completamente que debemos rezar por lo milagroso. Pero rezamos con confianza en el Padre, ¡no con confianza en nuestra propia audacia! La fe por definición es una humilde dependencia. Pero qué terrible escuchar a la gente cuando invitan a “probar a Dios” como si fuera una fe genuina: Tienes derecho a un milagro. Enseñan así mismo otras falsedades como: Dios te dijo que te sanaría y no puede quebrantar su palabra e incentivan a subir al trono y ordenarle a Dios las peticiones más extrañas, e invitan a, ¡no aceptar un No por respuesta! ¡Dios no disminuirá su gloria al rechazarte! Piensan que tenemos a Dios arrinconado y que no puede dejar de darnos lo que le exigimos. La fe verdadera, por otro lado, dice que Dios no nos fallará por ser quien es, no porque le hayamos ganado la ventaja.

Esta no es una enseñanza hipotética, sino una que escucho casi todas las semanas. Aquí hay un ejemplo, extraído al azar de la web:

Cada vez que escucha la voz de la fe, [Jesús] se pone en guardia. Cuando alguien habla palabras de fe, es como llamarle la atención. Debe detenerse, porque está bajo órdenes divinas. La voz de la fe exige Su poder. Entonces, una vez que hacemos esa demanda al poder de Dios, y una vez que Jesús se detiene… Su poder se somete a nuestra fe. [2]

Puedo encontrar al menos, veamos, seis cosas mal en esa breve declaración. Y aquí hay otro sabor de “probar a Dios”:

Decir a Dios: “Haz esto o no obedeceré”. Debemos ser muy cautelosos con toda la práctica de “extender un vellón” para determinar la voluntad de Dios, como lo hizo Gedeón en Jueces 6. Lea el capítulo con cuidado y verá que la experiencia de Gedeón fue un ejemplo de la paciencia y la gracia de Dios con su debilidad, y no una fórmula que debamos imitar. Después de todo, Gedeón supo desde el principio por revelación divina cuál era la voluntad de Dios (Jueces 6:14); sin embargo, se demoró en obedecer hasta que Dios lo confirmó nuevamente (por el ángel que esperaba hasta que Gedeón trajera comida) y luego una segunda (la señal de un vellón) y una tercera vez (otro vellón) y una cuarta vez (7:13-15). Gedeón no buscaba una, sino cuatro señales, indicando que no confiaba plenamente en Dios.

Por nuestra parte, ¿nos atrevemos a leer los mandamientos de Dios y luego decirle a Dios que debe darnos alguna señal adicional antes de que le obedezcamos? ¿Qué pasa con la mujer que está viviendo con un hombre fuera del matrimonio? Ella sabe que esto está mal; sin embargo, ora diciendo: Si quieres que me mude de este apartamento, debes hacer que mi teléfono suene en los próximos 30 segundos; o debo ver un gato blanco camino al trabajo hoy; o Yo ganaré la lotería esta semana. Y luego, incluso si tales cosas suceden, incluso podría encogerse de hombros como si fueran coincidencias y buscar otra señal. Si no suceden, ella lo toma como un No, o comienza a preguntarse si Dios está escuchando su oración.

Dios es nuestro creador y redentor y tiene todo el derecho de mandarnos y esperar que cumplamos. No está obligado a mostrarnos sus credenciales a pedido. Cuando es amable con nosotros y nos muestra una señal especial de su amor o guía, debemos estar agradecidos, no triunfantes, de haber descubierto cómo vencer su sistema.

NOTAS:

[1] Nuevo Diccionario Bíblico, J. D. Douglas, ed. (Sociedades Bı́blicas Unidas, 1991), “Tentación”.

[2] Leroy Thompson, “Your miracle is on the way” (Tu milagro está en camino, nuestra traducción de «Any time He hears the voice of faith, He stops. When anyone speaks words of faith, it’s like calling Him to attention. He must stop, because He is under divine orders. The voice of faith places a demand on His power.»), de Kenneth Copeland Ministries. https://www.globalawareness101.org/2019/03/your-miracle-is-on-way.html

“¿Quién se atreve a dar órdenes a Dios?” por Gary Shogren, PhD en Exégesis del Nuevo Testamento, profesor en Seminario ESEPA, San José, Costa Rica

2 respuestas

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  1. O mejor quien puede mandar a Dios???????, pues es como una hormiga que quiera mandar a un hombre.

    Edwin

    03/09/2022 at 3:42 pm


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