“¿Quién decís vosotros que soy yo?” Jesús no se hubiese considerado Dios a menos que lo fuera
Invitado especial, MSc. Luvin Areas Meza – Profesor de Apologética
Una respuesta al filósofo Luis Cascante, “Jesús en los evangelios canónicos” en La Nación, 28 de mayo 2013.
Estando Jesús con sus discípulos, según nos narra en el evangelio de San Marcos 8.29, llegó la hora de saber qué pensaban éstos del Nazareno en comparación con otros sujetos de la sociedad. Según el relato, hubo quienes consideraban a Jesús de muchas maneras: que era Juan el Bautista, era Elías o algún profeta.
A través de la historia algunos han teorizado en la búsqueda del “verdadero Jesús” y la lista sigue hasta nuestros días como es el caso del filósofo Luis Cascante quien en su artículo “Jesús en los evangelios canónicos” (28/5/2013) cree que éste por ser judío monoteísta no podría considerarse Dios ni permitir que lo llamasen de tal forma, recurre a los textos de los sinópticos, para negar todo vestigio de Deidad por lo que cree plausible que Jesús, por sus enseñanzas, fuera un personaje políticamente sedicioso, muy diferente al presentado por la Cristiandad el cual considera una construcción de “poder de estabilización social y de legitimación ideológica, esto es, dominación política con confirmación divina”.
Me sorprende el tono dogmático de Cascante en gran parte de su escrito para afirmar “quién no fue Jesús” ya que debe saber que en el mundo de la carne y la sangre, como dijera el filósofo Ronald Nash, no se puede hablar con absoluta certeza sino en términos de posibilidad ente otras, cosa que el mismo Schillebeeckx reconoce con humildad académica (Jesús – La historia de un viviente, p. 33).
Ahora bien, ¿son verdaderas y válidas sus premisas para concluir que nos ha dado un argumento sólido?, me parece que no, expertos en Teología Histórica, como Richard Bauckham erudito de Cambridge que se ha dedicado a tratar el asunto del monoteísmo y la cristología del Nuevo Testamento, argumenta que una vez aclarado el concepto del monoteísmo judío del Segundo Templo y de la Cristología primitiva, es poco probable que tal contradicción exista , “los primeros cristianos, incluyeron a Jesús, con precisión y sin ambigüedades, dentro de la identidad única del único Dios de Israel” (Dios Crucificado, p. 9, 10).
Superada la premisa de Cascante uno puede ver que los textos citados y otros que no menciona, más bien afirman la Deidad de Jesús: es Marcos el que anuncia el evangelio de Jesucristo (1.1) lo presenta con el poder de echar fuera demonios por ser el “Santo de Dios” (1.24, 34; 3.11); con la autoridad de perdonar los pecados (2.5, 7); y es en este mismo evangelio que Jesús dice ser el Hijo del Hombre, entendido en este contexto, por eruditos en estudios semíticos (Evans, Blomberg y otros), como una clara alusión a Dios, quedando inferido el evento más poderoso y fundamental de la fe cristiana, la Resurrección de Cristo – “Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo” (14.61-62, Daniel 7.13-14). ¿Cómo es que un simple judío se atrevería a mencionar tales palabras sabiendo que se expondría al linchamiento religioso ya que se consideraría una blasfemia?, C. S. Lewis planteaba que una persona que hablara como Jesús o estaba mintiendo o era un lunático, o en realidad era quien dijo ser, Dios Mismo.
Cascante desestima que en crítica textual una cosa es el tiempo en que se escribe y otra la antigüedad de las tradiciones orales. Las cartas paulinas por ejemplo, fueron posiblemente escritas en la década de los cincuenta — es decir, antes de los evangelios (60-90 d. C.) y se nota la incorporación de algunos credos o confesiones tempranas que ya circulaban en las comunidades cristianas: “que Jesús era por naturaleza Dios” (Filipenses 2:6-11), “Él es la imagen del Dios Invisible”, quien “creó todas las cosas” (Colosenses 1:15-20); y en 1 Corintios 15.3-5, con referencia a la resurrección de Cristo, se usa lenguaje técnico para indicar que se estaba transmitiendo una tradición oral relativamente fija al punto que algunos eruditos del calibre de Dunn, la ubican 18 meses posterior a la muerte de Jesús (Jesus Remembered, p. 855).
¿Sustenta Cascante su argumento al citar a Josefo?, si bien este historiador judío escribe desde una óptica política, para él “Jesús era llamado el Cristo…” (Antigüedades, 20.200), otros como Tácito (115 d. C.) sostenía que el nombre “cristianos llamados así por el populacho” se derivaba de “Cristo” quien muriera por manos de Poncio Pilatos y “una superstición muy dañina (posible alusión a la resurrección), habiéndose controlado por el momento, resurgió no sólo en Judea sino…incluso en Roma…” (Anales, 15.44). Plinio el Joven (111 d. C.) sostuvo que a Cristo le “cantaban versos como a un dios” (Cartas, 10.96). Yamauchi, experto en estudios del mediterráneo — no vacila en afirmar que es posible reconstruir, fuera de los evangelios, a un Jesús considerado Dios mismo por sus seguidores (Jesus Outside the New Testament: What is the Evidence?, 1995).
Todo esto demuestra que desde temprano hay una fuerte Cristología la cual no fue fruto de una construcción mitológica muy posterior al ministerio de Jesús ni mucho menos en los concilios de Nicea y Calcedonia, la tendencia de los historiadores del Nuevo Testamento del amplio espectro académico es a reconocer que los seguidores del primer siglo, creían que Jesús había resucitado, lo habían visto y era el Cristo.
De tener éxito en mi réplica, parece que Cascante comienza presuponiendo que la figura religiosa del primer siglo no era sobrenatural y termina en el mismo lugar usando textos fuera de contextos para convertirlos “en su pretexto” quizá más por su cosmovisión filosófica escéptica que al buen tratamiento exegético histórico de los evangelios y la historiografía de los primeros siglos. Todavía el Maestro pregunta ¿Quién decís vosotros que soy yo?, puede que algunos no quieran aceptar su Deidad – es parte de la naturaleza humana o por el contrario hacer propias las palabras de Pedro: “Tú eres el Cristo”.
Bendiciones hermano Luvin, curiosamente conservo el recorte de ese artículo, pude observar que Luis Diego tomó un tiempo en leer la Biblia, más de 16 citas son tomadas en escribirlo, posiblemente más. Pienso que si negar es pensar, Luis Diego pasa mucho tiempo de su vida pensando en Dios.
Guido Arturo Romero Montes
15/09/2013 at 9:14 am
Hola Guido, interesante tu observación la verdad es lo curioso de las personas que tratan de refutar la existencia de Dios. Con respecto a Cascante, me parece que él se apoyó muchísimo en el teólogo Católico Schillebeeckx pero fue más dogmático que éste, Esto pone en evidencia lo que algunos eminentes teólogos y filósofos sostienen que de fondo hay un problema moral. A pesar de la evidencia hay algunos que deciden no creer y por ende encontrar lo que ya previamente andaban buscando.
Luvin
24/10/2013 at 10:44 pm
Que lástima que no publicaron la respuesta ni siquiera en el foro de nacion.com
Lorenzo Jiménez (@lorenzosjb)
17/09/2013 at 5:11 am
Hola Lorenzo, yo escribí a la Nación pero no lo publicaron que sepa yo, sin embargo tengo copia del email que les envié y les expresé que me daba por satisfecho de poner sobre la mesa una réplica al artículo de Cascante…
Luvin
24/10/2013 at 10:47 pm
Reblogueó esto en El blog del Pastor Daniel.
pastordaniel
17/09/2013 at 5:58 am
No hay en el mundo antiguo un personaje del que se tengan más evidencias históricas consecuentes que Cristo. Y no solo de su existencia, liderazgo e influencia histórica (que muchos mortales han tenido) sino de su resurección, de su deidad que es el fundamento del cristianismo. Por eso nuestros enemigos tratan de combatir estos últimos aspectos pero cualquier persona o investigador serio y honesto que analice las evidencias incontestables que ya se tienen llega a la conclusión, no solo de la existencia de Cristo, sino también de su promesa de salvación para toda la humanidad, su muerte en la cruz, su resurección al tercer día y su deidad.
Angel Costa
17/09/2013 at 2:49 pm
Si no creemos en Cristo y le creemos también a Cristo; y dado que no creerle es también negarle, y hacer por tanto a Dios mentiroso, y a todos los que participaron y escribieron las Sagradas Escrituras, La Biblia, y también a aquel que la inspiró para que fuese escrita, el Espíritu Santo de Dios, tercera persona del Dios vivo, único y verdadero, cometemos un gran pecado contra el Espíritu Santo de Dios mismo. Y ya sabemos lo que escrito está al respecto. Cuando se niega la deidad de Cristo, también negamos a Dios mismo en cada una de sus tres personas, pues Dios es indivisible; es Dios en sus tres formas y uno al mismo tiempo.
Que Dios les bendiga.
Juan Guedes
19/09/2013 at 7:58 pm
Si el trasfondo principal de todo el Antiguo testamento es » Alguiien vendrá » ( El Mesías ) ¿ Qué sentido tiene toda la palabra de Dios y todas sus enseñanzas, si la promesa principal que en ella nos fue dada, es negada ?
Gracias por su publicación. Que Dios le bendiga.
Juan Guedes
19/09/2013 at 8:05 pm
Así es Juan para nosotros tiene sentido y hay un hilo conductor de la Historia de la Redención, pero es probable que estas personas no creen que Jesús era Dios puesto que tampoco consideran la Biblia Inspierada ya que tal Dios no existiría. En un conversatorio valdría la pena preguntar a Cascante si cree que Dios exista, si tal Dios fuese capaz de revelarse en la Biblia y por ende que Jesús fuese el Hijos de Dios y que diese sus argumentos. Si bien todos tenemos presuposiciones, cuán importante es proponerse uno a ir donde la evidencia nos dirija y ser exhaustivos, las razones de Cascante en su gran mayoría son desactualizadas, teorías superadas inclusive y me deja la impresión de falta de disciplina académica.
Luvin
24/10/2013 at 11:00 pm
Dios les bendiga a todos los presentes. Vivo en el Estado Amazonas (Venezuela) y estoy muy interesado en adquirir esta versión de la Biblia, pero no sé cómo hacerlo.
Si alguno de ustedes vive en este bendecido país, le agradecería me envíe por lo menos un mensaje al 04162434143 o tal vez a este mismo blog. Gracias y que el Altísimo Dios verdadero guarde los corazones de todos y cada uno de ustedes…
Anónimo
05/11/2013 at 4:24 am
Hola! Puede decirme más claramente, de cuál versión está hablando? Pues quizás podemos encontrar una copia digital.
Gary Shogren
06/11/2013 at 12:01 am
saludos estoy bastante conforme y agradado por esta pagina web de caracter serio y abierto a opiniones donde puedo tratar temas de bastante profundidad bueno si quisiera tocar algunos puntos con respecto al articulo bien decia el apostol pablo el «hombre material discierne lo material y el espiritual las cosas espirituales» si es de afirmar que la ciencia a permitido apartar tinieblas con respecto a multiples hechos historicos incluyendo la historia biblica porsupuesto y tambien es de mencionar que el metodo cientifico se basa en hipotesis que aunque confirmadas siempre pueden ser refutadas, comento lo anterior no porque dude que yesuah sea el mesias sino porque la ciencia puede llegar a ser limitada y destructiva en el sentido de crear duda en el cristiano neofito y limitada en el sentido de querer dar explicaciones a algo tan profundo majestuoso, misterioso como elohim y su creacion claro que el esceptico pensara «son solo mitos, el pueblo de israel nunca existio, hay pruebas de bla bla bla» pero si es claro que la biblia ha permitido a muchos ofrecer un camino de salvacion, hemos visto su mano poderosa en nuestra vida «fuera de ideas sobrevaloradas o alucinacion colectiva» por si algun psiquiatra esceptico psicologo ateo bueno en fin decide usar esos terminos, pero desde el punto de vista cientifico arqueologico y literario hay evidencia de sobra de la existencia de yeshua mashiah inclusive en el talmud por ejemplo aunque no con los terminos mas apropiados, en el coran e inclusive por escritores romanos de la epoca y aparte tenemos legado antiguo unico demostrable y una herencia espiritual que para aquellos que no disciernen lo espiritual les sera de dificultad poder llegar a digerir, bendiciones
nicolas
30/12/2016 at 9:21 pm
Hola Nicolas, gracias por tu participación, sin lugar a dudas uno perfectamente podría tener certeza de Dios por la sola experiencia con Jesucristo y de ser verdadera si bien todo mundo la negara, aún podríamos conservar la veracidad de nuestro encuentro con Dios. Sin embargo la fe en Dios como en Cristo no sólo es por causa de nuestra experiencia espiritual sino sustentada en evidencias. Por evidencias me refiero a la inferencia obtenida por el estudio de «su Creación» y del estudio histórico. La fe cristiana se levanta o se cae tanto en la veracidad como falsedad de la resurrección de Jesús (1 Cor. 15). Tal hecho presupone obviamente la existencia del Jesús Histórico, que hoy por hoy casi nadie niega en la academia pero que algunos cuestionan en torno a su naturaleza divina postulando algunas hipótesis «ya desactualizadas» como lo ha hecho Cascante y es en ese mismo terreno que por dicha podemos contestar.
Es verdad que alguno de antemano han determinado no creer a pesar de la evidencia, para muestra un botón los que vivieron en tiempos de Jesús y le rechazaron como el Mesías, allí hay problema moral. Sin embargo, otros, por la Gracia de Dios abren sus sentidos al testimonio de los cielos y la historia cayendo así barreras injustificadas para contemplar al Jesús HIjo de Dios como el gran Literato de Oxford C.S. Lewis entre tantos!
Luvin
03/01/2017 at 4:49 pm