La doctrina, ¿le importa al pastor? J. A. Siles
Introducción:
En las llamadas Epístolas Pastorales el apóstol Pablo[i] declara en varias oportunidades que el pastor debe ser una persona apta para enseñar (2Tm. 2:24; 1Tm. 3:2; Ti. 1:9). Esto quiere decir que la enseñanza de las verdades de la fe cristiana no es una opción para el ministro cristiano, por el contrario es una obligación. Por esto en el presente artículo exploraré lo que nos dice Pablo en dichas epístolas sobre la importancia de la doctrina cristiana a la luz del contexto eclesiástico de la ciudad de Éfeso con el fin de ofrecer algunas implicaciones para nuestro ministerio pastoral.
I) La situación particular de Éfeso que llevó a Pablo a escribir 1Timoteo.
Por 1Tm. 1: 3 sabemos que Pablo comisionó a Timoteo que “mandase” a ciertas personas de la
iglesia en Éfeso que no enseñaran “diferente doctrina”. El verbo que Pablo emplea en esta oración tiene en el idioma original del N.T. un sentido de “ordenar”, pero con un fuerte matiz militar ya que se asocia con “dar ordenes estrictas” (cf. parangelo). Este verbo describe las órdenes dadas por personas en autoridad (1Ts. 4:11). Sencillamente Timoteo no estaba en Éfeso para sugerirle a los que se habían apartado de la verdad que consideraran la posibilidad de cambiar su doctrina… por el contrario la idea es que Timoteo les debía “ordenar parar”.
Resulta evidente que Pablo no podría hablar de detener a los que predican diferente doctrina si no existiera un núcleo de doctrina cristiana que permitiera distinguir lo que realmente era cristiano de lo que no en cuanto a la instrucción que las comunidades de fe debían recibir (Ro. 6 :17 ; 1 :5 ; Judas 3,17,20)[ii].
Históricamente la iglesia cristiana es heredera de la enseñanza apostólica y esta debe ser transmitida fielmente de generación en generación hasta el regreso del Señor Jesús. Cualquiera que se desvíe de esta doctrina distintivamente cristiana no puede permanecer dentro de la comunión de la iglesia. Esto se indica de forma directa en 1Tm. 1:18-20.
Si nos detenemos por un momento a considerar el estado actual del cristianismo en cuanto al conocimiento bíblico y doctrinal constataremos que en un porcentaje alarmante las nuevas generaciones de convertidos desconoce los aspectos fundamentales de la doctrina cristiana y no demuestra un conocimiento aceptable de las Escrituras.
En el caso de Éfeso parece que algunas personas (cf. 1:6,19; 6: 10,21) estaban enseñando algún tipo de exégesis rabínica que llevaba a los que escuchaban a conclusiones muy distantes de lo presentado por el evangelio. Por el contrario habían caído en especulaciones peligrosas. Pablo llama a estas enseñanzas “vana palabrería” (1:6) y las califica como “fábulas y genealogías interminables” (1: 4). En Tito 1:14 el apóstol las relaciona con enseñanzas judías, es decir “fábulas judaicas” y en Tito 3:9 las llama “discusiones acerca de la Ley”. En este sentido parece que los falsos maestros tenían un trasfondo judío y por lo tanto las discusiones sobre las genealogías interminables tenían que ver, con toda probabilidad, con interpretaciones alegóricas del A.T. Por otro lado, también existe la posibilidad de que fuesen en realidad una mezcla sincretista entre las ideas judaizantes y el gnosticismo incipiente de los días de Pablo[iii].
Además de lo anterior, parece que los falsos maestros eran parte del gobierno de la iglesia. En otras palabras, algunos de los ancianos de Éfeso se apartaron de la verdadera doctrina cristiana y por lo tanto debían ser depuestos. Esto quiere decir que la profecía de Hch. 20: 30 se había cumplido.
¿Cuál es la evidencia que existe para probar lo anterior?
Sabemos que los promotores del error doctrinal eran maestros (1:3,7; 6:3) y la enseñanza era una tarea de los ancianos (3:2; 5:17). Es muy significativo que buena parte de 1Tm. está dedicada al carácter, calificaciones y disciplina de los líderes de la iglesia local (3:1-13; 5:17-25) y no tanto a sus responsabilidades. Esto tiene sentido si se entiende a la luz del problema de los falsos maestros.
Además de esto 1:19-20 menciona el nombre de dos de los principales líderes del grupo hereje. Esto resulta relevante para nuestra comprensión de la situación histórica de 1Tm. ya que Pablo mismo actúa directamente para disciplinar a estas personas. Esto puede tener más sentido si se tratara de dos de los ancianos de la iglesia que debían ser corregidos por la autoridad apostólica. Por el contrario si se tratara solo de miembros de la iglesia el apóstol actuaría por medio de las autoridades locales como en el caso del incestuoso de Corinto, cf. 1Cor 5.
Llama la atención poderosamente el hecho de que los falsos maestros de Éfeso encontraran un terreno fértil para sus ideas entre algunas de la mujeres de la comunidad (1Tim. 2:9-15; 5:3-16 cf. 2Tim 3:6-9) aparentemente viudas jóvenes, que les abrieron sus hogares y les ayudaron a propagar sus ideas (cf. 5: 13).
Al igual que el resto de las iglesias del primer siglo la iglesia de Éfeso estaba compuesta por muchos grupos hogareños (1Tm. 2 : 8 ) en las que los líderes eran los ancianos, así que el problema no era una sola gran congregación que se había afectado, sino varios grupos familiares que se habían ido en pos de los ancianos que se extraviaron de la fe apostólica, (cf. Tito 1:11). Sin lugar a dudas el problema que Pablo enfrentó en Éfeso era algo muy serio y demandaba un trato urgente por parte del apóstol y de su equipo de trabajo. En esta ocasión el hombre escogido fue Timoteo quien tuvo que enfrentar, con la autoridad apostólica que se le delegó, a los falsos maestros y a sus perniciosas enseñanzas. Por todo lo anterior se puede ver que para Pablo la enseñanza era algo muy importante que por tanto no se podía descuidar. Al mismo tiempo es responsabilidad del cuerpo pastoral de cada congregación velar por una adecuada enseñanza doctrinal en el seno de cada iglesia.
Habiendo revisado la evidencia relacionada con las circunstancias que explican la composición de 1Timoteo, veamos ahora la evidencia que nos aportan las Epístolas Pastorales en relación a la opinión de Pablo en cuanto a la enseñanza cristiana.
II – La enseñanza doctrinal y el rol del pastor en el pensamiento de Pablo:
Veamos ahora lo que dice 1Tm. 4:16. En este verso Pablo coloca el verbo épejo al inicio de la oración. A esto es a lo que se llama “posición enfática”, y es una manera de señalar algo que en la mente del escritor es muy importante que sus lectores sepan, comprendan y/o hagan. Este verbo significa “prestar atención, notar, velar por”[iv]. De esta forma Pablo quiere despertar en Timoteo la conciencia de cuan urgente es poner atención sobre su propia persona y sobre su enseñanza. Nótese que se dice que si él hace esto “se salvará a sí mismo y a los que le escuchan”.
La doctrina paulina no es una reflexión abstracta desconectada de la vida real. Para el apóstol el creyente no está separado de lo que cree o de en quien cree. ¡Cuánto no más será esto cierto en la vida del ministro del evangelio! En 1Tm. 4:16 nos encontramos ante un balance que se debe mantener en la experiencia de cada ministro cristiano, es decir: el cuidado por su propia persona (en este contexto se trata de cuidado espiritual) y el cuidado por la pureza doctrinal de lo que enseña. Lo serio de esta declaración consiste en los efectos de su ministerio sobre su rebaño. Si un pastor se desvía en su fe va a afectar a todos aquellos que le escuchan.
Obsérvese también que para realizar esto el pastor necesita “disciplina” para perseverar, “persevera en estas cosas” (cf. Col. 1:23). La doctrina cristiana no es solo un conjunto de proposiciones teológicas que debemos aprender y creer. La doctrina cristiana no es otra cosa que instrucciones para la vida, instrucciones inspiradas por el Espíritu Santo y por lo tanto con el poder de iluminar nuestro camino y conducirnos a la salvación (cf. 2Tm. 3:15).
¡Que lamentable es que a lo largo de la historia hayan aparecido ministros de la palabra que no vivieron la palabra que predicaron!
Consideremos ahora 1Tm. 1:18- 20. La expresión “este mandamiento” se refiere por el contexto a la orden que Pablo le diera a Timoteo de parar a los falsos maestros. Nuestro apóstol retoma aquí lo dicho en 1:3,4, 5.¡Cuántas veces un pastor tiene que enfrentar situaciones difíciles en su ministerio! Las dificultades son parte del paquete que todo siervo del Señor va a enfrentar a lo largo de su vida… por eso es muy importante estar seguro de que hemos sido llamados por Dios para esta obra. Pablo le dice a Timoteo que él fue escogido para enfrentar esta doctrina errada porque Dios mismo le designo para este ministerio y esto se había “certificado” por medio de ciertas profecías que se dieron quizá el día en que fue ordenado para el ministerio, cf. 4 :14 y Hch. 13 :1-3.
En el argumento de la carta ahora Pablo está contrastando a Timoteo (un hombre fiel, “verdadero hijo en la fe” cf. 1: 2, y llamado por Dios, cf. 1: 18) con los falsos maestros. Esto se ve claramente en 1: 19-20.
El verso 19 comienza con un participio (éjon) que se traduce “manteniendo” (RV 95), “conservando” (BJ) y que está relacionado gramaticalmente con el verbo imperativo “milites” de 1:18. Lo que esto quiere decir es que la forma correcta de militar como ministro de Jesucristo es guardando o manteniendo la fe y la buena conciencia. En este texto la palabra fe se puede referir tanto a la fe como cuerpo doctrinal y a la fe como respuesta del individuo a Dios. Notemos como a lo largo de esta epístola Pablo habla de la relación que hay entre fe y buena conciencia (cf. 1:5 y 3:9).
En este sentido la buena batalla es una lucha por la pureza doctrinal del evangelio de Cristo. Sin embargo para poder combatir adecuadamente el ministro cristiano no solo debe tener una doctrina correcta, sino que también una vida moral que esté en armonía con su enseñanza. ¡Esta es una palabra de advertencia muy fuerte! El caso es que antes de que una persona se desvíe doctrinalmente primero tuerce su corazón. Como alguien ha dicho “la herejía tiene una base moral y espiritual antes que una base intelectual”.
En 1:19 Pablo se refiere a los falsos maestros de Éfeso que “naufragaron en cuanto a la fe” y declara que para llegar a este colapso doctrinal y espiritual primero estuvieron “desechando” la buena conciencia. El verbo en participio indica una acción que se realiza, un proceso en ejecución. Esto sugiere que el proceso de debilitar la conciencia fue algo profundo y que no se trató de un simple descuido personal.[v]
En 1: 20 Pablo da el nombre de dos de los falsos maestros de Éfeso Himeneo y Alejandro. Ambos se apartaron de la fe (sana doctrina, cf. 6: 21 y 2Tm. 2: 1) a estos Pablo personalmente los “excomulgó” (esto se describe en términos de “entregar a satanás”)[vi] con el objetivo de que “aprendan a no blasfemar”.
En 2Tm 2: 17-18 Pablo trata de una situación similar pero en este caso aclara cual fue el error doctrinal: decir que la resurrección ya se efectuó. Enseñar esto implicaría, a la luz de la enseñanza paulina, que el día del Señor ya había llegado (cf. 1Ts. 4: 15-17). Parece que Pablo ya había tenido que combatir esta falsa enseñanza en Tesalónica (cf. 2Ts. 2: 2).
Al parecer Pablo enfrenta alguna especie de “escatología sobre-realizada”[vii] que enseñaba que la plenitud del fin (y aquí la resurrección) ya se había efectuado en nuestra unión espiritual con Cristo (cf. Ro. 6:1-11; Col. 2: 20- 3:4). Es posible que esta idea se originara en el concepto platónico de los griegos sobre la relación del cuerpo y el alma. Al menos tenemos indicios que algo parecido había afectado a los iglesias del área griega aun en los días de Pablo, cf. 1Cor. 15: 12 y 4: 8; 2Ts. 2: 2.
Podemos resumir este punto diciendo que para el Apóstol Pablo las falsas doctrinas eran una enfermedad espiritual muy peligrosa que debía ser extirpada. Tómese nota de la metáfora “delira” (1Tm. 6:4) y el símil “como gangrena” (2Tm. 2:17). Además se nota en el pensamiento del apóstol una clara relación entre la condición moral de la persona y su fidelidad a la doctrina cristiana fundamental.
Consideremos a continuación otros pasajes de las pastorales:
2Tm. 1:13,14 Nótese la exhortación a “retener la forma de las sanas palabras” que Timoteo recibió de Pablo. Esto habla de la responsabilidad de que el pastor se apegue a las escrituras. Un pastor que no instruye en la doctrina cristiana a la iglesia no está siendo fiel a su llamado.
2Tm. 2:15 En este texto se resalta la responsabilidad de interpretar adecuadamente la Palabra de Dios. A lo largo de más de tres décadas de servicio en la obra he podido constatar como comunidades enteras de creyentes aplican mal el texto bíblico porque no entienden lo que la Biblia dice. Y, lamentablemente, esto se explica en buena parte porque sus líderes no saben como interpretar adecuadamente el testimonio de Dios.
1Tm. 3: 2 (2Tm. 2: 24) La enseñanza no es una opción en el ministerio de un pastor, por el contrario, es una obligación. Creo que dedicar más tiempo a dar sermones que enseñen y no invertir tanto tiempo solo en sermones devocionales o motivacionales es la urgencia de los pastores. .. En un sentido, se espera que cuando un pastor predica motive a su rebaño. Se espera que cuando use el púlpito estimule a su audiencia a pensar y sobre todo a actuar.
Hoy por hoy se escucha a mucho motivador de vida dirigirse a las congregaciones desde el púlpito, pero poco profeta de Dios presenta el mensaje de Dios para que su pueblo se arrepienta de sus pecados y se vuelva de todo corazón a su Señor resucitado. Hoy se escucha mucho discurso bonito pero poco mensaje de un pastor que alimenta a su rebaño con la infalible e inerrante palabra de Dios, la única que puede cambiar la vida de la persona. El pastor debe tener la habilidad de comunicar la palabra de Dios de forma fiel a la intención del Espíritu Santo.
1Tm. 5 :17 Para Pablo el estar dedicado tiempo completo a predicar y enseñar es un trabajo muy importante y merece el sostenimiento económico de la congregación. Pero por otro lado un pastor que no se prepara adecuadamente para enseñar a su congregación está defraudando a quién le contrató: al Señor.
Tito 1: 9 Si nuestros ancianos no conocen bien la doctrina cristiana y no están en la capacidad de enseñarla no están cumpliendo con uno de los requisitos fundamentales para ocupar este cargo.
Conclusión:
Después de revisar brevemente la evidencia que nos aportan las Pastorales en cuanto al tema de la enseñanza doctrinal podemos concluir que para los pastores la enseñanza doctrinal en profundidad no es una opción sino que por el contrario es un imperativo impuesto por el Señor mismo.
La enseñanza es una de las mayores responsabilidades de los pastores de la iglesia. Esto supone que cada uno de nosotros debe esforzarse para interpretar bien las Escrituras ¿Estamos cumpliendo con ésta responsabilidad?
«El Pastor y la doctrina Cristiana a la luz de las Epístolas Pastorales,» por Rev. José Antonio Siles, M.A., Profesor Seminario ESEPA
NOTAS
[i] En algunos círculos se niega la autoría paulina de 1-2Timoteo y Tito. En el presente escrito se asume que fue Pablo el autor y que la enseñanza de las pastorales corresponde a la enseñanza del apóstol.
[ii] Por supuesto que este cuerpo doctrinal no era tan desarrollado como llegó a ser después del siglo II, sin embargo ésta doctrina apostólica era la base sobre la que toda la reflexión teológica de la iglesia se debía basar a lo largo de la historia de la iglesia hasta el regreso de Cristo en gloria.
[iii] Desde los días de Platón la expresión “fábulas y genealogías” era una especie de tecnicismo para referirse a ciertas especulaciones.
[iv] Cf. Alfred E.Tuggy, Lexico Griego-Español del Nuevo Testamento. El Paso: Ed. Mundo Hispano, 1996
[v] Pablo emplea un verbo en participio (en el griego es aposámenoi que es un participio aoristo por lo que en este caso indica una acción anterior a la del verbo “naufragaron”), el mismo viene del verbo apothéomai que significa rechazar.
[vi] Expresión que aparece en 1Cor. 5: 5 y que quizá se origine en Job 2: 6.
[vii] Cf. Gordon D. Fee, 1 and 2 Timothy, Titus. A Good News Commentary. ( San Francisco : Harper and Row Publishers, 1984),p. 206.
Excelente Profe, me gustaria una lista de las muchas formas de errores doctrinales en la iglesia de hoy.
manuel
03/11/2012 at 12:10 am
chevere…muy bueno!
Anónimo
02/06/2013 at 11:07 pm
Muy bueno !!!
Anónimo
21/07/2016 at 4:30 pm