‘¡Debemos tomar Apocalipsis literalmente!’ dicen. ‘Excepto cuando YO no lo hago!’
Estos versículos del Apocalipsis describen a los dos testigos y combinan dos intereses míos, los dones espirituales y la profecía bíblica.
11:3 – daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días
11:6 – a fin de que no llueva en los días de su profecía
11:10b – estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra
Los cristianos dispensacionalistas (y reformados) típicamente declaran que el don de la profecía por definición debió haber terminado con la muerte del último apóstol o el cierre del canon del NT, es decir, alrededor del año 100 d.C. Esto a pesar de los muchos y extensos reportes del don en la época postapostólica. He escrito mucho sobre el don de profecía y el don de lenguas en los siglos 2 y 3; para los padres, la profecía era un mensaje sobrenatural directamente de Dios, no una predicación o exhortación en general.[1]
Se me ocurrió que una hermenéutica dispensacionalista podría tener serias dificultades con la descripción de los dos testigos del fin de los tiempos. ¡Ellos interpretan este pasaje como escatológico, y sin embargo dice que la gente profetiza siglos después del cierre del canon! Y también hacen milagros, que, según algunos, no son posibles después del año 100 d.C.
Vamos otra vez a los versículos, e invito al lector que lea el capítulo entero:
11:3 – daré a mis dos testigos que profeticen [de προφητεύω/propheteuo] por mil doscientos sesenta días
11:6 – a fin de que no llueva en los días de su profecía [de προφητεία/propheteia]
11:10b – estos dos profetas [de προφήτης/prophetes] habían atormentado a los moradores de la tierra
Las palabras son los términos griegos normales para esta actividad profética: el mismo usado para el profeta [de προφήτης/prophetes] Isaías en Mateo 1:22; el don de profetizar [de προφητεύω/propheteuo] en Hechos 21:9; la profecía sobrenatural [de προφητεία/propheteia] en 1 Tim 4:14.
Se puede aseverar también que, no hay ningunas variantes textuales ni confusiones con los términos griegos. Es decir, no se puede reclamar que, “¡Pero el griego dice algo diferente!” La única variante de interés es que en v. 10, un solo manuscrito, p47, del tercer siglo, tiene “doce profetas”, obviamente un error de transcripción; y Sinaítico y 2344 tiene otro orden, que no cambia el sentido: ουτοι οι προφηται οι δυο/joutoi joi profetai joi duo “estos dos profetas.”
El dispensacionalista, otra vez, insiste en la hermenéutica “literal” de la Biblia entera, y del Apocalipsis en particular (creo que hay problemas con este término “literal”, también ellos quienes lo usan. Al señalar que la interpretación literal es la única correcta, tienen que agregar decenas de calificaciones y excepciones).
Sin embargo, para nosotros, el rompecabezas es: ¿Cómo se puede reconciliar la profecía postapostólica con la idea de que no puede haber profetas postapostólicos? El comentario del Apocalipsis de Walvoord (actualizado en 2011) dice que Apoc 11 describe ciertos eventos literalmente, y agrega que “Parece mucho más preferible considerar a estos dos ingenios dos profetas que se levantarán de entre los que se entre los que se vuelvan a Cristo en el tiempo que sigue al rapto.” Bueno, en este caso, profetas son profetas, profetizan – y después de la época apostólica. Este es el mismo quien dijo que, “ninguno posee el don de la profecía. Con el Nuevo Testamento completado, es evidente que no hay más necesidad de revelación adicional. El propósito de Dios es revelarse a través de la Palabra, y no más allá de la Palabra. No hay más posibilidad de que alguien posea el don profético en la presente dispensación que de que alguien escriba más libros inspirados para ser añadidos al canon.” (de The Holy Spirit, nuestra traducción). No sé cómo reconcilió esta contradicción.
Algunos dispensacionalistas se basan en la interpretación de que, si esta es la semana 70 de Daniel, entonces es posible que Dios dé una nueva revelación profética. Yo encuentro esta explicación como un excelente ejemplo de “alegato especial”, es decir, alguien reclama una excepción a la regla por una razón que no es generalmente obvia. Además, ¿cómo puede ser posible que, al mismo tiempo, no se necesite ninguna otra revelación, ni tampoco es posible y al mismo tiempo que se pueda y se necesite una nueva revelación divina. ¿Por qué los profetas no predican la Biblia, si no se necesita, no puede ser complementada con más palabras de Dios?
Algunos toman a los dos profetas como simbólicos, pero eso arruina la regla de que “toda la Revelación es literal”. Otros redefinen la palabra profeta, para que signifique “predicar”, esto, aunque cada referencia al don de la profecía en el Nuevo Testamento se refiere a la revelación sobrenatural: el «significado [de profetizar] principal es ‘hablar adelante’, ‘proclamar’ o ‘predicar’.” (MacArthur, Apocalipsis) O sea, porque predican, ¡son predicadores, no profetas! El error de lógica aquí debe ser obvio: de la misma manera, uno podría decir que “apóstol” realmente significa “pescador” o trabajador del cuero, o cobrador de impuestos. Más, MacArthur reclama – incorrectamente – que ha probado en su comentario de 1 Corintios que “profetizar” realmente es “proclamar, predicar.” Pero cuando hace eso en 1 Corintios, una vez más, no está interpretando las Escrituras “literalmente.”
A mi parecer, si hablamos de una hermenéutica «literal», entonces, si la Biblia dice que estos dos son profetas, entonces son profetas. Ellos atestiguan y predican, para ser claros, al igual que los profetas del Antiguo Testamento, pero su mensaje va mucho más allá de repetir las verdades conocidas: ellos hablan un mensaje que les llegó únicamente a través de la revelación divina como profecía. Y no se puede pretender tomar Apocalipsis puramente “literal” – lo que en sí mismo plantea muchos problemas – y luego seguir adelante y romper esa regla cuando es inconveniente. El mismo tropiezo aplica cuando los dos profetas hacen milagros en la época postapostólica.
Mi punto es que, si la Biblia indica, aunque sea un solo ejemplo de alguien que profetiza después del cierre del canon, entonces no podemos afirmar que ninguna profecía ocurre después del año 100 d.C. Apocalipsis 11 proporciona dos ejemplos. Si uno dice que hay que tomar el lenguaje del capítulo literalmente, insistimos que hay que hacerlo consistentemente.
[1] Shogren, “El Don de Lenguas en la Iglesia del Siglo Segundo: una respuesta a Cleon Rogers”; y Shogren, “La profecía cristiana y el canon en el siglo segundo: Una respuesta a B. B. Warfield.» Estos artículos y más en mi libro, Cuando venga el Consolador: ensayos sobre el don del Espíritu y su poder en la iglesia, pendiente de Publicaciones Kerigma.
«‘¡Debemos tomar Apocalipsis literalmente!’, dicen. ‘Excepto cuando yo no lo hago!’» por Gary S. Shogren, profesor en Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
Hola Gary. Vemos que el libro de Apocalipsis, sin duda profético, es enigmático, y cada confesión posee su interpretación,difiriendo unas de otras, como lo ha hecho notar. En consonancia con los otros artículos relacionados que ha escrito, donde muestra el don de profecía, así como el don del conocimiento, de sabiduría, etc., en la era post-apostólica, ¿no considera que debería aparecer alguien que mediante el espíritu pudiera explicar ese libro capítulo por capítulo y versículo por versículo? ¿Conoce a alguien que lo haya hecho a quien le de crédito?
Mis mejores deseos y saludos cordiales
Edgardo Winczur.
Edgardo Winczur
04/10/2021 at 3:09 pm
Hola Edgardo, no, no lo creo. Resultaría, de hecho, en un gran peligro.
Se produciría el problema de la regresión infinita: Juan escribe su apocalipsis; luego alguien de hoy escribe una supuesta interpretación «definitiva» del apocalipsis. Pero, ¿entonces qué? Necesitaríamos una tercera persona para convencer a todo el mundo de que: «¡Sí, esa exégesis de Manrique es dada por Dios, pero la de Juanita no!». Y una cuarta, y quinta persona, una regresión infinita.
¿Y bueno, por qué detenerse en el Apocalipsis? ¿Por qué no un comentarista inspirado de Romanos, Isaías, 1 Timoteo?
Una vez que se recorre ese camino, se ha abandonado la vía de la interpretación bíblica y, o así nos lo ha demostrado la historia una y otra vez, se ha convertido en una secta. Esto es lo que ocurrió con el montanismo en el siglo II, y con los mormones en nuestro tiempo.
Muchas bendiciones, Gary
Gary Shogren
11/10/2021 at 7:55 pm
Bueno, las cartas apostólicas no son equiparables al Apocalipsis, e Isaías también tiene las suyas, así como otros libros proféticos. De todos modos, entiendo por su punto de vista que el libro de Apocalipsis ya ha sido entendido aplicando la «interpretación bíblica». ¿Cuál es esa? Porque de las que he leído no veo que estén seguros de nada, por lo que a lo mejor piensa como algunos cristianos, quienes suelen decir que dejará de ser enigmático cuando se cumpla. ¿Es así como lo ve Gary?
Edgardo Winczur
12/10/2021 at 4:21 pm
Hola Edgardo, saludos.
Yo trato de seguir la interpretación bíblica que depende de la gramática y trasfondo histórico del texto. Creo que siempre habrá misterios en el Apocalipsis hasta que cuando se cumpla, pero que la historia general es bien clara.
«Seguros de nada» – bueno, es un poco fuerte, ¿no?
Me gustaría saber si usted tiene alternativa. Gracias, Gary
Gary Shogren
12/10/2021 at 8:54 pm
Bueno, “seguros de nada” concluyente y acabado, a eso me refería.
Por ejemplo, ¿qué son los jinetes y caballos de Ap.6, la bestia que sale del mar y la que está en la tierra de Ap.13, la gran Babilonia que va desde el cap-14 en adelante, la batalla del Harmagedón del cap.19 y el significado del reinado milenario en el cap.20, el significado de la ‘resurrección primera’ y su relación con la mencionada ‘muerte segunda’, solo por seleccionar algunos de sus pasajes?
¿Cómo explicar su riquísima composición de símbolos sin poder darle una significación a cada uno? ¿Debe quedar supeditada su comprensión a la sola “interpretación bíblica” del tipo en la que cada investigador gramaticalmente lea y asocie de lo que conozca del trasfondo histórico del texto y entonces luego se las haga saber a sus compañeros cristianos para que entiendan su posible significado?
Pues, no quisiera decirlo Gary pero debo ser franco, y no me queda otra: lo veo muy pobre. Apocalipsis, no solo fue, sino continua siendo una espina en el zapato de los cristianos.
Y en mi caso confieso que tampoco tengo alternativa, si bien me parece que la interpretación de Swedenborg es bastante mucho más amplia que la de cualquier otro, pero como es denigrado por todos los cristianos, nadie le da crédito a esa interpretación.
Por eso mi pregunta apuntaba al contexto del tema por Ud. tratado, donde podríamos esperar que el don de conocimiento de algún cristiano permitiera clarificar los enigmas del libro profético de Apocalipsis 1900 años después de haberse escrito, porque me pareció que defendía la permanencia post-apostólica de los dones de espíritu. Sin embargo, en su respuesta me demostró lo contrario, puesto que eso según Ud. “produciría el problema de la regresión infinita” al analizarlo según quién lo dijo y no lo que dijo.
Y supongo que para Ud. los dones de espíritu caducaron una vez que se cerró el canon del NT, tal como lo he escuchado decir de muchos cristianos.
Entonces, según entiendo de sus comentarios, hoy los cristianos en general continúan estando frente a un libro que todavía no lo entienden (aclaremos: de modo acabado y concluyente), no hay más espíritus en la congregación cristiana que operen para explicar y enseñar en la iglesia en la tierra, con lo cual esta situación continuará mientras haya “misterios en el Apocalipsis hasta que cuando se cumpla” (copio textual), quedando claro que hasta que eso llegue puede ser objeto de distintas interpretaciones de parte de quienes lo lean. ¿Qué otra alternativa queda? ¿No?
Aprovecho para comentarle que vi su intervención en el blog de un tal José Martínez relativo a Zac.12:10 & Jn.19:37, con el cual tuve un cruce de palabras, y sobre el cual expongo más ampliamente en mi blog porque dicho bloggero no quiso conversar públicamente conmigo, donde veo que tampoco hay una respuesta suya a su disertación.
Muy interesante este tema por la manera diferente en que es vertido en distintas traducciones el pasaje de Zacarías y su discusión con el pasaje en Juan.
Gracias por su respuesta Gary, pues me permite sintetizar su posición general. Mis más cordiales saludos. Edgardo
Edagrdo Winczur
14/10/2021 at 8:35 am
Bueno, entonces su opinion es, «La interpretación de Swedenborg es la correcta» y «¿qué otra alternativa queda?», siendo la implicación, «Ninguna!» Si quiere seguir a Swedenborg, bueno, y es una persona cuyos escritos están en mi lista para leer.
Si una persona dice que, «Tengo una explicación de cada detallito del Apocalipsis,» sí, sin duda alguna, él elimina todo problema de interpretación. Pero, seguridad total no es igual a estar en lo correcto. Quizás es por esa postura que los demás cristianos no son convencidos.
No recuerdo nada de Zacarías y Juan, ¿quizás sucedió hace mucho? Bendiciones.
Gary Shogren
14/10/2021 at 4:57 pm