¿Quién inventó el nombre Iesous? ¡Los rabinos judíos mismos!»
Hemos explorado una y otra vez los mitos sobre el nombre Jesús, y su forma in griego Iesous. No significa «¡Ave! Zeus”, ni un caballo, ni ningún dios griego. Es precisamente la forma griega del nombre hebreo Yeshua (y sí, Yeshua es el nombre auténtico en hebreo).
He aquí los vínculos:
¿Yeshua? ¿Iesous? ¿Jesús? ¿Alguna otra forma? ¿Quién está en lo correcto?
Yeshua – ¿es permitido «traducir» su nombre a otros idiomas?
Iesous = Yeshua = Josué, y ya. Se puede leer todos los detalles aquí, donde muestro, después de mi propia investigación en los textos originales que los paganos NUNCA usó el nombre Iesous, pues ellos sabían que era un nombre estrictamente judío.
He aquí una prueba más. Acabo de leer el libro de Josué en la Septuaginta. Esta versión fue llevada a cabo por rabinos judíos en el siglo 3 a. C., por expertos en hebreo y en griego. Y el sexto libro de la Septuaginta se llama Iesous. Y a través del libro, sigo leyendo Iesous, siempre hablando de Josué. ¿Por qué? Pues, en griego, no hay sonido de “sh”, entonces usa “s” (sigma, σ), en vez de la letra hebrea shin (ש). Y, en griego los nombres de varones típicamente terminan en sigma. Entonces: Yeshua a Yesua a Iesous. Nada más complicado que eso.
He aquí la primera página de Josué en la Septuaginta. Cada persona con dos ojos puede ver que Iesous es un nombre judío y ya.
Y si alguien requiere más prueba, note que el nombre de Moisés pasa por la misma trasformación:
Moshe a Mose a Moüsés (tratando de reproducir la vocal). Nada más complicado que eso.
La gente que argumenta algo diferente o no lo ha investigado a primera mano, o no tiene un conocimiento de los dos idiomas, o está haciendo copy-paste. O, y no estoy exagerando por mucho, tiene que suponer que Constantino o el Papa ha tenido acceso a una máquina del tiempo para regresar al siglo 3 a. C. para redactar la Septuaginta.
NOTA: Algunos citan a Peter Ruckman, quien argmentó – sin ninguna evidencia – que la Septuaginta jamás existió antes de la iglesia católica. El tuvo que negar la existencia de las citas por los apóstoles y otros judíos entre siglo 2 a. C. y 1 d. C., más negar la existencia de los manuscritos que son pre-cristianos. Su objección es que, así que la Septuaginta no siempre corresponde con la versión King James de 1611 d. C., entonces…¡no existió! Ver esta refutación de unos de los muchos mitos creados por Ruckman.
«¿Quién inventó el nombre Iesous? ¡Los rabinos judíos mismos!» por Gary S. Shogren, Profesor del Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica