Razon de la esperanza

La verdad de Dios para el pueblo de Dios

La enfermedad fatal de “Singularidad Terminal”

A menudo se critica a los Estados Unidos por creer que es único en la historia y único entre las naciones, que las leyes normales y las lecciones históricas no se le aplican. Esto se ha llamado un “excepcionalismo” de la nación. El cual puede resumirse así: Sí, esto es normalmente cierto, excepto en nuestro caso, porque nosotros somos diferentes de todos los demás.

En el lado espiritual, 1ª de Corintios revela que la iglesia de Corinto también creía en su carácter extraordinario. Consideraban que habían crecido al punto de que no necesitaban seguir las normas que el resto de las iglesias mantienen. “No estamos desobedeciendo,” decían ellos, “¡es que somos distintos!”

"¿Arrogante? De nada. ¡Soy especial!!"

«¿Arrogante? Para nada. Es que, ¡Soy especial!!«

Creerse extraordinarios afecta a la mayoría de los cristianos y a las congregaciones en algún momento. Es inmensamente irónico viajar por América Latina observando congregación tras congregación, todas más o menos iguales, y escuchar a cada una afirmar que las reglas no deben aplicarse a ella:

  • “No, normalmente un pastor no debería cansar a su congregación con el asunto de obedecerle absolutamente, pero nuestra situación es tan diferente que es admisible.”
  • “Sí, normalmente las iglesias deben probar la profecía, pero este profeta es tan ungido que sería una falta de fe cuestionar.”
  • “No, normalmente el contador de la iglesia no debe falsificar los libros, pero nuestra iglesia está en una situación tan especial que es permisible esta vez.”
  • “Nuestra iglesia ha sido llamada por Dios de un modo único para llevar la Palabra a todas las otras iglesias”; o “Nuestro pastor ha sido llamado como apóstol para guiar a todas las otras iglesias de nuestra nación”; o “Nuestra nación ha sido llamada para ser el único trampolín desde el cual va a llegar el evangelio a todas las naciones.”
  • En Costa Rica, tratamos con la cultura del pobrecito – la gente debería tenerme lástima y hacer excepciones para mi debido a que yo me presento a mí mismo como pobre y necesitado.

Hemos hablado acerca de ser especial comparado con otros de nuestra época, es decir:

Yo vivo una experiencia única en el mundo (i.e., única en el espacio).

Pero hay otro elemento de la jactancia con el cual debemos tratar:

Yo vivo una experiencia única en la historia (única en el tiempo).

Tengo un interés permanente en la historia de la iglesia, como lo demuestran tantas de mis citas de los padres de la iglesia. Cuando tomé un curso de la historia de la iglesia primitiva en la universidad, muchos de mis compañeros se preguntaban por qué deberían perder su tiempo estudiando lo que pasó en el 325 d. C. o en el 900 d. C o en 1447 d. C., mientras que hay tantas cosas interesantes que pasan hoy, las cuales necesitan nuestra atención. Tiempo después, como pastor, me enteré por qué. Se dice que no hay nuevas herejías, que la mayoría de las enseñanzas falsas que encontramos en la actualidad ya se habían manifestado en los primeros cinco siglos de la iglesia. Así que, cuando los Testigos de Jehová aparecen en su puerta y le dicen que Jesús es “un dios,” ellos están ensenando la herejía del arrianismo del siglo cuarto; y la “nueva revelación” de Eusebio Joaquín González, fundador de la “Luz del Mundo,” es nada más que la negación de la trinidad de un cierto hombre llamado Sabelio, en el tercer siglo.

Por el lado positivo, la iglesia a lo largo de 2000 años ha planteado muchas buenas ideas que son útiles todavía hoy.

Pero cuantas veces hemos oído cosas como estas:

  • “Dios trabaja hoy (aunque sea en 1981, 1995, 2002 o 2016) en una manera fresca; esto nunca había pasado, entonces tenemos que desechar las experiencias pasadas y comenzar nuevamente.”
  • “Si, los cristianos deben leer la Biblia; pero no podemos echar vino nuevo en odres viejos, de modo que es mejor ignorar a quienes nos dicen que lo que hacemos no es bíblico. ¿Cómo pueden ellos saber el modo como Dios trabaja actualmente?
  • “El diablo ha perturbado esta nación desde antes de la llegada de Colon; pero solo desde este año hemos orado esta clase de oración, y así de ahora en adelante el diablo y sus demonios no pueden poner ni un pie en este territorio.”
  • “Sí, Pablo les dijo a los cristianos que no hablaran en lenguas en un culto a menos de que hubiera un intérprete; pero ¡vivimos en el tiempo de la “lluvia tardía,” y no podemos contener el Espíritu como lo hacíamos en el pasado!”

Los corintios creían que Dios estaba trabajando, pero solo en una pequeña congregación del istmo de Corinto. Que forma tan pecaminosa de limitar a Dios y encerrarlo en una caja, cuando implicamos que El solo se me revela a mí, este mes y este año, en esta ciudad. ¿No es nuestro Dios el Dios de toda la historia y de toda la creación?

Alcohólicos Anónimos, por una extraña coincidencia, señala que muchos adictos sienten que su situación es completamente única: “¡La gente no debería beber tanto, pero mi situación es distinta! ¡La gente debería ser capaz de controlar sus problemas sin drogarse, pero yo no fui hecho así! ¡Mi situación es tan rara que yo debería contar con el derecho de usar algún medicamento para relajarme! En inglés, esta actitud se llama “terminal uniqueness,” o “singularidad terminal.” Se denomina “terminal” porque esta idea produce resultados fatales. La persona morirá o perderá la razón mientras continúa gritando, “¡Pero yo no soy como todos los demás!”

Alrededor de todo el mundo y a través de toda la historia ha habido una enorme cantidad de iglesias y de movimientos influyentes que se han contagiado del mismo virus. Y el resultado, en cada ocasión, es que los cristianos que se consideran únicos van en camino a su propia destrucción. Todos los cristianos deben obedecer lo que Dios ha mandado para todas las iglesias en todas las épocas, y también deben escuchar a otros creyentes que tratan de seguir la dirección de Dios.

«La enfermedad fatal de ‘Singularidad Terminal'», por Gary S. Shogren, Ph. D., Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica

 

3 respuestas

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  1. Tan bueno el artículo que nos pone a pensar en muchas otras facetas más o ejemplos parecidos. Que sirva de espejo para vernos en nuestro actuar y modo de pensar en el ministerio.

    Mainor Arcia

    27/08/2016 at 5:36 pm

  2. […] razondelaesperanza.com/2016/02/01/la-enfermedad-fatal-de-singularidad-terminal/ […]


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