Razon de la esperanza

La verdad de Dios para el pueblo de Dios

Archive for the ‘Predicacion expositiva’ Category

Predique acerca del infierno…pero ¡piénselo bien primero!

with 9 comments

Yo no tengo ninguna simpatía por aquellos que eliminan las enseñanzas difíciles de la Biblia. Un cristiano ha hecho un compromiso previo de seguir a Jesús y de hablar y actuar como Jesús lo haría.

Yo tengo poca simpatía por aquellos que afirman a derecha y a izquierda que van a mantenerse firmes a las enseñanzas difíciles de la Biblia, pero que rara vez las tocan…o que se deshacen en disculpas por traerlas a colación…o quienes cuando hablan acerca de ellas, gritan la verdad como para inflarse de confianza (Yo pienso de ellos como los “lanza granadas”).

Yo tengo mucha simpatía por aquellos que quieren expresar las verdades bíblicas en una forma clara, confiada y comprensible pero que se esfuerzan para hacerlo. La lucha es un signo de vitalidad; los seres vivos luchan, las cosas complacientes yacen sin moverse.

El infierno es una de esas enseñanzas difíciles. Yo no tengo una visión especial de cómo comunicarlo, Lee el resto de esta entrada »

La doctrina, ¿le importa al pastor? J. A. Siles

with 3 comments

Introducción:

 En las  llamadas Epístolas Pastorales el apóstol  Pablo[i] declara en varias oportunidades que el pastor debe ser una persona apta  para enseñar (2Tm. 2:24; 1Tm. 3:2; Ti. 1:9). Esto quiere decir que la enseñanza de las verdades de la fe cristiana  no  es una  opción para  el ministro cristiano, por el contrario es una obligación.  Por esto en el  presente artículo   exploraré lo que nos dice Pablo en dichas epístolas sobre la importancia de la doctrina cristiana a la luz del contexto eclesiástico de la ciudad de Éfeso con el fin de ofrecer algunas implicaciones para nuestro ministerio pastoral.

I) La situación particular de Éfeso que llevó a Pablo a escribir 1Timoteo.

 Por  1Tm. 1: 3   sabemos que Pablo comisionó a Timoteo  que “mandase” a ciertas personas de la

Escritor invitado José Antonio Siles

iglesia en Éfeso que no enseñaran “diferente doctrina”.  El  verbo que Pablo emplea en esta oración  tiene en el idioma original del N.T. un sentido de  “ordenar”, pero con un fuerte matiz militar  ya que se asocia con “dar ordenes estrictas” (cf. parangelo). Este verbo describe las órdenes dadas por personas en autoridad (1Ts. 4:11). Sencillamente  Timoteo no estaba en Éfeso para sugerirle a los que se habían apartado de la verdad que  consideraran la posibilidad de cambiar su  doctrina… por el contrario la idea es que Timoteo les debía “ordenar parar”. Lee el resto de esta entrada »

Pablo el padre de sus discípulos

with 2 comments

Bernabé y Pablo sirvieron como pastores de la iglesia de Antioquía:

Hechos 11:25-26 – Después Bernabé siguió hasta Tarso para buscar a Saulo. Cuando lo encontró, lo llevó de regreso a Antioquía. Los dos se quedaron allí con la iglesia durante todo un año, enseñando a grandes multitudes.

Luego, Pablo y sus compañeros plantaron nuevas iglesias – “Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.” En este papel apostólico, él evangelizaba, discipulaba, enseñaba a los nuevos creyentes.

Hoy en día, un apóstol quizás es una persona que vemos en la televisión, o una persona que llega en avión, pasa unas horas sobre la plataforma, y se va. No fue así en el caso de Pablo, él pasaba tiempo en cada lugar que llegaba – aquí un mes, allí 6 meses, allá dos años – trabajando no con miles de personas, sino con docenas.

Es decir, sus discípulos recibían atención individual en el largo plazo. El oraba por cada discípulo, no solo por el grupo en general – 1 Tes 1:2 -“Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes cuando los mencionamos en nuestras oraciones”. La mejor interpretación es “por todos ustedes uno por uno”.

En este contexto tenemos esta imagen, la metáfora de Pablo como padre –

Tanto en la cultura hebrea como en la griega, le tocaba al padre la instrucción de sus niños, pero también, más generalmente de las niñas. Por ejemplo: Prov 4:1-2 – “Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, y estad atentos, para que conozcáis cordura. Porque os doy buena enseñanza; no desamparéis mi ley.”

Pablo trabajaba para proveer lo que los niños necesitaran.

1 Tes 2:9-12 NVI – Recordarán, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas para proclamarles el evangelio de Dios, y cómo trabajamos día y noche para no serles una carga. Dios y ustedes me son testigos de que nos comportamos con ustedes los creyentes en una forma santa, justa e irreprochable. Saben también que a cada uno de ustedes lo hemos tratado como trata un padre a sus propios hijos. Los hemos animado, consolado y exhortado a llevar una vida digna de Dios, que los llama a su reino y a su gloria.

En este caso los verbos principales son: Los hemos animado, consolado y exhortado.

Piense en su padre, si él fue partícipe en su vida. ¿Cuáles verbos usaría para describir sus interacciones con usted?  Quizás fueron cosas desagradables: gritar, regañar, despreciar, insultar; o quizás cosas mejores, como el apóstol: animar, ayudar, proveer, guiar, amar.

Hay predicadores, que pareciera que tienen un solo tono o énfasis – siempre enojado, o siempre suave o siempre reprochando o siempre rogando.

Si quiere predicar la Palabra fielmente, hay que conocer, entender y amar a su pueblo, para que sepa cuándo es el momento de exhortar (¡hagan esto!) o animar (¡yo sé que usted puede hacerlo!) o consolar (yo sé por lo que está pasando, hijo, qué difícil, oremos).

Para predicar y anunciar la Palabra fielmente, tenemos que prestar atención a las necesidades de cada persona de la grey en cada momento.

¡No sé que predicar el domingo se me terminó el repertorio! Por Enrique Brenes, autor invitado

with 3 comments

Muchas hemos escuchado la expresión “no sé que predicar el domingo, se me terminó el repertorio,” tanto de predicadores, como de pastores. Este es el segundo tema sobre “dos fuentes inagotables para tener una vida abundante en la predicación,” la primera fue “la lectura devocional de las Sagradas Escrituras,” hoy, trataremos la predicación expositiva.

No pretendo aquí describir lo que es predicación expositiva, ni cómo se hace ni cómo presentarla. Lo que quiero expresar acá es el valor que tiene la predicación expositiva en la vida del predicador y de la congregación. La predicación expositiva es una herramienta que puede echar mano el líder para bendecir, fructificar y hacer crecer a los feligreses.

Enrique Brenes

Muchas congregaciones que son alimentadas de sermones temáticos, muchas veces largos y tediosos, en donde la gente se pierde con el tema. Otros comienzan con un tema y terminan hablando de otras cosas, otros, en el desarrollo generan una serie de temas, que al final no saben terminar, o les cuesta finalizar.Predicar es un arte y una ciencia, arte porque el predicador debe tener la habilidad y don de poder construir en los oídos y ojos de sus oyentes la obra que pretende comunicar. Es ciencia porque sigue una serie de pasos lógicos y necesarios para que el oyente pueda entender a cabalidad el mensaje divino. Lo que sigue es fundamental, el predicador puede aprender hacer lo anterior a la perfección, pero si no lo hace en el poder del Espíritu Santo, no produce el resultado de Dios en los oyentes. Es simplemente una persona con mucha habilidad de comunicación, pero sin ningún respaldo de convencimiento y de crecimiento divino. Es el Espíritu Santo Dios quien hace que las personas entiendan, comprendan y crezcan, eso no es un asunto humano. Pablo en 1Corintios 3.5-8 expresa “¿Qué es, pues, Apolos? ¿Y qué es Pablo? Servidores mediante los cuales ustedes han creído, según el Señor dio oportunidad a cada uno. Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. Así que ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios, que da el crecimiento. Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa (su propio salario) conforme a su propio trabajo.”. El hombre es llamado a anunciar las buenas nuevas, a sembrar la semilla, pero incapaz a producir el resultado divino, como dice Marcos 4: 26-27, “…El reino de Dios es como un hombre que echa semilla en la tierra, y se acuesta de noche y se levanta de día, y la semilla brota y crece; cómo, él no lo sabe.”

La predicación expositiva requiere que el predicador tenga una lectura constante de las Sagradas Escrituras. La lectura devocional como vimos en la anterior exposición, lleva al pastor a tener siempre mucho material fresco para exponerlo. Así, la predicación expositiva se convierte en una fuente inagotable para la predicación y enseñanza eclesial.

La predicación expositiva requiere que el constructor bíblico, sea una persona fiel al estudio de la Palabra, decidido a pasar muchas horas en el análisis. Debe de tomar en cuenta siempre la intencionalidad del autor. La predicación expositiva demanda que el predicador sea un arqueólogo en descubrir las riquezas originales que los primeros oyentes escucharon. Pero a la vez, demanda que el pastor sea una persona muy conocedora de su cultura y contexto, para que el sermón sea entendido con oídos modernos. Un sermón efectivo que supla las necesidades de su entorno.

El uso de la predicación expositiva por parte del predicador hace que nunca le haga falta repertorio, sea para predicar o enseñar, a la congregación. No así el sermón temático, que llega a la carencia. Con el sermón expositivo el predicador tendrá toda una vida de proclamación, podrá nacer, morir, volver a nacer, etc, siempre tendrá una sermón para comunicar.

El sermón expositivo ha sido mal entendido y aplicado por mucha gente. Aunque se dijo que no se pretende entrar acá en definir lo que es sermón expositivo, pero si indicar lo mal que se entendido. Mucha gente cree que predicar expositivamente es explicar palabra por palabra, verso a verso, o la confunden en el estudio bíblico previo o la exégesis. Otros, la rehúyen por el estudio o exégesis que demanda.

Una congregación alimentada superficialmente por una mediocre “predicación expositiva,” a los años se verá el raquitismo o anemia espiritual de los miembros. Cuando esto sucede, los miembros se dan cuenta de que aquella predicación que han oído a través de los años, no ha producido el crecimiento espiritual que hubieran deseado. Es cuando gente abandonan la congregación buscando una mejor alimentación.

La predicación expositiva es una excelente herramienta, que todo predicador debe utilizarla para comunicar las verdades de Dios, al Cuerpo de Cristo y a un mundo necesitado de la verdadera vida y del amor de Dios. Por medio de la Predicación Expositiva la verdad e ideas de Dios serán proclamadas y no las del hombre. El predicador estará más comprometido a anunciar el concepto del texto y no sus propios pensamientos.

Hay sermones que son solo historias o aplicaciones, se llevan la cantidad del tiempo en eso, y el análisis del texto es superficial. En la predicación expositiva el compromiso es con el texto, no con teología de la denominación, o del magisterio. Es ahí donde los verdaderos predicadores y pastores deben de definir su lealtad, como dijeron Pedro y Juan en Hechos 4:19 “»Ustedes mismos juzguen si es justo delante de Dios obedecer a ustedes en vez de obedecer a Dios.” La predicación expositiva demanda lealtad al texto, transparencia con los feligreses y fidelidad del predicador.

Aunque se  hable de nuevas formas de comunicación del evangelio, por una sociedad nueva, cansada siempre de lo mismo, o buscando innovaciones o demande una formas de oír, que satisfagan su paladar. La exposición de la Palabra de Dios nunca podrá ser sustituida o eliminada. La palabra es la única que puede entrar donde ninguna cosa creada puede entrar. La cirugía medica, la pastilla, la terapia sicológica o siquiátrica, u alguna otra cosa podrá hacer, lo que hace la Palabra de Dios.

A modo de conclusión, leamos estos dos pasajes bíblicos: Hebreos 4:12-13 “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir (juzgar) los pensamientos y las intenciones del corazón. No hay cosa creada oculta a Su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de Aquél a quien tenemos que dar cuenta.” 1 Corintios 2:12-16 “Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente, de lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Espíritu, combinando pensamientos espirituales con palabras espirituales. Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque son cosas que se disciernen (se examinan) espiritualmente. En cambio, el que es espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie. Porque ¿QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE DEL SEÑOR, PARA QUE LO INSTRUYA? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo.”