Archive for the ‘1a de Corintios’ Category
Mi reseña de Benoit, No por Ignorancia
Frank W. R. Benoit, No por Ignorancia: una explicación del cesacionismo (Sisters, OR: Deep River Books, 2ª edición 2020; 1ra edición 2017, Sevilla, España), 268pp. $15.99 libro de bolsillo. (Reseña protegida por derechos de autor y patrocinada por The Foundation for Pentecostal Scholarship, Inc.)

La reseña completa en español está disponible AQUÍ.
La reseña completa en inglés está disponible AQUÍ:
En ambos casos, la reseña protegida por derechos de autor y patrocinada por The Foundation for Pentecostal Scholarship, Inc.
De mi reseña:
El título se deriva de Pablo, “En cuanto a los donesespirituales, no quiero, hermanos, que seáis ignorantes” (1 Cor 12:1 LBLA). Su esperanza: después de haber leído No por Ignorancia, si una persona continúa rechazando el cesacionismo, ya no será por confusión sobre sus enseñanzas.
…
Habiendo vivido tanto en el campo cesacionista como en el no cesacionista y realizado una pequeña cantidad de investigación en el campo, este lector daría la bienvenida a cualquier libro que procura “dar una explicación bíblica e histórica, clara y entendible, de la doctrina del cesacionismo” (189).
Benoit no procura crear material nuevo, sino resumir el “estado de la cuestión” desde un punto de vista cesacionista: que los llamados dones de señales y dones reveladores (particularmente la profecía y las lenguas) terminaron con la era apostólica.
Positivamente, Benoit muestra un espíritu irénico y (a diferencia de muchos) interactuó con la literatura española. Sin embargo, mis conclusiones sobre la presentación fueron principalmente negativas. Su bibliografía, aunque larga, es superficial y anticuada. Esto es decepcionante, dado que su deseo es resumir toda la literatura cesacionista y no cesacionista/continuacionista relevante. Se basa en otros para su exégesis y literatura histórica de la iglesia, y las debilidades de su argumento se derivan de esa dependencia.
Cito de mi conclusión:
[En efecto Benoit dice:] Puedo asegurarle, lector, que: (1) el cesacionismo, una vez bien comprendido, tiene un caso sólido; (2) la evidencia, en la forma en que la presento, muestra por qué tiene un caso sólido; (3) no existe evidencia adicional—y, ¡la he buscado!—que pueda convencerle de que no tiene un caso sólido; (4) Si usted continúa rechazando el cesacionismo, lo hace sin causa suficiente. Sugerimos que (2) y (3) no se sostienen bajo examen; por eso, (4) ahora no es probado. El punto (1) no nos corresponde decirlo, por supuesto, no en una reseña de un libro.
OTROS RECURSOS: Busque el tema «Dones Espirituales» en este blog.
Mi libro El Don del Espiritu Santo en Logos, CLIE; mi comentario sobre 1 Corintios de Logos, Amazon, CLIE.
Mi reseña de Benoit, No por Ignorancia,” por Gary S. Shogren, Profesor en New Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
Cuando ‘no lo sé’ es la mejor respuesta que puede dar un maestro cristiano
Hay un grupo de maestros de la Biblia que están seguros de tener todas las respuestas. “¡La Biblia es la Verdad de Dios!” dicen. “¡Yo predico la Biblia!” dicen. “Por lo tanto, tengo todas las respuestas”, dicen. No dicen, “No lo sé”.
Vamos a desglosarlo:
- ¿Es la Biblia la verdad de Dios? Sí.
- ¿La Escritura revela todos los aspectos importantes de la verdad de Dios? Sí.
- ¿Revela la Biblia toda la verdad de Dios? No.
- ¿Somos responsables de conocer la Biblia entera? Sí.
- ¿Debemos hablar como si entendiéramos todo lo que dice la Biblia? No.
- ¿Significa un conocimiento sólido de la Biblia que entendemos la Biblia? No. Saulo de Tarso había memorizado el Antiguo Testamento en hebreo mucho antes de conocer a Cristo y darse cuenta de que le habían dado la vuelta a su significado.
Por eso tengo dudas sobre personas que no se atreven a decir “no lo sé” o “no lo sé de memoria”.
El Señor nos llama a la “humildad exegética” = no podemos pretender saber lo que dice el texto en todos los casos, y mucho menos cosas que no se presentan en la Escritura.
Si un maestro de la Biblia está más preocupado por su reputación, podría dar una respuesta equivocada rápida y confiadamente en lugar de demorarse para buscar una buena respuesta. Santiago 3 les advierte que serán juzgados estrictamente; asumo que honrar la reputación de uno por encima de la Biblia es una de las cosas que surgirán en el Día del Juicio.
Vayamos en otra dirección: dado que nuestro conocimiento de la verdad de Dios es falible, podemos cambiar de opinión sobre lo que enseña la Biblia a medida que avanzamos por sus páginas.
El gran teólogo Agustín (alrededor del año 400 d.C. en el norte de África) escribió un libro entero titulado Retractaciones. En la versión inglesa contiene casi 300 páginas de Agustín diciendo: “En el pasado dije ABC, más tarde cambié de opinión, ahora en retrospectiva creo que CDE está más cerca de la verdad”. En otras palabras: “Creía que lo sabía, pero creo que no”. [1] Contrasta a Augustine con un famoso predicador estadounidense que afirmó rotundamente: “Un predicador nunca debe corregirse a sí mismo. Aunque se haya equivocado”.
Algunas personas que he conocido conocen la Biblia mucho más profundamente que yo. Sin embargo, un rasgo clave de su personalidad es su naturaleza humilde. Son espiritualmente “modestas”. La modestia no se limita, como podría deducirse del lenguaje eclesiástico, a la forma de vestir, ni es una virtud que se aplique sólo a las mujeres. Todos los hombres y mujeres, niñas y niños, maestros y no maestros, deben “siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor”. (Ef 4:2 NVI).
Volvamos a Agustín, a quien dejamos esperando en el siglo 5 Lee el resto de esta entrada »
Sexo y la predicación evangélica
Esto tomado de mi comentario de 1 Corintios, CLIE, pág. 213-15. www.clie.es

El discipulado cristiano debe incluir la vida sexual. Si alguien considera que la Biblia trata con timidez los aspectos íntimos, observe las reglas en Levítico 18 o las descripciones crudas acerca de los pecados sexuales en Israel, o la enseñanza paulina en 1 Corintios 5-7 o en 1 Tesalonicenses 4. Nuestros jóvenes discípulos deberían saber con claridad lo que la Biblia enseña y contar con el apoyo de otros cristianos. Enseñar acerca de la intimidad marital también debe ser claro. Los escritores católicos consistentemente han hablado con franqueza del amor marital; para nuestra vergüenza, a menudo sus libros y sermones son más directos, bíblicos y positivos que los de sus contrapartes evangélicos. [1]
Con frecuencia los evangélicos parecen dirigir toda su energía contra la fornicación – al menos en el plano abstracto –, pero dedican muy poco a edificar y afirmar lo que es el sexo marital sano. Cuando lo hacen, los resultados son cómicos y carnales: algunos manuales de sexo cristianos se asemejan a su contraparte pagana con unas cuantas citas bíblicas agregadas. Soy lo suficientemente mayor como para que muy pocas cosas me escandalicen; pero he escuchado mensajes que realmente me han hecho sonrojar, cuando el orador hablaba de lo sexy que es su mujer, o cargaba sus charlas de dobles sentidos sexuales.
Por otro lado, he escuchado sermones que simplemente concluyen que cualquier cosa legal que dos cristianos casados quieran hacer en su cama está bien. Estoy seguro de que tales predicadores no son vulgares, sino excesivamente ingenuos acerca de lo que sucede detrás de algunas paredes.
El Señor nos observa hasta en nuestra cama, y las relaciones sexuales deberían seguir los pasos del amor de Cristo por nosotros: Cristo es amoroso, protector, edificador, paciente, amable, dadivoso, perdonador: el fruto del Espíritu es la forma de vida para las relaciones íntimas de un esposo y una esposa cristianos. Aunque la Biblia no entra en detalles en cuanto a actividades específicas, deja la profunda impresión de que el sexo marital tiene que ver con el acto unificador de las relaciones y no solo con la estimulación como fin en sí mismo. En el aspecto sexual del matrimonio no debería existir ningún indicio de coerción; relaciones forzadas; humillación; violencia; dolor; travestismo y fantasías pecaminosas; aun cuando sea para producir estimulación. El cristiano no debe recurrir a la pornografía en ninguna de sus formas para su satisfacción o excitación sexual, las cuales deben alcanzarse plenamente con el cónyuge.
La Biblia habla un poco acerca de la cantidad tanto como de la calidad: una pareja cristiana debería seguir el modelo enseñado por Pablo y tener relaciones sexuales “regularmente”. Los rabinos de los días antiguos, quienes no dejaban al azar ninguna de las actividades humanas, mantenían distintos puntos de vista acerca de la frecuencia con la cual una pareja debía tener relaciones: y sí, hasta relaciones diarias.
¿Cómo se aplicaría esto a nosotros hoy? No tenemos un número fijo. No hay dos personas que deseen sexo con la misma frecuencia, así que es normal que una persona – a menudo, pero no siempre, el esposo – lo desee más que el otro. El espíritu de las palabras paulinas aquí es que una pareja tenga relaciones con la frecuencia que permita que el cónyuge más dispuesto no sienta la presión regular de sentirse insatisfecho. Para ponerlo en términos de Pablo, ustedes no tienen relaciones sexuales con la debida frecuencia si se están “quemando de pasión” (7:9). Esto requerirá un espíritu de paciencia cuando haya dos personas con deseos sexuales distintos, pero, ¿sería un problema para quienes cuentan con el Espíritu Santo?
En tiempos modernos, y particularmente con la incorporación de la mujer a la vida laboral, a muchas parejas les resulta difícil hallar tiempo para las relaciones sexuales. Con las lámparas eléctricas para leer de noche, con la llegada de internet, con la televisión por cable y con otras distracciones tanto los hombres como las mujeres van a la cama exhaustos nada más que para dormir o por lo menos distraídos y cansados debido a un largo día. A veces el hombre y la mujer trabajan en turnos distintos, o se acuestan a horas diferentes. Esto es demasiado peligroso, y la pareja debe tomar medidas firmes para evitar que otras cosas los distraigan de pasar tiempo juntos para tener relaciones sexuales, o simplemente para estar juntos. Si un esposo se encuentra demasiado cansado para tener relaciones por las noches, pero al día siguiente se queda paralizado ante las secretarias en su trabajo, él debe ordenar sus prioridades, ¡y rápidamente! Una esposa – o un esposo – se hace un favor a sí mismo e invierte en su matrimonio, si está accesible y se muestra amable. Una relación marital saludable es un regalo de Dios placentero a la vez que una protección contra las tentaciones externas.
Preparémonos para proclamar esta verdad sin miedo de que nos provoque burla. El pasaje aquí es práctico, no de otro mundo, en su enseñanza acerca de la pureza. Por tanto el evangelio de Cristo, el misterio de Dios, sí toma en cuenta, afirma y apoya aun hasta nuestra vida sexual.
NOTA:
[1] Estoy en contra de unas doctrinas católicas en esta área, en particular, con respecto a la contracepción. Sin embargo, note la linda sección sobre el amor matrimonial de Humanae Vitae §9].
“Sexo y la predicación evangélica,” por Gary S. Shogren, Profesor en Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
¿Por qué Pablo escribiría sobre La Cena del Señor?
Cuando celebramos la Comunión, usualmente leemos 1 Corintios 11. Es una práctica correcta, pero otra capa de estudio de la Biblia es preguntarse: ¿Por qué Pablo trajo esto a colación, aquí, en esta carta? No fue para enseñarles el ritual, porque habían estado celebrando la comunión durante años. Entonces, ¿por qué ahora?
Pablo no entra en detalles sobre lo que exactamente estaban haciendo mal. La explicación en la que estoy a favor es que hay dos cenas: una cena privada y más adelante, la cena del Señor como parte de la reunión completa de la iglesia.
Lee el resto de esta entrada »¡Mi nuevo libro! el 26 de setiembre 2023
Mi nuevo libro sobre el Espíritu Santo se publicará el 26 de septiembre. ¡PIDA HOY MISMO SU EJEMPLAR!
Es una colección de 15 de mis ensayos, escritos a lo largo de muchos años. El eje principal es el Nuevo Pacto como elcump,imiento de la promesa del Espíritu. Además de la reseña de Craig Keener sobre Fuego Extraño, de John MacArthur.
Vaya a CLIE o a Amazon. Forma digital de CLIE, solamente $6.00.
DE LA INTRODUCCIÓN
MENGUADA por la Mezquita Azul y opacada por la gran Iglesia de Santa Sofía, la Iglesia de Santa Irene (“Santa Paz”) no recibe una segunda mirada por parte de los millones de turistas en Estambul. De hecho, incluso no estaba abierta para los visitantes durante mis visitas a la ciudad. Cuando me decepcionó por segunda vez por el letrero de Cerrado, y calculando que yo podría no tener más oportunidad de ir, decidí que estaba justificado entrar a escondidas, por un minuto. Después de todo, fue en ese lugar donde se reunió el (Primer) Concilio de Constantinopla en 381 d.C., que hizo una proclamación resonante acerca del Espíritu Santo, una que aún se afirma hoy.
Allí, los padres de la iglesia decidieron que necesitaban expandir el decreto niceno original de 325: algunos habían encontrado dentro de su abrupto “y [creemos] en el Espíritu Santo” la maniobra que necesitaban para rechazar la deidad eterna del Espíritu. Constantinopla quería hacer asegurarse de que todos los cristianos, de todas partes, supieran que el Espíritu es una persona, que él es Señor, que, junto con el Padre y el Hijo, él es el único Dios, en resumen, ¡que ningún cristiano sano dejaría a un lado al Espíritu Santo! Ellos se decidieron por la siguiente formulación:
Y creemos en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, que habló por los profetas.
Esta es la única declaración del credo sobre el Espíritu Santo que es aceptada formalmente hoy por la gran mayoría de cristianos en el mundo, incluyendo la mayoría de los cristianos evangélicos.
En esta colección de ensayos nos enfocaremos en ciertas verdades bíblicas sobre el Espíritu. Pero antes de empezar, distanciémonos de dos acercamientos extremos de su persona y obra.
“El viento sopla por donde quiere,” sí, pero ¿realmente lo oímos silbar?
La mayoría de las definiciones del evangelicalismo incluyen que somos cristocéntricos. Tan esencial como eso suena, agreguémosle que, no puede existir sano predicador de Cristo que no sea al mismo tiempo un predicador del Dios trino, y, por tanto, un heraldo del Espíritu Santoy sus obras. Un milenio y medio ha pasado desde Santa Irene, y por triste que sea, es aún necesario señalar esto. Por ejemplo, Francis Chan, más conocido por su libro Loco Amor, se había sentido presionado para publicar El Dios olvidado: como revertir nuestra trágica desatención al Espíritu Santo. El desatendido Espíritu: no es un Dios desconocido del mercado de Atenas, sino una persona de la trinidad misma. ¿Cuál podría ser la causa de esta renuencia a hablar del Espíritu? Ya que, para muchos cristianos, la pregunta “¿Quién es el Espíritu Santo, y cuáles son sus obras?” resulta en una rica cosecha de la via negativa – “Bueno, no esto, aquello, o lo otro…” – sino una escaza cosecha de la positiva, que debe en algún punto incluir una fuerte declaración: “Bien, él es el Señor, el dador de vida.”
DEL ÚLTIMO CAPÍTULO
…en este momento yo estoy viendo una foto de una iglesia de miles de personas, una que es capaz de existir solo gracias a un sistema de sonido moderno. Parece que – ¿Qué, el 1%? No, seguramente solo una pequeñísima fracción del 1% – de la congregación activamente “dirigirá” la adoración.
En el Nuevo Pacto del Espíritu, no hay trucos, modelos, o fórmulas para hacer un culto apostólicamente auténtico. Es el todopoderoso Espíritu Santo, no la magia ni el ingenio, el que hará de su pueblo como él quiera sean. Pero para honrar la obra del Espíritu, debemos insistir que cualquier iglesia que aspire a ser apostólica debe tener a los que tienen dones – los muchos – como sus ministros y sacerdotes, no solo a los pocos, y mucho menos al único.


Por Gary S. Shogren, Profesor en Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica
¿Cómo se disciplina Pablo en 1 Corintios 9? Tal vez le hemos malinterpretado
Materia tomada de mi comentario de 1 Corintios.
Tendrás que respetar las reglas, someterte a una dieta, abstenerte de frivolidades. A determinadas horas, te guste o no, tendrás que ejercitar tu cuerpo ya sea que haga calor o frío; no beberás agua demasiado fría y a veces ni siquiera vino. En una palabra, tendrás que entregarte a tu maestro como si fuera tu médico. (Epicteto, Enquiridión 29.2), unas décadas después de Pablo
¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero solo uno obtiene el premio? Corran, pues, de tal modo que lo obtengan. Todos los deportistas se entrenan con mucha disciplina. Ellos lo hacen para obtener un premio que se echa a perder; nosotros, en cambio, por uno que dura para siempre. Así que yo no corro como quien no tiene meta; no lucho como quien da golpes al aire. Más bien, golpeo mi cuerpo y lo domino, no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado. 1 Corintios 9:24-27 NVI
Hay dos maneras de interpretar el punto de Pablo.
Uno: El más popular es que, golpeo mi cuerpo y lo domino, significa que Pablo viva de manera estricta, o para ser salvo, o quedar salvo, o mejorar su vida espiritual. Por ejemplo, Nicoll, First Corinthians, p. 2:855, etiqueta esta sección “El Ascetismo de Pablo”, que refleja un malentendido del significado de la palabra “ascetismo”. Pero bueno: un paralelo en este caso sería Fil 3:12-14, “olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante”. Esta interpretación enfatiza el siguiente contexto: “después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado” (v. 27) tiene su paralelo en la advertencia “tenga cuidado de no caer” (10:12).

Dos: En vez de eso, Pablo está usando el tropo del estricto entrenamiento para continuar describiendo su estrategia misionera, lo que hace en 9:18-23 – “Aunque soy libre respecto a todos, de todos me he hecho esclavo para ganar a tantos como sea posible … Me hice todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles. Todo esto lo hago por causa del evangelio, para participar de sus frutos”. Es decir, su autodisciplina tiene que ver con éxito evangelístico, representado “participar de sus frutos” en v. 23 y “obtener un premio” en v. 25. No importa si la metáfora diferentes aplicaciones en Filipenses 3 y 1 Corintios 9, así que, Pablo de vez en cuando usa la misma metáfora para ilustrar diferentes lecciones.
Lee el resto de esta entrada »Resumen de la 1a epístola a los Corintios
Un resumen de 1a de Corintios, basado en mi comentario de CLIE
Para adquirir una copia de mi comentario, está disponible de CLIE.

¿Solo soy un pecador, salvo por gracia? ¿En serio?
Yo crecí con ese coro del evangelio (de James M. Gray, presidente del Instituto Bíblico Moody) y creo que entiendo su propósito. Pero analicemos cuidadosamente su contenido:
“Solo soy un pecador, salvo por gracia”
Nada he obtenido sino lo que recibí,
Gracia lo ha concedido, desde que creí.
Jactándome excluido, orgullo humillado;
Solo soy un pecador, salvo por gracia.
Sufre un pecador, cuyo corazón desborda,
Amar a su Salvador, para decirle lo que sabe;
Una vez más para contarlo, ¿me abrazaría?
Solo soy un pecador, salvo por gracia.
Y su exégesis: Solo [no más que] soy [tiempo presente] un pecador, salvo por gracia.
Sugiero que le estamos haciendo un grave perjuicio a Dios al limitar su obra al perdón de los pecadores y llevarlos al cielo cuando mueren. Ni siquiera las palabras de Jesús en Juan 8 – “Ni yo te condeno: vete, y no peques más” – describen el evangelio completo. Más bien, el Redentor vino a crear un pueblo santo, para que gobierne con Él en un nuevo reino, borrando para siempre el fracaso del Edén. Vino a transformar a su nuevo pueblo completamente.
Lea Romanos 8: no se puede hojear y luego resaltar las bendiciones posteriores a la conversión e imaginar que un cristiano es nada más que un pecador perdonado. [1]
Pasé solo 10 minutos hojeando las páginas de las Escrituras y encontré una gran cantidad de bendiciones que tenemos AHORA y que ciertamente NO pudimos tener antes de Cristo. Cada una de ellas cambia las reglas del juego, porque cambia a las personas. Y cada una de ellas es un milagro divino. Y ninguna de las cuales una persona puede conseguir simplemente por tener sus pecados perdonados.
Después de enumerar 50, ¡decidí cortarlo!
1. Unión con Cristo
2. Nuestra persona interior transformada al igual que nuestras emociones, voluntad, procesos cognitivos, motivaciones.
3. El Espíritu nos ilumina cuando estudiamos la Biblia
4. Ahora podemos elegir la justicia; ¡seguro que no podíamos antes del nuevo nacimiento!
5. Nacidos de nuevo: no es solo una experiencia de perdón; “nacer” implica “vivir una nueva vida”
6. Matrimonios que siguen el modelo de Cristo
7. Adoptados por Dios
8. Co-herederos con Cristo
9. El perdón diario de los pecados
10. Conocemos la voluntad de Dios
11. Herencia eterna
12. Sellados por el Espíritu
13. Sabiduría Divina
14. Conocimiento de Dios
15. Vivos con Jesús
16. Muertos al pecado
17. Conocemos el amor de Dios
18. Somos capacitados para amarlo
19. Poder divino
20. Sentarse juntos en los lugares celestiales en Jesús
21. Conoce el buen plan de Dios
22. Nuestras obras preparadas de antemano por Dios
23. Unión con otros creyentes
24. Ciudadanos del cielo
25. Miembros de la casa de Dios
26. Pleno acceso a Dios a través de Jesús
27. Dones espirituales
28. Bautizados por el Espíritu en un solo Cuerpo
29. Nuevos hermanos y hermanas en una familia más real que la de carne y hueso
30. Plenitud del Espíritu
31. Dios nos presta su propia armadura
32. Podemos tener la victoria en la batalla espiritual
33. Predestinados para la gloria
34. Santificados por la gracia divina, no por el esfuerzo humano
35. La guia de Dios
36. Nunca dejados ni abandonados
37. Habilidad para no pecar
38. Paz con Dios
39. Todo lo podemos en Cristo
40. Tenemos un pacto establecido por Dios, el Nuevo Pacto
41. Bendiciones aun en las pruebas
42. Dios escucha nuestras oraciones
43. Bendiciones financieras
44. Resurrección futura
45. Riquezas de la gracia de Dios
46. Bendita esperanza de la venida de Cristo
47. Paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento
48. Capacidad de resistir al diablo que huirá de nosotros
49. El Espíritu Santo ora por nosotros
50. Dios obra en nosotros el querer y el actuar para cumplir su buen propósito.
Charles Spurgeon tenía un profundo aprecio por el perdón de la gracia de Dios, e incluso él dijo: “La gracia que no cambia mi vida no salvará mi alma”.
“Solo soy un pecador, salvo por gracia” es un eslogan atrayente, pegadizo, pero difícilmente el mensaje que recibimos del Nuevo Testamento. Un mejor coro podría ir así: “Yo ERA solamente un pecador, luego FUI salvo, puramente por gracia, y hombre, ¡partiendo desde ahi, la cosa comienza a cuajar”.
NOTAS:
[1] He argumentado que la interpretación de que Romanos 7 es una descripción de la vida cristiana normal es, desde el contexto, errónea. Vea mi artículo completo AQUÍ. También recomiendo encarecidamente el libro del erudito reformado John Murray, Redemption: accomplished and applied o su artículo más corto sobre “Santificación definitiva y progresiva”.
Gary Shogren, PhD en la exégesis del Nuevo Testamento, Profesor del Nuevo Testamento, ESEPA, San José, Costa Rica. Traducción por Märv Medardo.
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Una reseña:
La primera carta de Pablo a los Corintios es la declaración paulina más clara de cómo el Espíritu guía a la iglesia a la humildad, al amor y a la unidad a medida que crece en la verdadera sabiduría divina. En consecuencia, reviste un carácter asombrosamente relevante para la iglesia de Dios en el siglo XXI
Gary S Shogren, combina las virtudes de un doctorado en Exégesis del Nuevo Testamento por el Kings College, con un profundo conocimiento de las virtudes y defectos de la iglesia en Latinoamérica, y el resultado es un comentario a 1 Corintios absolutamente novedoso, distinto a cuanto el lector pueda esperar o imaginar:
- Académico, pero en un estilo cercano y divulgativo: comprensible para cualquier lector.
- Exegético-pastoral, pero, ante todo, de carácter práctico: aporta un enfoque absolutamente novedoso en su aplicación práctica a la situación de la iglesia en nuestros días y, de forma muy concreta, al contexto de la iglesia latinoamericana de hoy.
Un comentario diferente, que únicamente un hombre con sus credenciales podía escribir, y que todo creyente en Latinoamérica, pero particularmente los líderes, deben leer sin falta.
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